Por Pedro Echeverría V.
1. Aunque el
presidente López Obrador sabe, tiene todos los elementos, para poner en prisión
a los cinco expresidentes que aún viven por saquear al país, por gobernar el
beneficio de un millar de grandes millonarios y mantener al 80 por ciento de la
población en la pobreza y la miseria, está confrontado con ellos, pero mantiene
un terrible miedo de hacerlo. Lo contrario fue el gobierno de López Mateos
(1958-64) que siguiendo la tradición de todos los gobiernos burgueses del PRI
reunió a todos los expresidentes a su alrededor y les dio trabajo y
responsabilidad.
2. Recuerdo que a Lázaro Cárdenas le dio para dirigir la
Siderúrgica de Michoacán; a Miguel Alemán la secretaría de Turismo, y así
sucesivamente a los siete expresidentes que vivían les dio trabajo. Pero
obviamente todos los presidentes “tenían prohibido criticar a sus antecesores y
estos tenía prohibido hablar mal de quien gobernaba”. Así era el PRI y el PAN
hasta que apareció López Obrador que parece que con sus críticas “no dejará
títere con cabeza” porque por lo menos en los últimos 30, todos, dejaron a
México en terrible bancarrota.
3. Aquellos presidentes, todos nacidos del PRI
mantuvieron mucha disciplina y fidelidad porque todos entraban a robar, a
saquear el país, por ello al tomar el gobierno o un cargo, aunque les hubieran
dejado sin nada, su obligación fue siempre el silencio, limpiar todas las
huellas y cuidar a sus antecesores. Por
ello el PRI fue siempre, desde que se fundó en 1929, un partido unido (un nido
de víboras, como dice el pueblo) El PAN fue su mejor alumno, porque le bastaron
dos sexenios de gobierno para ser igual o peor que el PRI, robando y
asesinando.
4. El PRD no
llegó a la Presidencia, pero con lo que demostró en su corta vida de 20 años
como legisladores y presidentes municipales, fue suficiente para demostrar que
pudo ser peor que los dos. En sus últimos cinco años de vida renunciaron al PRD
el 80 por ciento de sus militantes y hoy está a punto de desaparecer. Muy
distinto, López Obrador –del partido Morena- en los seis meses que lleva
gobernando está demostrando que es absolutamente diferente. Ha denunciado todo
y repetido sus denuncias, sólo le falta decidirse a cumplir los castigos que
prometió.
5. No puedo olvidar que al iniciarse el gobierno de López
Mateos (1958-64) también me inicié en política al conocer la criminal represión
de la policía y el ejército contra los ferrocarrileros y luego contra los
maestros encabezados por Othón Salazar. Vi en estos años que el presidente
López Mateos decía que era “de izquierda, pero dentro de la Constitución”; la
realidad es que gobernaba para la derecha y los conservadores, sobre todo al
ver su política criminal contra ferrocarrileros, maestros y al mandar asesinar
al líder campesino Rubén Jaramillo.
6. Quería congraciarse – para manipular con mayor
efectividad- el presidente ALM con la posición de centro-izquierda del PRI que
encabezaba el expresidente Lázaro Cárdenas (1934-40) que apoyaba la revolución
cubana y viajó a Cuba para apoyar a Fidel Castro. Pero al mismo tiempo ALM se
congraciaba con la derecha empresarial guiada por el expresidente Miguel Alemán
(1946-52), con fuerte apoyo de los EEUU. López Mateos parecía tontito, pero la
realidad es que fue el ejemplo del centrismo político del PRI que siempre les
jugó el dedo en la boca a los políticos cardenistas y panistas.
7. Con esa posición centrista del PRI, el presidente López
Mateos sumaba apoyo de los intelectuales de izquierda o progresistas con
Cárdenas y sus seguidores (Marcué Pardiñas, Flores Olea, González Pedrero,
Heberto Castillo, a su hijo Cuauhtémoc, Alonso Aguilar, Carlos Fuentes, Octavio
Paz) que crearon (yo colgado ahí, desde Yucatán) en 1961 el “Movimiento de
Liberación Nacional” y comités de apoyo a Cuba. Pero del otro lado Miguel
Alemán, la derecha y empresarios del país fundaron el “Frente Cívico de
Afirmación Revolucionaria” para consolidar las organizaciones derechistas.
8. El presidente
López Mateos -que se decía del Estado de México, a pesar de estudios de
investigadores- nunca se supo con firmeza si era mexicano o guatemalteco, quién
fue su padre y cuántos años realmente tenía. Actuó con enorme habilidad
política al no votar por la expulsión de Cuba de la OEA haciendo un guiño a la
izquierda; pero mantuvo a decenas de presos políticos en prisión (Vallejo,
Campa, Siqueiros) para mantener mareados a izquierda y derecha. La realidad es
que la represión ferrocarrilera y los presos políticos fueron su identidad.
9. Algunos desde la
izquierda apoyamos con todo lo que cuanto podemos y al mismo tiempo criticamos
–positivamente- como se dice, para empujar hacia posiciones más consecuentes.
La derecha se ha lanzado con todo buscando derrocar del gobierno a López Obrador.
Hay algunos sectores de izquierda que erróneamente dicen que López Obrador es
más de lo mismo y se niegan a analizar a fondo las posibilidades de que se
abran caminos para avanzar un poco. Quizá ello les lleve a arrepentimientos
cuando no se pueda recuperar nada.
10. Hay una gran masa de la población que sostiene, que
apoya a López Obrador contra viento y marea; eso está bien mientras tengan
capacidad de pensamiento para resistir los mil un argumento que construyen la
derecha y el empresariado a partir de las trampas y calumnias que comienzan a
desatarse. Sigo pensando en la extensión de trabajo ideológico, en la educación
política del pueblo para que descubra el engaño de sus enemigos. Supongo que en
cada estado de la República deben estar funcionando por lo menos 10 seminarios
de por lo menos 100 simpatizantes o seguidores de Morena. (28/VI/19)
alterar26@gmail.com
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