jueves, 4 de julio de 2019

López Obrador único presidente diferente: en vez de apapachar a expresidentes, los denuncia



Por Pedro Echeverría V.
 1. Aunque el presidente López Obrador sabe, tiene todos los elementos, para poner en prisión a los cinco expresidentes que aún viven por saquear al país, por gobernar el beneficio de un millar de grandes millonarios y mantener al 80 por ciento de la población en la pobreza y la miseria, está confrontado con ellos, pero mantiene un terrible miedo de hacerlo. Lo contrario fue el gobierno de López Mateos (1958-64) que siguiendo la tradición de todos los gobiernos burgueses del PRI reunió a todos los expresidentes a su alrededor y les dio trabajo y responsabilidad.


2. Recuerdo que a Lázaro Cárdenas le dio para dirigir la Siderúrgica de Michoacán; a Miguel Alemán la secretaría de Turismo, y así sucesivamente a los siete expresidentes que vivían les dio trabajo. Pero obviamente todos los presidentes “tenían prohibido criticar a sus antecesores y estos tenía prohibido hablar mal de quien gobernaba”. Así era el PRI y el PAN hasta que apareció López Obrador que parece que con sus críticas “no dejará títere con cabeza” porque por lo menos en los últimos 30, todos, dejaron a México en terrible bancarrota.

 3.  Aquellos presidentes, todos nacidos del PRI mantuvieron mucha disciplina y fidelidad porque todos entraban a robar, a saquear el país, por ello al tomar el gobierno o un cargo, aunque les hubieran dejado sin nada, su obligación fue siempre el silencio, limpiar todas las huellas y cuidar a sus antecesores.  Por ello el PRI fue siempre, desde que se fundó en 1929, un partido unido (un nido de víboras, como dice el pueblo) El PAN fue su mejor alumno, porque le bastaron dos sexenios de gobierno para ser igual o peor que el PRI, robando y asesinando.

4.      El PRD no llegó a la Presidencia, pero con lo que demostró en su corta vida de 20 años como legisladores y presidentes municipales, fue suficiente para demostrar que pudo ser peor que los dos. En sus últimos cinco años de vida renunciaron al PRD el 80 por ciento de sus militantes y hoy está a punto de desaparecer. Muy distinto, López Obrador –del partido Morena- en los seis meses que lleva gobernando está demostrando que es absolutamente diferente. Ha denunciado todo y repetido sus denuncias, sólo le falta decidirse a cumplir los castigos que prometió.

5. No puedo olvidar que al iniciarse el gobierno de López Mateos (1958-64) también me inicié en política al conocer la criminal represión de la policía y el ejército contra los ferrocarrileros y luego contra los maestros encabezados por Othón Salazar. Vi en estos años que el presidente López Mateos decía que era “de izquierda, pero dentro de la Constitución”; la realidad es que gobernaba para la derecha y los conservadores, sobre todo al ver su política criminal contra ferrocarrileros, maestros y al mandar asesinar al líder campesino Rubén Jaramillo.

6. Quería congraciarse – para manipular con mayor efectividad- el presidente ALM con la posición de centro-izquierda del PRI que encabezaba el expresidente Lázaro Cárdenas (1934-40) que apoyaba la revolución cubana y viajó a Cuba para apoyar a Fidel Castro. Pero al mismo tiempo ALM se congraciaba con la derecha empresarial guiada por el expresidente Miguel Alemán (1946-52), con fuerte apoyo de los EEUU. López Mateos parecía tontito, pero la realidad es que fue el ejemplo del centrismo político del PRI que siempre les jugó el dedo en la boca a los políticos cardenistas y panistas.

7. Con esa posición centrista del PRI, el presidente López Mateos sumaba apoyo de los intelectuales de izquierda o progresistas con Cárdenas y sus seguidores (Marcué Pardiñas, Flores Olea, González Pedrero, Heberto Castillo, a su hijo Cuauhtémoc, Alonso Aguilar, Carlos Fuentes, Octavio Paz) que crearon (yo colgado ahí, desde Yucatán) en 1961 el “Movimiento de Liberación Nacional” y comités de apoyo a Cuba. Pero del otro lado Miguel Alemán, la derecha y empresarios del país fundaron el “Frente Cívico de Afirmación Revolucionaria” para consolidar las organizaciones derechistas.

8.  El presidente López Mateos -que se decía del Estado de México, a pesar de estudios de investigadores- nunca se supo con firmeza si era mexicano o guatemalteco, quién fue su padre y cuántos años realmente tenía. Actuó con enorme habilidad política al no votar por la expulsión de Cuba de la OEA haciendo un guiño a la izquierda; pero mantuvo a decenas de presos políticos en prisión (Vallejo, Campa, Siqueiros) para mantener mareados a izquierda y derecha. La realidad es que la represión ferrocarrilera y los presos políticos fueron su identidad.

 9. Algunos desde la izquierda apoyamos con todo lo que cuanto podemos y al mismo tiempo criticamos –positivamente- como se dice, para empujar hacia posiciones más consecuentes. La derecha se ha lanzado con todo buscando derrocar del gobierno a López Obrador. Hay algunos sectores de izquierda que erróneamente dicen que López Obrador es más de lo mismo y se niegan a analizar a fondo las posibilidades de que se abran caminos para avanzar un poco. Quizá ello les lleve a arrepentimientos cuando no se pueda recuperar nada.

10. Hay una gran masa de la población que sostiene, que apoya a López Obrador contra viento y marea; eso está bien mientras tengan capacidad de pensamiento para resistir los mil un argumento que construyen la derecha y el empresariado a partir de las trampas y calumnias que comienzan a desatarse. Sigo pensando en la extensión de trabajo ideológico, en la educación política del pueblo para que descubra el engaño de sus enemigos. Supongo que en cada estado de la República deben estar funcionando por lo menos 10 seminarios de por lo menos 100 simpatizantes o seguidores de Morena. (28/VI/19)
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