Por Carlos Ellis:
Presidente Nicolás Maduro Moros. Nuestra tierra de gracia
llamada Venezuela está dotada de recursos materiales infinitos y requeridos por
el mundo para su desarrollo; hombres y
mujeres, mano de obra fuerte y
calificada insuperable para transformarlos, nuestro Orinoco, el segundo caudal
de agua más grande del mundo deseoso de que en sus aguas naveguen toneladas de
bienes de capital rumbo a su cuenca para abrazar el Atlántico y conquistar
mercados en otros continentes. Fabricar medios de producción es el paso para
cambiar nuestra historia. 120 años de
cultura rentista, de importación de ideas y productos, de ensamblaje, de
dependencia y subdesarrollo, de criterios; colores políticos del imperialismo,
venga de donde venga.
Una economía intrarregional, de la región occidental,
andina, costera, llanera, centro, oriental,
región Guayana; Estado por Estado, intercambio de tecnología y
conocimiento intrarregional según su vocación productiva, desde los consejos
comunales, pequeños fabricantes de medios de producción, herreros, fundidores y
artesanos: fabricando machetes, picos, palas, martillos y escardillas para
trabajar la tierra; para procesos más complejos de fabricación: Tuercas,
tornillos y chasis para incursionar en el mercado mundial automotriz.
Formemos centros de debates en los Consejos Comunales y
fabriquemos en los barrios según sus necesidades, produzcamos un pensamiento
para que nuestra gente, se sustente en un nacionalismo generador de renta y
desarrolle por el conocimiento modelos para la competitividad en el mercado
nacional e internacional. Pongamos atención a la innovación, la evolución, la
transformación y la expansión Presidente. Cuantos modelos de industrias, en la
petroquímica o modelos de producción y transformación del acero, del aluminio,
de herramientas, o de farmacología
pudiéramos transformar, transformando la
materia prima nacional, procesándola, integrándolas, y exportándola en patentes
“made in República Bolivariana de Venezuela”.
Sin dudas Presidente,
esto es para crear una poderosa economía nacional que contrarreste los
desequilibrios macroeconómicos; de forma tal que las exportaciones de productos
terminados, derivados de los hidrocarburos, petroquímicas y minerales, sean superiores a las importaciones.
Aprovechemos las llamadas “alianzas estratégicas” para la verdadera
trasferencia de conocimiento para el desarrollo y no para nutrir sus políticas
de interés y expansionismo. Aprendamos de China que transformó el pensamiento
para conquistar y controlar los mercados, superando el nivel donde ya no son los productos, sino el
ciudadano chino como producto social productivo. El mayor cumulo de habitantes
del mundo, están en un territorio aliado y componen el mejor mercado; las
naciones dependen de los mercados, en tal sentido los entes públicos deben
abocarse a crear conciencia competitiva y fomentar la producción encaminada a
generar renta externa traducida en productos y bienes de servicios para
conquistar esos mercados. La sociedad se funda en la necesidad de construir mercados,
el mercado es el gran elemento de interacción económica global para la
permanencia de los países; el nuevo orden no dará vida a las naciones
improductivas Presidente, debemos dar el paso para incorporarnos en los nuevos
proyectos globales.
Es mucho lo que hay que hacer, pero debemos empezar. Hay que
mantener la dirección moral, ética y la estética como principios de sustento de
la República. Que el ciudadano
interprete los principios; y la oposición junto al Gobierno unan esfuerzos en construir una República competitiva de
fabricación y gerencia de medios de producción,
que generen ingresos que se
acerquen a los ciento cincuenta mil millones para reinvertirlos en fabricación
de medios de producción y así darle autonomía a la industria petrolera. Como principio básico del Estado,
debemos organizarnos como creadores
de ideas, de pensamiento estratégico; o
por qué no crear la Universidad para el Estudio de la Organización Gerencial
que dicte y ordene los lineamientos que
generen cambios paradigmáticos a
las estructuras gubernamentales y del
Estado, desde los complejos tecnológicos y Universidades, donde se
asienten las mentes más calificadas en la cultura de los procesos.
Para culminar Presidente Nicolás Maduro
Nuestra mayor fortaleza económica, el petróleo,
históricamente como nación no lo hemos sabido aprovechar, ha pesado más el
despilfarro, que el ahorro y la inversión en fabricación de medios de
producción, base fundamental para crear excedentes y renta. Acercándonos a los
105 años del “Zumaque”, el primer pozo petrolero en esta tierra de gracia,
ubicado en Mene Grande, Estado Zulia, 31 de julio de 1914, es el caso que aún
no hemos fabricado un taladro. Somos buenos operadores de taladros extranjeros,
para el manejo de los mejoradores del crudo, para el fluido eléctrico de
nuestras instalaciones; pero no fabricamos ni una planta eléctrica, ni un
taladro que asegure la continuidad de las operaciones; allí está la
vulnerabilidad de nuestra industria petrolera y de cualquier empresa estratégica
del Estado. Podemos concluir, que la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP). 1960, como poderosa organización no ha contado con el poder
integrador de crear un complejo totalizador, catalizador y transformador del
petróleo y sus derivados, que se auto regenere como fabricante de medios de
producción en sus operaciones petroleras, que garantice su autarquía con
capital y aportes de los países miembros; La OPEP no ha podido o no ha querido
restarle poder a la voracidad de las trasnacionales petroleras que dominan
estas operaciones, que van desmembrando la capacidad de producción y
participación de cada uno de sus miembros. La OPEP como conjunto de naciones no
ha podido enfrentar con éxito a las naciones que fabrican medios de producción usando
el petróleo como medio de transferencia tecnológica, tampoco empleando sus
recursos para fabricar su propia tecnología “OPEP” sustitutiva de importaciones
y que aseguren el rendimiento de sus operaciones al excluir la participación de
empresas foráneas.
La fabricación de
medios de producción desde el orden interdependiente e intrarregional es el
factor que apalanca la Venezuela soñada, que genere patentes e incursione en
los mercados mundiales, que compita con su tecnología INTEVET o motores SIDOR;
Estamos a tiempo y con las condiciones dadas Presidente Nicolás Maduro. Demos
el paso.
Venezolano y trabajador de la industria petrolera PDVSA.
carlosellis1@gmail.com
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