Por Jorge Antonio Hernández:
Un homúnculo es un ser humano de tamaño muy pequeño. El
término, que tiene su raíz etimológica en el vocablo latino homúnculos, suele
usarse en sentido despectivo, de acuerdo con lo indicado por la Real Academia
Española (RAE) en su diccionario.
La idea de homúnculo irrumpió en la alquimia. Se creía, en
la antigüedad, que los homúnculos eran humanoides que surgían combinando
órganos o fragmentos humanos con otros materiales: el resultado era una especie
de híbrido diminuto con vida.
Los supuestos procedimientos para crear homúnculos eran
variados y, por supuesto, carecían de cualquier tipo de rigor científico. Desde
rociar una raíz de mandrágora con miel, leche y sangre hasta combinar mercurio
con cabello o piel de una persona, pasando por inyectar semen en un huevo de
gallina, se postularon múltiples procesos que obviamente nunca dieron un
resultado posible de comprobar.
También se pensó que los espermatozoides eran homúnculos ya
que, ante la poca resolución de los microscopios más antiguos, se suponía que tenían
forma de hombre en miniatura. Esto llevó al desarrollo de una teoría que
sostenía que los espermatozoides eran homúnculos que crecían en el vientre de
la mujer hasta formarse totalmente y nacer como bebés.
En la literatura, se entiende que los homúnculos son
criaturas creadas en laboratorios o a través de rituales. Por lo general se
trata de seres idénticos a sus creadores, aunque muchísimo más pequeños.
Estos homúnculos suelen convertirse en sirvientes o
asistentes de quienes los crearon. En ocasiones, el vínculo es tan estrecho que
cuando el creador muere, el homúnculo también fallece.
REFERENCIAS: Autores: Julián Pérez Porto y Ana Gardey. Publicado: 2018.
Actualizado: 2019. Definición de homúnculo (https://definicion.de/homunculo/)
Resulta algo chocante empezar un artículo con una cita de
esta naturaleza, como es el caso, pero se torna relevante cuando esa cita la
aplicamos a algunos personajes de la fauna de la derecha venezolana que quieren
someter al pueblo llano al público ludibrio. Si tomamos el último párrafo de la
larga cita que he insertado antecedentemente, llegamos a la conclusión de que
el Sr. USURPADOR, Juan Guaidó, es un homúnculo, ya que cumple a cabalidad el
papel asignado a ellos, como son los de convertirse en sirvientes o asistentes de
quienes lo crearon, de suerte que si el creador, en este caso los Estados
Unidos, lo abandona, lo que equivale a que muere, el homúnculo, o lo que es lo
mismo, el Sr. Guaidó, también perecería.
Desglosemos un poco la definición de homúnculo para que detectemos
que realmente el USURPADOR es uno de ellos, sin lugar a duda. Primero dice que
“se entiende que los homúnculos son criaturas creadas en laboratorios o a
través de rituales. Por lo general se trata de seres idénticos a sus creadores,
aunque muchísimo más pequeños”.
Y díganme ustedes, ¿no es Guaidó una criatura creada en los
laboratorios del imperio más poderoso del mundo, pero con los pies de barro,
como una vez dijera el comandante Fidel? ¿De dónde salió esa figura desconocida
en esos momentos hasta que mirando para arriba y en una plaza de Venezuela se
declarara presidente, siendo inmediatamente reconocido por su creador, el
imperio? Sin titubeo, de los laboratorios que tienen los E.E.U.U. que dirigen a través de las agencias como la
CIA.
¿O podemos decir que este USURPADOR es acaso un
espermatozoide, a los que llamaron en su momento homúnculos, por lo pequeñito y
cabezón que ha resultado ante los grandes desafíos de los problemas de
Venezuela?
Lo que sí estoy seguro es que el USURPADOR, apoyado por los
E.E.U.U. y un número relativamente pequeño de países de Latinoamérica y
europeos, aunque ya Alemania se salió de ese tollo; se ha quedado íngrimo y eso
se nota en las manifestaciones convocadas por él, donde cada vez, como ha
sucedido este 5 de julio, menos personas asisten, tan pocas que su soledad debe
darle pavor en las noches oscuras de su habitación.
Están por celebrarse nuevas rondas de negociaciones en
Noruega y aunque el imperio no comulga con las mismas, porque distorsiona sus
planes (más de lo que están), el homúnculo, en su retórica de decir hoy una
cosa y mañana otra, ha afirmado que no le teme que sus representantes vayan a
Oslo a reunirse con los representantes del gobierno venezolano. Y yo digo:
siendo un personajillo dependiente de su creador, el imperio, como todo
homúnculo, según se desprende de la leyenda de este ser abominable, ¿podrá él
con su equipo tomar decisiones en Noruega que contravengan a su amo cuando
sabemos la dependencia total que tiene del mismo? Lo dudo.
El amo del norte está muriendo, será una muerte larga y
penosa. Se morirá por parte. En primer lugar, se muere lo que le da sustento
ante las economías de los pueblos del mundo: sus finanzas, el peso específico
de su moneda está en franca decadencia y según florezcan otras economías
emergentes, desfallecerá más su moneda, lo que da pie a decir que pronto, muy
pronto, en el calendario de la historia, no podrá ese imperio cometer destrato
con los pueblos que luchan por su independencia definitiva.
En ese mismo tenor, pero de forma ascendente el homúnculo de
Guaidó irá desapareciendo, tal como quedó evidenciado en la última convocatoria
de su “marcha triunfal”, con la que le hacía creer a sus conmilitones que la
“era de la dictadura” estaba llegando a su final y resulta que el resultado ha
sido, hasta ahora, al revés, quien sí está tocando fondo, por sus errores, sus
mentiras a sus seguidores, pero mucho más porque el imperio se muere, se
deshace de ese personaje que ya representa un incordio y lo abandona a su
suerte. Así es como terminan los homúnculos, muriendo porque el amo que le dio
vida también muere y en los tiempos por venir, cercanos solo recordaremos que
hubo una vez un homúnculo propio de la cultura de un imperio que inventa ese
tipo de ser para lograr objetivos a corto plazo para el involucrado, pero a
largo plazo para el imperio.
Los homúnculos no tienen vida y Guaidó no escapa a ese
designio.
jorgehernandez4508@gmail.com
Muy interesante y desafiante para el ingenio de los mortales como yo...humildemente gracias
ResponderEliminarexcelente descripción "contranatura" de quienes afortunadamente gozan de una vida cautiva y muy atada..de la naturaleza humana y el ingenio del hombre solo nos habíamos recreado en la figura de un Frankestein y aquellos seres llamados Liliputenses..!nada comparable para este ser nacido de los Laboratorios mediáticos direccionados por Tanques Pensantes..No hace la narrativa mención a los tiempos exactos de duración y vencimiento del producto en cuestión..Se loseguiran consumiendo vencido muchos que aún en su ignorancia creen que pudiera ser la Esperanza Blanca..como en aquellos tiempos que nadie derrotaba a los Pesos Pesados de Color..Me sentaré a la vera del camino a ver pasar ambos cadaveres..uno primero y el otro despues..porque juntos imposible!
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