Por Tony López R.:
En Colombia se ha creado un serio y grave enfrentamiento
político y jurídico entre el gobierno,
la institucionalidad jurídica y
parlamentaria, cuando el presidente Iván Duque Márquez, objetó seis
artículos de la Justicia Especial de Paz, (JEP) por razones “de
inconveniencia”. E insto al Congreso a debatir estos puntos a pesar de que la
Ley ya había sido aprobada por la legislatura en el 2017 y luego, revisada y
aprobada por la Corte Constitucional el año pasado.
Está posición del Presidente coloca a los congresistas en un
serio dilema, porque una vez aprobado
por el legislativo y la Corte Constitucional, si los legisladores vuelven a
debatir dichos puntos, pueden caer en
prevaricato, o como señala el actual Procurador General de la República, “Duque
ha creado un choque de trenes entre los poderes legislativos y judicial con el
ejecutivo y quiebra la institucionalidad”.
¿Se equivocó Iván
Duque o la oligarquía enemiga de la paz con gran poder en el gobierno, están poniendo en práctica el plan para
liquidar los Acuerdos de Paz?
El Presidente no se equivocó, está actuando de acuerdo al plan que desde
que se iniciaron en noviembre de 2012 los diálogos de paz en La Habana, se está
poniendo en práctica una operación política hasta liquidar el último vestigio
de lo que fuera las FARC-EP.
La propuesta de buscar una negociación con el movimiento
guerrillero está concebida en el plan
para eliminarlos, resultaba muy difícil acabar con la insurgencia por la vía de la guerra,
especialmente a las FARC-EP y el ELN. Se
pusieron en práctica varios planes
entre ellos el conocido Plan
Colombia durante el gobierno de
Andrés Pastrana. Se autorizó por el Presidente Uribe el establecimiento de
siete y más bases militares y se usaron
todos medios, armamentos más modernos y
asesoramiento militares, pero no
lograban sus objetivos, aún siguen ahí los insurrectos.
Hay que decir que tanto el Plan Colombia, como la presencia de las bases militares
estado unidenses en territorio colombiano, no solo estaban y están dirigidas a
la guerrilla, sino forma parte de este Plan contra Venezuela y en su momento a
quien más amenazaban eran a Brasil y Argentina, durante los gobiernos de Luis
Ignacio Lula da Silva y de Néstor y Cristina Kirchner.
Era preciso buscar el diálogo y sacar el mejor partido en
esas conversaciones, las que al fin logran con las FARC-EP que era la
prioridad, la oligarquía siempre ha creído que eliminadas las FARC
el ELN sucumbiría porque lo han considerado derrotados, craso error,
ahí los tienen y firmes en sus principios.
Siempre fue un objetivo de los gobiernos colombianos
eliminar a la insurgencia, también de
los Estados Unidos, sobre todo después del triunfo de la Revolución Bolivariana
en Venezuela, la fuerte presencia de la insurgencia en la frontera colombo
venezolana era una impedimenta para una
intervención militar en Venezuela y había que eliminar ese obstáculo.
Los diversos acontecimientos y hechos que se produjeron en la Mesa de Diálogo de La Habana sienta la pauta de cómo se iba ejecutando este proyecto. Voy a citar los
elementos fundamentales para llegar a la conclusión que el gobierno de Juan
Manuel Santos Calderón, utilizó todos lo
subterfugios posibles y fue haciendo caer en la trampa a las FARC-EP al ceder o
aceptar temas estratégicos y no
oponersele de manera rotunda. Veamos
cuales son estos temas.
- Desarrollar
fuera de Colombia los diálogos, fue uno de los primeros y graves errores, la
experiencia de Caracas y Tlascala fue muy negativa y reeditaron ese error. La
visión de los negociadores no es la misma dentro del país que fuera de ese
medio y la comunicación con su Secretariado y el Estado Mayor Central fuera del
país era en la práctica inexistente.
- No
cumplieron con el principio de que Nada está acordado hasta que todo esté
acordado. Quedaron 56 temas en el
“Congelador” algunos de ellos estratégicos.
- No
podían ceder en que al terminar y llegar a los Acuerdos de Paz, que estos no
fueran sometido a la aprobación de una Asamblea Nacional Constituyente
Corporativa, lo cual convertían los acuerdos en una política de Estado y por
tanto la aprobación de los tres poderes del Estado. El Gobierno no aceptó la
propuesta y las FARC cometió el estratégico error de aceptar la posición del
ejecutivo. Como si lo hizo el gobierno
de César Gaviria en el año 1991 cuando acepto la Constituyente propuesta
por AD-M19 al firmar
los Acuerdos de Paz. Esa es la
Constitución que rige hoy, aunque durante el gobierno de Álvaro Uribe
sufrió modificaciones perjudiciales a la sociedad.
- Al no
convocarse a una Asamblea Constituyente, los acuerdos quedaban entre las
FARC-EP y el Poder Ejecutivo y por tanto
el Congreso y el Poder Judicial tenían las manos limpias para actuar y así lo
hicieron, obviamente a favor de los intereses del sistema y del gobierno de
Santos Calderón.
- El
gobierno para dar la imagen de
democrático convocó unilateralmente a un
plebiscito por el SI o por el NO a los Diálogos de Paz. Con la oposición de la delegación de las
FARC-EP. Dicho evento se convocó para el 2 de octubre del 2016. El
gobierno para dar confianza a la insurgencia dijo que este no sería vinculante, pero no cumplió, los enemigos del
proceso de paz que ganaron con el NO, exigieron revisar y objetar lo acordado y
dio paso a esa revisión por parte de integrantes de los sectores uribistas. Al presidente Santos, le era más
favorable que ganara el NO, aunque recibiera una derrota, pero táctica no estratégica por lo que vendría después,
por eso no movió un dedo por el SI. De ganar el SI las FARC-EP se fortalecía y
tendría el aval popular para presionar al gobierno y al congreso a su favor.
- En realidad
los partidos y organizaciones
partidarias del gobierno no hicieron campaña a favor del SI, a diferencia del Centro Democrático y la
derecha encabeza de Uribe y los medios enemigos de la paz, desarrollaron una
fuerte campaña falsa, según ellos,
si ganaba el SI en Colombia se impondría un gobierno castro-chavista, o
castro-comunista, nada más fuera de la razón, pero la campaña surtió el efecto
esperado y por primera vez en la historia universal un pueblo víctima de las
mentiras vota en contra de la paz y a favor de la guerra. Aquí está clara la
trampa.
- La
entrega de armas de la insurgencia antes de que se hubieran cumplido los
Acuerdos de Paz fue un error, considerar que las Naciones Unidas, podían ser
los garantes del cumplimiento de ellos, es solo un sueño, la ONU no tiene ni puede imponerle a un Estado miembro que
cumpla con un acuerdo ya firmado entre las partes. Puede exhortar, sugerir,
pero no imponer. De igual modo el abandono de los territorios que ocupaban,
donde estaban sus bases de apoyo y aceptar una concentración de sus fuerzas
desarmadas.
- Ese
error conllevó a que las fuerzas
paramilitares y las bandas de
narcotraficantes hayan ocupado esos territorios y en algunos casos asesinados a
líderes y dirigentes comunales a los que consideran auxiliadores de la
guerrilla.
- Concluido
estos acuerdos a favor del gobierno y de los enemigos de la paz, el Congreso
mayoritariamente compuestos por sectores enemigos de lo acordado, comenzaron a
revisarlos y han ido desmontando uno a uno los que consideran que lesionan el sistema y favorecen a la sociedad.
- Uno de
los últimos acuerdos, por cierto aprobados por el Congreso y la Corte
Constitucional, está en litigio, es aquí
donde entra el gobierno de Iván Duque a jugar fuerte sobre la competencia o no de la JEP, en los puntos que a la derecha no le
conviene. Solo que ahora sí el pueblo se ha unido y la marcha ayer 13 de
marzo en distintas capitales departamentales se ha manifestado en contra del Presidente y sus propuestas, quien
por cierto tiene un 30 por ciento de aprobación a sus gestiones.
- La clara
decisión del gobierno colombiano de apoyar una intervención militar en
Venezuela, no hubiera sido posible si las FARC-EP no hubieran abandonado su territorio y desarmada. El show de Cúcuta contra Venezuela
no se hubiera podido dar.
Solo hay que apreciar lo que es hoy la ex guerrilla, desarmada, concentrada en zonas veredales,
desprotegidos, víctimas del paramilitarismo, tiene 87 ex-guerrilleros y 450 líderes
sociales asesinados, la mayoría miembros
de Marcha Patriótica organización cercana a las FARC.
Incumplimientos de la amnistía, hay 600 o más presos
beneficiados de dicha ley y siguen en la cárcel con falsos cargos y un ejemplo, sin una sola prueba lo es
el comandante Jesús Santrich, al que
mantienen encarcelado desde hace 11 meses a petición de Estados Unidos y acaba de denunciar que tiene información que
se planea su asesinato dentro o fuera de
la cárcel. Santrich ha sido blanco de está patraña, porque denunció toda las
trampas del gobierno para incumplir con los Acuerdos de Paz.
A dos años de firmado los acuerdos de paz, solo se ha
cumplido y a medias un 18 por ciento de
ellos. El acuerdo sobre la tierra
incumplido, tampoco la eliminación de
los cultivos ilícitos, mientras que
Duque propone volver a la fumigación con glifosato, reprimir a los campesinos
cocaleros, política que por años
llevó a sembrar de muerte y luto el
país. La fumigación llevara como sucedió en el gobierno de Pastrana y Uribe
Vélez acabar con la fauna y la flora, provocar que miles de mujeres, niños y hombres
campesinos contraigan enfermedades de la piel
y el cáncer. Una política
fracasada que lejos de erradicarla,
aumentó la siembra de coca, hoy los niveles están más altos que años anteriores, datos oficiales la ubican en 180 mil
hectárea.
Al parecer no se quiere cumplir con las víctimas de los
agentes del estado y los civiles vinculados a las bandas paramilitares cuyo
auge se hizo visible durante el gobierno de Uribe Vélez en ese gobierno la
impunidad impero pues la mayoría de los jefes-narco paramilitares ya están
libres y solo los más cuestionados fueron extraditados como Salvatore Mancuso,
Diego Fernando Murillo, (a) Don Berna, Rodrigo Pupo Tovar (a) Jorge
Cuarenta y otros asesinados como Carlos
y Vicente Castaño Gil. Los extraditados, según la prensa estadounidense, entre
ellas el Miami Herald, acusan al ex
presidente Uribe Vélez de traidor.
Este es el escenario
en el cual se encuentra actuando el presidente
Duque, él no hace más que cumplir con un plan trazado y con suma
habilidad e inteligencia se ha venido desarrollando en plena alianza de la oligarquía y los gobiernos de Uribe y
Santos desde hace años en Colombia. Le
tocará al pueblo colombiano revertir esta situación y saber que su enemigo no
es ni Venezuela ni Cuba como lo ha pregonado
el gobierno de Duque Márquez. Los
enemigos son los que mantiene y apoyan el paramilitarismo, a las bandas de
narcotraficantes y la corrupción de los mayores magnates del país y a los que
como abogados y hoy Fiscales han sido cómplices de recibir sobornos de
Oderbrech y de la llamada “ruta del sol”.
Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
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