Por Diego Olivera Evia:
Algunas reflexiones sobre el socialismo
La idea de una sociedad de igualdad y solidaridad, surgió en
el marco de muchos pensadores revolucionarios, desde las primeras nociones
humanistas de Jacobo Rousseau, sobre el tema de la desigual y su propuesta de
contrato social, tratando de dar una explicación a las diferencias entre los
hombres, como condenar el poder de las clases económicas. De esa misma manera
la Revolución Francesa, en sus primeras declaraciones, clamaba una vía
humanista, al acuñar su filosofía de “igualdad, fraternidad y solidaridad” en
la sociedad francesa de la época., posteriormente fue ahogada por el incipiente
desarrollo de la clase burguesa.
La revolución industrial en Inglaterra, generó nuevas formas
de industrialización, con maquinarias de vapor, con energía eléctrica, para
organizar talleres y fábricas, dando origen a una clase social económica la
burguesía, que sustituía en el poder a los nobles y los señores feudales
(terratenientes). También en ese contexto surgía, un nuevo sujeto laboral, el
obrero asalariado, denominado en su época siglo IXX proletario (de prole,
referido a la participación de familias en estas industrias o talleres), de la
misma manera, la explotación de las minas, genero el sector de los mineros, los
cuales extraían los minerales para la industrialización.
Las nuevas formas de producción industriales condenaban a la
explotación y al hambre a los trabajadores.
En ese marco de una nueva forma de explotación, donde los
obreros trabajaban por salarios miserables, en extenuadas jornadas de trabajo,
que costaban la vida, por la ausencia de normas de seguridad, como de
salubridad, como la falta de una alimentación adecuada. Surgen pensadores,
conocidos hoy como socialistas utópicos, Robert Owen fue la figura más notable
de los pensadores ingleses, se preocupaba por mejorar las condiciones de los
obreros, trató de llevar a la práctica
sus ideas sobre la organización del trabajo y la distribución de la riqueza,
estableciendo el seguro social, bibliotecas, escuelas para niños y adultos, y
otras prestaciones para los obreros, en una comunidad que llamó New Harmony.
El pensador francés Charles Fourier creo El
"phalanstère" o "falansterio" (pequeñas comunidades de
hombres y mujeres en los que cada uno elegía su trabajo, en algunos países
llegaron a funcionar, pero muchos fracasaron), otros como Saint Simón,
abundaron en ideas de comunidades humanas, pero las mismas sucumbían ante el
arrollador crecimiento, de una burguesía industrializada, que conquisto el
poder en toda Europa y EEUU.
El legado del pensamiento humanista, sucumbía ante una
poderosa nueva ideología el capitalismo, donde el ser humano se transformaba en
un engranaje más de la industria o los servicios, la explotación y la falta de
una conciencia de los obreros, por comprender el nuevo fenómeno de la
explotación.
Surge en la mitad del siglo IXX el concepto del socialismo
como forma de sociedad.
En esa realidad económica y política que surge, el
pensamiento y la filosofía de Karl Marx, como otros pensadores socialistas, sus
definiciones económicas y la investigación de las leyes de la dialéctica en el
proceso social e histórico, revolucionan la mitad del siglo IXX. Su llamamiento
a los trabajadores a organizarse, para defender sus derechos, lo transforman en
el eje revolucionario, de la Comuna de Paris, sus constantes trabajos en
revistas, que el mismo dirigía, fueron censurados en Francia y Alemania.
Marx nunca acepto el apodo del padre del marxismo, desestimo
en vida una apología a su persona, no se consideraba de ningún modo el fundador
del socialismo ni despreciaba a los pensadores anteriores, como puede
comprobarse en la siguiente cita: “En cuanto a mí, no me cabe el mérito de
haber descubierto ni la existencia de las clases en la sociedad moderna ni en
su lucha entre sí”.
El gran aporte económico fue definir en el concepto de
plusvalía, la explotación de los trabajadores, al demostrar que la ganancia del
capitalista, no estaba en la venta de la mercancía, sino, en la apropiación del
valor real del trabajo, que encerraba cada una de ellas, al pagar menos la
fuerza laboral, le quedaba su ganancia, la cual encubría como costo de
producción.
Marx en sus estudios, profundizo sobre la historia, trato de
sintetizar los mejores aportes del pensamiento humano, desde la antigua Grecia
con sus importantes filósofos, como las corrientes humanistas y los pensadores
del socialismo utópico. Sobre sus trabajos manifestó “que eran una síntesis de
la filosofía y del pensamiento de la humanidad en la historia”
El breve esbozo de algunas ideas humanistas y socialistas
dan el marco a algunas reflexiones.
La principal es la vigencia del socialismo, como única
alternativa al capitalismo, pero esta definición nos hace reflexionar, sobre
como es el socialismo que queremos, las experiencias del siglo XX, no han
demostrado, que un modelo vertical de sociedad, donde la concentración de las
decisiones, está en pocas manos, nos aleja al sentido de una verdadera
participación social, en las decisiones de nuestra sociedad.
Esto no implica que no haya una organización del estado
socialista, ni un partido socialista, los cuales, son instrumentos
imprescindibles en la construcción de la nueva sociedad, pero debemos dotar a
todas estas instancias, de un verdadero sentido democrático socialista, de una
verdadera integración de los sectores sociales, en las decisiones políticas,
económicas, como en los servicios.
El fracaso del socialismo verdadero, se generó en la
sustitución del pueblo, por aparatos burocráticos del estado y los partidos
comunistas, se hablaba en nombre del pueblo, pero las decisiones no pasaban por
las organizaciones populares. Hoy el nuevo modelo de socialismo, debe crear mecanismo
de control social, para garantizar el avance de la nueva sociedad, pero estos
controles deben tener acceso a las estructuras de la organización del gobierno
y el partido, debe ser escuchados sus propuestas, reclamos o denuncias, solo en
una interrelación pueblo e instituciones, se podrá alcanzar un nuevo modelo
eficiente, para no caer en burócratas acomodados, que gozan de privilegios, por
encima del resto de la sociedad socialista.
Debemos dotar al socialismo de una visión humanista.
Cuando reflexiono sobre el tema del humanismo, recuerdo una
conversación con un destacado intelectual, la misma giraba sobre el comandante
“Che” Guevara, yo le manifestaba su carácter humanista, su convicción del
humanismo en la revolución. Su respuesta académica a mi punto de vista, fue
lacónica “yo te voy a demostrar, que el humanismo es idealismo, no es
marxismo”.
Ante esa abrupta respuesta, mi posición fue bien clara, si
es más importante son las estructuras, el poder político, que están por encima
de las necesidades del ser humano,
entonces nos alejamos de la
esencia de un modelo revolucionario y socialista, Porque creemos en el
socialismo, luchamos por una sociedad humanizada, donde todos los ciudadanos
puedan disfrutar de igualdad de condiciones, ser humanista no contradice al
socialismo, por el contrario lo nutre a la nueva sociedad, de valores éticos y
morales, de una visión sensible a las injusticias, como son la necesidades de todos los seres humanos.
El “Che” siempre decía que “cada acción de nosotros los
revolucionarios, tiene una gran dosis de humanismo”, si valoramos que
construimos una nueva sociedad, el sujeto principal es el ser humano, son sus
necesidades y sus sueños, no podemos pensar por ellos, debemos crearles lo
canales, para poder lograr cada día elevar su calidad de vida, como de la
sociedad que queremos construir”.
Estos conceptos desarrollados en una visión social y
humanistas, dan una concepción ética, moral, ahora violentadas estas ideas por
lo conceptos fascistas en Europa, EEUU y países de América Latina, como el
Brasil de Bolsonaro, con sus esvásticas
en las escuelas, el modelo reaccionario de Macri en Argentina, el
fascismo en Chile con la constitución de Pinochet, el modelo criminal fascista
de Colombia, con decenas de luchadores sociales, como ex FARC asesinados, como
los narcotraficantes y los paramilitares, esta
realidad imprime una crisis social y humana, apostillado por las
sanciones de Trump contra Venezuela, Cuba, Nicaragua y presiones en Bolivia, la
crisis en Haití de lesa humanidad, marcan un mundo en crisis, con guerras y
amenazas.
Periodista y Analista Geopolítico
diegojolivera@gmail.com
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