Por Franklin Ledezma Candanedo:
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las
Naciones Unidas (ACNUDH), Michelle Bachelet, presentó ante el Consejo de DDDHH
un avance sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela.
“Estoy sumamente preocupada por la magnitud y la gravedad de
la repercusión de la crisis actual sobre los derechos humanos, que constituye
además un inquietante factor de desestabilización regional”, dijo Bachelet, sin
aclarar el nombre del autor principal de esa crisis, que no otro que la bestia
(666) imperialista genocida e intervencionista y los siervos del patio que
siguen sus mandatos, aglutinados en el grupo de Lima.
El reconocido abogado estadounidense experto en el campo de
los derechos humanos, Alfred de Zayas, fustigó el documento que calificó como
"defectuoso y decepcionante".
Indicó, además, que "el informe debería haber condenado
claramente la violencia de los líderes de la oposición de extrema derecha y los
llamamientos a la intervención extranjera en Venezuela (...) está
lamentablemente desequilibrado y no saca conclusiones que puedan ayudar al
pueblo venezolano”.
Por su parte, el nieto de Salvador Allende, Pablo Sepúlveda
Allende, describió las razones por las
que considera que el Informe de Bachelet es parcializado, deshonesto, cobarde y
peligroso para Venezuela.
Radiografía de una impostora
Esta política chilena fue la primera mujer que alcanzó la
presidencia de la República. Después de su primer mandato (2006-2010), presentó
de nuevo su candidatura en los comicios presidenciales de 2013, siendo elegida
para un segundo mandato (2014-2018).
Se decía y actuaba como una socialista convencida, por lo
que recorrió un largo camino de dolor y muerte antes de llegar a la primera
magistratura del país. Su vida estuvo profundamente marcada por la trayectoria
de su padre, el general de brigada aérea Alberto Bachelet, un militar de ideas
liberales, cercano a la masonería, que tras el golpe de estado de Augusto
Pinochet (11 de septiembre de 1973), fue detenido y torturado hasta la muerte.
En 1970, concluida su formación secundaria en Santiago,
ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, al tiempo que
comenzaba su presunta militancia en la Juventud Socialista, para “apoyar” la
Revolución a la chilena. Era el tiempo del gobierno de la Unidad Popular (UP),
del que formaba parte su padre como encargado de la Oficina de Distribución de
Alimentos, cuya función era contrarrestar el boicot que sectores de la derecha
habían emprendido contra la gestión de Salvador Allende.
Michelle Bachelet y su madre, Ángela Jeria, el 10 de enero
de 1975, fueron también arrestadas, cuando dos agentes de la DINA -la temida
policía política de Pinochet- las llevaron a Villa Grimaldi, el lugar donde
miles de chilenos fueron torturados durante la dictadura. Una vez recuperada la
libertad, madre e hija viajaron como exiliadas a Australia.
En el campus universitario fue testigo del asalto militar al
Palacio de la Moneda que el 11 de septiembre de 1973, derrocó al gobierno
democrático de Salvador Allende. El mismo día del golpe de estado, el general
Alberto Bachelet fue detenido acusado de traición a la patria. Apresado y
torturado, murió seis meses después en la cárcel.
A partir de 1979, no abandonó convenientemente su activismo
político y trabajó en una ONG de protección a la infancia, que ejercía labores
específicas con los hijos de detenidos y desaparecidos en Santiago y Chillán.
Después de 17 años de férrea dictadura, regresó a Chile en
1998 y su nueva formación le permitió incorporarse como asesora al Ministerio
de Defensa,
en tanto que, demagógicamente, fortalecía su ascensión en
las filas del Partido Socialista. En 1995 fue elegida miembro del Comité
Central y entre 1998 y 2000 formó parte de su Comisión Política.
Muy pronto olvidó la odisea mortal de su padre, a manos de
los asesinos de Pinochet e, incluso sus propios sufrimientos y exilio, junto
con su madre y otros familiares cercanos, para asegurarse, después de su último
mandato, un bien remunerado cargo en el organismo mundial, y hacerle el “favor”
al imperio neo fascista depredador de recursos estratégicos de países hermanos,
entre otros, Irak, Libia y Venezuela.
Otros ejemplos más que retratan de cuerpo entero a la
impostora:
Fueron continuas las violaciones de los Derechos Humanos y
la brutal represión del pueblo Mapuche mientras fue presidenta de Chile. Por
otra parte, durante la realización en agosto de 2007, de protestas convocadas
por organizaciones sindicales y estudiantiles descontentas con la política
neoliberal de Bachelet, la represión ordenada por ésta dejó unos 50 heridos y
372 detenidos. Léase al respecto, el bien logrado aporte del Periodista Sergio Rodríguez Gelfenstein
(https://barometrolatinoamericano.blogspot.com/2019/07/es-la-hija-del-general-bachelet-nada-mas.html).
Bajo ese disfraz de socialista militante y de progresista
convencida, escaló, en dos períodos, la presidencia de la república de Chile,
sin que jamás favoreciera la noble y justa causa de la Patria hermana de
Bolivia, de una salida a su mar soberano, que siempre tuvo desde la época del
Libertador Simón Bolívar.
Echó al tinaco de la basura las diáfanas palabras solidarias
del Presidente Mártir, Salvador Allende, quien aseguró:
“Ha llegado la hora de la gran reparación de una injusticia,
Chile tiene una centenaria deuda y estamos dispuestos a emprender una solución
histórica. Bolivia retornará soberana a las costas del Pacífico. No le pedimos
nada al sufrido pueblo trabajador boliviano, queremos solamente reparar el
despojo cruel del que ha sido víctima. Los escritores y todos los hombres y
mujeres de buena voluntad deben venir a Chile y explicar sus anhelos, discutir,
crear las condiciones objetivas y subjetivas en el pueblo chileno para poder
llegar al feliz entendimiento” - Salvador Allende (Chile).
En el año 2004 el escritor boliviano Néstor Taboada Terán
publicó el ensayo "Salvador Allende. ¡Mar para Bolivia!", como
resultado de varias entrevistas realizadas en Chile durante los años 1969
-1970, sobre el tema marítimo a Salvador Allende, entonces candidato y después
presidente de Chile.
Pablo Sepúlveda Allende, nieto de expresidente socialista
chileno Salvador Allende, y coordinador internacional de la Red de
Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, también aseguró que a
Chile no le costaría nada darle una salida soberana al mar a Bolivia.
Este tema fundamental
nunca contó con el respaldo de la presunta lidereza socialista, que hoy
derrama veneno sobre la Patria hermana de Venezuela, haciéndole el mandado a su
patrón, la bestia (666) genocida imperialista, a secuaces de la peor calaña, el
grupo de Lima y a apátridas corruptos internos y foráneos, quienes siguen
ofendiendo al Libertador, su ideario inconcluso y atacando ferozmente a sus
mejores y fieles discípulos, el Comandante Invicto, Fidel Castro Ruz, al
Comandante Eterno Hugo Chávez Frías y al compañero Presidente obrero, Nicolás
Maduro Moro. Fraternal saludo y adelante siempre adelante (indoame08).
(*) El autor es miembro fundador v directivo de la
Asociación Americana de Periodistas Bolivarianos, Capítulo de Panamá, de la Red
Bolivariana “Victoriano Lorenzo”, Héroe de la Revolución Libertaria, en Defensa
de la Humanidad, del Comité Panameño “Mar para Bolivia”, del Círculo Literario
“León A. Soto”, Periodista y Escritor, columnista de Opinión, agro ambiental y
turístico, por el Desarrollo Sostenible de Panamá.
indoame08@gmail.com
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