Por José Alfredo Pineda:
En épocas recientes, lo más parecido a un bloqueo total fue
el cierre del tráfico terrestre, ferroviario, y fluvial decretado por la Unión
Soviética en 1948 para aislar a Berlín Occidental.
La operación, uno de los grandes y desafortunados eventos de
la Guerra Fría, fue contrarrestado por un puente aéreo realizado por la
aviación militar de Estados Unidos y otros países. La campaña, que duró once
meses, incluyó 200. 000 vuelos, mediante los cuales se trasladaron dos millones
setecientas mil toneladas de cargas. La Unión Soviética no intervino para
impedir el intenso tráfico aéreo y, el 12 de mayo de 1949 levantó el cerco.
Otra acción de este tipo fue realizada durante la Crisis de
los Misiles de 1962, cuando la escuadra norteamericana se desplegó en aguas
internacionales frente a Cuba para impedir el paso de buques soviéticos con
material nuclear. Entonces la idea era menos cruel, pues se inspeccionaban los
barcos en alta mar, y de no trasportar elementos prohibidos, se les permitía el
paso.
Ahora Trump, al parecer mal aconsejado por John Bolton,
propone una acción todavía no descrita, pero de apariencia criminal. Tratándose
de una isla, pudiera consistir en el desaplique de unidades navales frente a
los 4.746 kilómetros de costas de Cuba, o más sencillo, frente a sus puertos.
Para los aviones tal vez Estados Unidos sueñe con imponer una zona de exclusión
aérea.
Contadas con prisa, las fuerzas navales de los Estados
Unidos ascienden a casi medio millón de efectivos, más de 500 buques, entre ellos,
11 portaviones, todos de propulsión nuclear, 72 submarinos, 62 destructores, 22
cruceros, 10 fragatas y otros tipos de barcos, apoyados por 3.700 aeronaves.
Aunque no lo necesita, de modo simbólico, el agresor podría involucrar a la
OTAN y sumar algunas carracas de sus aliados latinoamericanos.
En caso necesario, al menos una parte de su fuerza aérea,
también la mayor del mundo, estaría en disposición combativa. Se trata de unas
seis mil aeronaves, más de dos mil misiles cruceros y 450 intercontinentales.
Excepto Rusia por su potencial nuclear, ningún país de la
tierra ni todos juntos pueden igualar el poderío militar de los Estados Unidos,
entre otras cosas, porque incluye un arsenal de casi 7 mil ojivas nucleares,
más de treinta para cada país del orbe, que serían trasladadas por miles de
aviones basificados en todo el mundo y 500 misiles, algunos de ellos con
alcances de hasta 13 000 kilómetros.
Ante tal asimetría, desde hace casi 30 años, Cuba adquirió
conciencia de la incapacidad para establecer una correlación material de
fuerzas, ante lo cual diseñó y puso a punto una doctrina militar llamada Guerra
de Todo el Pueblo, basada en conceptos de lucha territorial y guerra popular
generalizada en el interior del país.
Ese enfoque que involucra a toda la población, asegura que
cada cubano dispuesto a luchar disponga de un lugar, un medio, y una forma de
hacerlo. La idea es convertir al país en un avispero, y hacerlo inconquistable.
Estados Unidos pudiera ocupar Cuba, pero someterla es otra cosa.
Hace poco un presidente de Estados Unidos declaró que el
embargo económico destinado a aislar y rendir a Cuba había fracasado y aislado
a los Estados Unidos. La alternativa escogida por Barack Obama no fue más
bloqueo, sino menos y mejor entendimiento. De ese modo, creía él, Estados
Unidos ganaba más de lo que perdía. Ojalá fuera escuchado. Allá nos vemos.
jose.alfredo.pineda@mail.ru
0 comentarios:
Publicar un comentario