Por Mariano Sierra:
Disertación social de la economía para una filosofía del
desarrollo y de unidad comunitaria. La violencia perturba las necesidades. Marx decía que la doctrina predominante ha
sido que la producción determina las necesidades. La calidad de vida depende de las
posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus
necesidades humanas fundamentales al decir del pensador del desarrollo….
La Economía es una
parte vital en la vida del hombre que como tal será su huella permanente
independiente de los modelos económicos que se presenten que de otra parte
asume ciertas posiciones pues la economía se debe mover dentro de escala de
valores, dentro de la escala humana y los sistemas de capital social haciendo
presencia en el ordenamiento de una comunidad.
Como ciencia la economía, sin ser exacta se nutre a través
de leyes y principios muy propios. La economía responde a la génesis humana
como elemento base para atender la necesidad del hombre de transformar,
desarrollar y mantener los bienes que nos han sido proporcionados. Humana y
acorde a los principios sociales la economía no debe monopolizar o concentrar
la propiedad de tal manera que cree un desplazamiento o desestimulo sobre los
bienes y servicios Entonces una sociedad con sentido humano se caracteriza por
la unión de fuerzas sociales para el bien común pero muy distintas a la
perversidad de las fuerzas de la globalización cuyo común denominador es el
crecimiento de la pobreza del lado débil y de la riqueza del lado fuerte.
Se ha criticado que las crisis económicas se deben a los
sistemas imperantes del momento, hecho que es motivo de revisión pues no son
las teorías o los sistemas los causantes de las barbaries sino la falta de
ética de los gobernantes de esos sistemas y del sentido humano de los
capitales. Los distintos rasgos económicos por los que ha atravesado la
humanidad no han dejado huellas saludables. Unos y otros han desestabilizado el
orden social generando procesos individualistas concentradores de riquezas.
Ninguna posición económica ha sido capaz de responder ante las necesidades
sociales y los derechos del hombre.
La doctrina económica
solidaria reconoce derechos de propiedad siempre y cuando esos derechos no
desemboquen en abusos, en inadecuados usos de los recursos y la búsqueda de
alternativas con orientación responsable. El derecho de propiedad para generar
compromiso social debe convertirse en un deber de solidaridad, de
responsabilidad social que de valor a la dignidad y al trabajo humano. El mundo
en su totalidad esta dado por el equilibrio tanto de la naturaleza como de su
composición social, pero el hombre ha roto ese equilibrio generando un
descontrol con sus conductas agresivas
Hoy se habla de una globalización más centrada en lo
económico, pero no tiene sentido tal magnitud pues sus bases no se hallan
circunscritas a un pacto social para el bien común. Una globalización si busca
que todos los pueblos sean parte de procesos solidarios no puede aceptar que se
releguen unos para favorecer otros. La globalización debe buscar fuentes
globales de trabajo que combata cualquier economía de mercado que amenace la
libertad al trabajo, a la propiedad, a los recursos a los valores humanos, a
toda desigualdad.
La economía ve una expresión social en el hombre, una
gestión de relación, de confianza, del compartir necesario para hacer frente a
las necesidades sociales y espirituales. Así mismo la economía está en la
búsqueda del valor del trabajo humano pues sin éste ella no sería nada. La
economía propende por la ganancia justa que en términos sociales es humanista
considerando de otra parte la existencia empresarial como comunidad de
producción y trabajo al servicio del hombre y la economía solidaria se enmarca
en ese espíritu de fuerzas sociales, uniendo capital agrícola e industrial en
una sólida entidad cooperativa que democratice la economía, como propuesta
sostenible y transformadora donde el eje es la persona humana.
La participación de la economía en el desarrollo social se
considerará en la medida de `políticas responsables integradas donde la
participación ciudadana esté involucrada abriéndose espacios culturales,
sociales, políticos, religiosos para una convivencia sana y digna. El consumo
aliado de la perversa economía de hoy es un modelo del vivir contemporáneo que
se ha venido desarrollando excesiva y peligrosamente con grandes desfases acompañado de enormes
desigualdades erigiéndose como un dios
de los economistas que despersonifica, que descalifica la escala de valores,
pues el consumo señala que eres persona si estas al día en determinadas modas,
o vives en ciertos lugares, o posees cierta clase de vehículos y bienes o en
general si estas a tono de lo que ofrece el mercado.
El consumo crea
entonces necesidades donde no las hay, pero si quieres ser superficial debes
unirte a esa línea comercial dentro de una cultura disque de la libertad del
amor por lo que tienes o usas y no por lo que eres como persona. La sociedad ha
olvidado la ley natural que es precepto por el cual el hombre no debe hacer
aquello que le sea destructivo o
elimine los medios para conservarla. Si tiene en cuenta la ley natural el
hombre en su proceso de transformación hará más alto el objetivo económico del
cooperativismo.
Una economía humanista, solidaria hace eco a un sistema
financiero de principios éticos donde la usura y el desgreño del mercado
financiero no debe tener espacios, donde ningún método de producción y
comercialización desigual se alce triunfante y por el contrario sea combatido.
Una economía humana y solidaria se conduce por el respeto al trabajo y éste se
sublime como un medio para progresar y dignificar al hombre, y se respete el
derecho de asociación.
Una economía humana y
solidaria protege el derecho al trabajo de la mujer y a las tareas del hogar y
a toda reivindicación de sus derechos. Una economía humana y solidaria abandera
la abolición del desempleo y la lucha para que se mantengan condiciones dignas,
seguras, salubres para el trabajo donde la seguridad social no se lesione y se
deponga toda acción corrupta imperante hoy.
Las riquezas económicas no obstante la posesión en pocas
manos y con protección legal está para realizar una función social al servicio
del hombre. Hoy en día vivimos una
economía del consumo de una parte, de la crisis de otra parte dada por el afán
egoísta del hombre. La economía del consumo está haciendo estragos en nuestra
sociedad y en el mundo entero generando más riquezas para unos y más miseria
para otros.
El consumismo es una
forma como se distorsiona la realidad pues hace que las necesidades vitales se
cambien por necesidades efímeras. El universo esta dado por un equilibrio
integral de naturaleza, clima y orden social pero el hombre se ha encargado de
desequilibrar ese orden violando leyes naturales y sociales estableciendo
procesos y políticas destructoras que
se ven en las contiendas electorales-
La empresa es una sociedad de capital humano y material
donde ambos conjugan responsabilidades para el bien común, para generar trabajo
y en su proceso considera un abanico de vínculos o vasos comunicantes como la
tecnología, las finanzas, la cultura, el medio ambiente, el comercio, las
comunicaciones, y otros conexos. La
doctrina social nos enseña que.... Acrecentar el sentido transformador del
universo constituye la base de todo desarrollo humano y se afirma además que
“El hombre está dado para comprender cada vez más su vocación solidaria.
Vocación que como otros aspectos de su vida se circunscribe a la moralidad de
su conciencia “.
Pero la vocación solidaria se pierde en la oleada de la
economía salvaje que aniquila la sociedad en un torbellino de desigualdades. En
la lucha global contra la economía predominante que invade sin clemencia surgen
aliados o factores desmoralizantes en lo político, lo social. Lo religioso, lo
laboral. Lo familiar. la Solidaridad social se hace inminente para
contrarrestar el desafío del pensar monopolista. La unidad económica está ligada al orden
espiritual, orden que no puede ser desconocido y dejar al hombre aislado donde
él es actor principal.
La espiritualidad
hace trascender para lograr su
carácter. La espiritualidad en sus dos dimensiones afianza la conciencia
para que ella transite por sendas de transformación al servicio del hombre
atajando las desviaciones sociales generadas por el egoísmo y los afanes de
riqueza.
El mundo necesita socializar la economía. El sistema
económico perversamente imperante debe cambiar, debe ceder para que la
humanidad pueda convivir armónica y saludablemente relegando la economía de la
riqueza y la explotación cambiándola por un sistema solidario ya que el hombre
se realiza en lo colectivo y no en el capitalismo salvaje que es sistema
individualista tal como hoy se concibe.
No cabe duda que el
capitalismo exige una revisión a fondo en todos sus contextos individualistas,
neoliberalismo, expansionismo fomentador de poderes minoritarios y de la
globalización concentradora y exportadora de riquezas, de ideas, de
pensamientos, de sistemas que impiden la colectivización. La economía como
ciencia social integra al hombre por su contexto de llevar a cabo actividades
productivas donde el hombre se enfrenta a sí mismo, y con el otro en un diálogo
integrador para obtener un mismo fin. Desafortunadamente, la economía compite
de manera egoísta, pues los sectores productivos como integrantes de un sistema
desigual agrede el bien común frente a sus propios intereses.
La economía junto con el poder gubernamental y político
deben ser instrumentos para fundamentar un equilibrio y un orden social, pero
estas dos fuerzas en la actual y compleja civilización conjuntamente con otros
instrumentos sociales son agresivos al bienestar social y repudian toda acción
humanista que propicie procesos colectivos de unidad y convivencia. Un freno a
estos despotismos lo será un derecho social en un estado social que libere y
controle las inversiones y los mecanismos arbitrarios basados en la
solidaridad.
Urge acelerar ese compromiso social que viene diciéndonos
propiciar acciones conjuntas para solucionar los problemas que el hombre mismo
ha creado como la violencia, la corrupción, el desgreño de los gobiernos y de
otros organismos sociales, el inadecuado uso de los recursos la falta de
control y el ejercicio de una justicia acordes con los principios, los valores
y los derechos fundamentales.
Lo colectivo es la suma de esfuerzos humanos y de recursos
naturales para el bien común. Todos los seres estamos sometidos a procesos de
socialización. Desde la familia se
aprende el ejercicio solidario haciendo posible la realización de las condiciones
dinámicas de la vida social. Esta característica hace posible construir
instituciones sociales donde se hace efectivo el trabajo para la
transformación.
Es un deber moral y
civil luchar contra métodos económicos y políticos que vayan a consolidar dominios
o abusos y monopolios de los medios productivos. Es necesario impedir los
procesos anclados en la explotación del hombre por el hombre. Esta práctica hay
que combatirla con una ética social y una cultura política que integre
equilibrio social. Equilibrio que se expresa en sistemas de desarrollo
sostenible, gestión y control de la economía llamada por algunos como el
capitalismo social con conciencia social que rompa toda esquema incoherente
entre lo que se dice, se hace y lo que debe ser. Hay necesidad de cambiar los
paradigmas con base en una gestión económica y política presionando nuevos
procesos globales transparentes con leyes sociales que promulguen orden y
respeto y un amplio sentido de enriquecimiento
humano estableciendo relaciones armónicas.
Frente a los hechos despóticos que sacuden al mundo, a
nuestro país (caos, crisis, corrupción) siempre estamos observando su
generalidad con tal forma que nos conformamos siendo indiferentes sin hacer
nada por rebelarnos o denunciar. Porque
¿Porque no nos adentramos a conocer las causas en profundidad generadoras de
esos hechos porque esas causas son ocultadas mediante sofismas de
distracción por quienes ejercen el
poder político, económico y social?
Acompañemos este discurso con un planteamiento agudo del
asunto que nos dice…Vivimos una época trascendental, lo cual significa que los
cambios de paradigma no solo son necesarios, sino imprescindibles.... y
agrega... y no hay que olvidar que América latina ha aprendido a costa de mucho
dolor, que, si en el país de los ciegos el tuerto es rey, en las sociedades
enfermas son los necrófilos los que detectan el poder....
Conque visión social
vislumbró Bolívar lo que nos sucede hoy
señalando que” un verdadero sistema político es el que genera mayor felicidad,
mayor seguridad social y mayor suma de estabilidad política “. El pensamiento
Bolivariano no era otro que encausar el cambio social en beneficio del país y
la formación de nuevos procesos colectivos para crear una sociedad comunitaria.
marsblawyer@gmail.com
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