sábado, 1 de junio de 2019

Entre la razón y el instinto


Por Mariano Sierra:
Breve ensayo sobre la irracional social y política

Ante el convulsionado y entramado actuar del hombre que asume unos roles de justicia y de paz convergen el hombre que calla sus desigualdades, el que hace violencia, el intolerante, el apático, el sin sentido, converge el hombre que maltrata, que asesina, que roba, que   reboza en la mentira, convergen las instituciones sociales y constitucionales al mando de cesares de la decadencia y la tiranía, de la impunidad, del cartel de la salud, y tantos otros carteles que tienen azotado al país que emanan como hormigas por doquier sin dejar  institución alguna  libre de este flagelo.


Convergen el político que cunde en promesas y retórica, que se desplaza llevando ilusiones, que ante sus instintos y culpaciones tiene el cinismo de ser inocente. Convergen el creyente que pisotea la iglesia para mostrarse ante Dios ser su hijo, pero se revuelca en sus pasiones, en sus afrentas contra la sociedad, convergen los padres que arremeten contra sus hijos que evocan sermones de ética, pero después se muestran como el ser más lacra asumiendo actos de violencia con instinto leviatán, con expresiones de oración que profanan la fe del hogar y de creyente.

Se es o no se es. Predicamos y no practicamos, incongruencia total. Vivimos muchas veces doble vida para cuidar identidades e intereses. Criticamos la vida ajena y no revisamos como es la nuestra, condenamos, juzgamos sin piedad, pero nuestro interior nos absuelve y no nos deja mirarnos como actuamos, no aceptamos nuestras culpas en medio de las odiseas que promulgan expresiones banales. Predomina el poder con el cual creemos que es la vía para ser ciudadanos. Mas aun cuando ese poder obnubila, crece desbordado imponiendo la muerte con el fortín nefasto del narcotráfico.

El hombre seduce a Dios con oraciones y con fe ritual, con ficciones de actos de piedad contrarios a la fe evangélica que Jesús perpetuo con amor y servicio para toda la humanidad. Exigimos pulcritud. responsabilidad. lealtad, pero asumimos roles impropios con caretas de gran señor dejando entrever lo irracional frente a la razón, cual paramilitares, cual representantes de los ciudadanos.

Muchas personas de diferentes profesionalismos y países, en sus actos sobrepasan los límites, como violar conductas sociales y políticas que implican prácticas que desbordan la razón. El hombre hace lo que piensa, sueña, padece y lo que sus pasiones lo ciegan. En este afán invasivo pasa erguido recogiendo lo que la irracionalidad ha desencadenado en su ansiedad de ascender socialmente o de proteger determinados manejos. No es forzoso denunciar los abusos aberrantes de las autoridades y la funesta aplicación de la ley plasmada en los códigos como el de policía, contra el derecho al trabajo, contra la libre expresión, contra el derecho a defender su vida y honra, contra el derecho a la protesta por la violación de los derechos, contra los justos reclamos.

Conque falta de razón humana se manejan por diferentes países actos contra a aquellos hermanos inmigrantes, donde niños, mujeres y ancianos claman la gestión social, sacudidos por violencias, desalojos, violación de sus derechos, despojados de sus tierras, quedando al amparo de una esperanza que no se sabe, que en voluptuosas reuniones de gobernantes definen su suerte cual juego de azar, sin importar la esencia humana que se encarna en esos seres inmigrantes, porque importan más las jugosas ganancias  del oro negro o la competencia con el cruel  competidor.

El hombre irracional se pierde en lo negativo existente y se desdibuja en sociedad por sus hechos irracionales ,y ,sus errores no entran en la existencia de la transparencia y no es tal ante la aberrante actitud humana que separa los límites donde a un senado, disque representante del pueblo, le falta el valor humano para legislar contra el asbesto y el glifosato, ambos químicos portadores de la muerte y contra otros gestores de muerte, porque prima el interés por encima de la vida, intereses
 que se pagan con la sangre del pueblo que no es escuchado porque no tiene como pagar el pupitrazo de la indolencia, que se traduce en aprobaciones de leyes irracionales.

La política se convierte en irracional cuando asume posturas que violan las entrañas de la sociedad, violándole sus derechos y dignidades, engañando con discursos propios de la retórica llena de ilusiones, mintiéndole con entrópicos argumentos, ultrajando la constitución, desconociendo la democracia., ejerciendo la autoridad con secretos donde anida el egoísmo, la ambición y el trasegar de los intereses mezquinos. Toda política se satisface con gula con el dolor del pueblo y con el comportamiento de actos abominables, dadivas, mermeladas, nepotismos y sobornos.

La irracionalidad existente todo lo degenera como su aliado el capitalismo salvaje que absorbe haciendo trizas, Cosificando pensamientos, haciendo liquida toda gestión social, dejando sin claridad política y social todas las instituciones políticas y jurídicas sin ninguna manifestación de gestión social humanitario. La irracionalidad se contagia y penetra en las entrañas de la a sociedad por medio de la intolerancia atroz, de los actos compulsivos donde el instinto sale a reducir sembrando el odio, la muerte entre parejas, haciendo imputaciones injustas, perforando los lazos de vida, dividiendo a la gente acudiendo al conflicto moral y ético, acudiendo a las afrentas más voraces.
Los actos motivos de una sociedad indecisa y un gobierno sin rumbo no expelen valor alguno pues el interior esta asediado por drones destructores que circundan programados de sentires violentos, violencia integral y digital para que nadie escape del agujero negro de la ingobernabilidad.

El hombre está limitando su razón en un mundo donde lo irracional toma fuerza. La razón se ha perdido dando lugar a los impulsos fuera de contenido, pues la pérdida de valores y los principios humanistas toman otros rumbos. Michel Lynch dice que la razón …. se arrastra por su fragilidad y se nutre de sentimientos y pasiones para evitar que se extinga... Cuando el hombre convive con su dimensión incontrolable de poder y se alimenta de la toxicidad que nos rodea, necesita de valores y de ética para dominar sus impulsos extremos, pero hoy yace sin aliento, hasta que germinen implosiones y explosiones y seguro que allí será el chirrear de dientes de los irracionales.

La sociedad moderna padece el síndrome del control. El poder en las instituciones somete a las personas a la pérdida de su intimidad. Esta depredación vive el irracional asedio inhumano. El hombre vive bajo un control en todas las formas, por ello se dice que el hombre no se conduce lo conducen. Esta sociedad, de hoy, es el prototipo de un gran escenario donde se entrelazan muchas posturas deshumanizantes y en ese universo no hay excluyentes, pues se cierne un encadenamiento de todos los grupos y por dicha razón no se asume la existencia de la realidad. Solo se ven las ficciones de poder camufladas en imaginarios efímeros sin efectos de gobernabilidad.

La mentira gobierna y es cultura social como mecanismo para ocultar la verdad. Los gobiernos y los políticos en su gestión pública no escatiman su osadía para fabricar estructuras donde la mentira gira en lo económico, lo social, lo político, lo ambiental, lo jurídico, Lo institucional. En las gestiones públicas y privadas pululan a gran escala mentiras democráticas y constitucionales que contribuyen además a conservar el poder, maquinando leyes, decretos, acuerdos. Argumenta Maquiavelo con gran claridad este juego de gobierno diciendo…La política es juego de pasiones y de intereses....

Con la mentira se consolidan todos los actos de gobierno, todos los programas contractuales- Todos los actos sociales se estructuran sobre esa base, y sobre esa base es que la corrupción se forma. En Colombia la irracionalidad es sinónimo de violencia, masacres diversas, horror, pavor, dolor, terror, impunidad, desenfreno político, cultura de gobierno, es muerte física y psicológica, y política con pérdida de la dignidad y de humanismo, con el apoyo del enjambre de las redes sociales.

La irracionalidad es la alianza de varios estamentos entre sí. De gobierno con paramilitarismo, con militarismo, con políticos, con elites de poder, con la iglesia y movimientos sociales. Alianza estructurada desde ha tiempos para ejercer actos de desalojo, de desplazamiento, de aprovechamiento de tierras, de chuzadas, de falsos positivos y otros tantos falsos de distinta naturaleza que hoy siguen en el ambiente socio, político, de actos de ocultamiento de la verdad que se desplaza en una maraña de mentiras, mentiras que son el común denominador para gobernar.

Nietzsche dijo una vez... Queridos animales tengo la sensación de que los demás animales hemos perdido la cabeza, por la forma en que nos portamos con vosotros, pero por motivos equivocados. Bajo el pretexto de poseer unas facultades superiores, actuamos de una manera irracional, siguiendo sencillamente nuestros deseos de utilizaros o consumiros...

Nuestro hombre animal por creación-- evolución, hoy en el mundo militante, es limitado, asume la irracionalidad en todos los escenarios de la vida con el traje de potentado, de político, de gobernante, de ser social, dejando su huella de hombre que no es. Deambula por el mundo irracional que no es nada imaginario, nos lleva a evocar lo que produce en lo humano, el sentir el animal humano. No se pretende llegar al animal a lo humano, pero nos permite mostrar que el instinto del animal humano está lleno de amor, lleno de lealtad y desinterés. Recuperar el hombre nuevo, es producto de experimentar la realidad que produce el mundo de la naturaleza.

 Amor es todo, lo humano- humano. Si en la vida tenemos elementos no humanos, quiere decir que todo lo que constituye el orbe es vitalismo para el amor y la paz. La libertad la da la vida y todo su gran componente de vida.

Las guerras partidistas fueron verdaderos encuentros irracionales con aberrantes efectos para la población más débil. La historia del país es una historia donde el odio y la pasión produjo los más detestables sacrificios humanos bajo formas brutales.  Los horrores de las masacres tuvieron entre otros visos sociales que grandes gamonales se hayan apoderado y enriquecido con las tierras que les arrebataron a los campesinos con el   aval de un estado inoperante. Urge que se den los procesos inherentes, para que los hijos de la tierra reciban del estado el apoyo que les han quitado. Otra vida es posible, la merecen, si el estado cumple sus funciones constitucionales o de lo contrario la irracionalidad estatal sigue permitiendo que el campo se siga llenado de cruces de muerte.

Cuando de irracionalidad hablamos, no podemos dejar de expresar la incapacidad del estado para cumplir su función de ser el guardador de la vida, honra y bienes de los ciudadanos y dejar que sea la población quien asuma estos costos, caso Electricaribe. - Hasta la presente está en deuda con el país y ese es un delito irreprochable que amerita un sumario para una revocatoria del mandato. Estos aconteceres conllevan al derrumbe humanista, que se ha desbordado por culpa de tantos gobernantes que se ufanan de ser como dioses y por tal juegan con la dignidad humana que se supera con el aroma del cambio de vientos de paz.

El concepto razón está en crisis. Sufre los ataques de la irracionalidad del hombre- El ideal ético es formar en la sociedad como en las instituciones públicas seres responsables, justos, honestos, de valores, de transparencia que entiendan y practiquen el convivir social y político, el actuar consigo mismo, con la naturaleza y el gran cosmos. Todo actuar en el hombre implica ceder ante la barbarie para realzar al ser humano y su componente natura.

El perverso poder económico ha cambiado toda la dimensión psicológica, todo principio y toda ética, haciendo que el hombre se vuelva inflexible provocando cambios, formas de pensar y de convivir. La dominación económica irradia carácter irracional por los efectos que causa a raíz de su espíritu satánico incrustado en el dinero, donde la razón está cediendo. El espíritu económico, descontrolado en su esencia no engendra paz cuando se aparta de la solidaridad, cuando choca con la razón.

Que falta de unidad cuando nos comportamos fuera de los conceptos humanos, cuando hacemos de los irracionalismos parte de la cultura y del civismo, asumiendo actos basados en emociones, guiadas por nuestros mezquinos intereses. El mundo está lleno de paradigmas irracionales que surgen del interior del hombre, del desarrollo como persona contaminada por oscuros deseos que se han hecho hábitos incontrolables que colapsan las entrañas de la sociedad. Lo irracional y el poder se han convertido en una ambición supra del hombre de nuestra nación.

marsblawyer@gmail.com

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