miércoles, 8 de mayo de 2019

El golpe fallido en Venezuela: el "Madrugadazo" del 30 de abril y la guerra de 4ª generación a través de medios y redes


Por Bruno Lima Rocha y Pedro Guedes: 

El intento de levantamiento militar y consecuente golpe contra el gobierno de Nicolás Maduro trae mayor preocupación en cuanto a la ya precaria situación de Venezuela, así como un mayor pesimismo en cuanto a una solución "política y pacífica" para el impasse. Es decir, el acto de incorporar la oposición política legítima o bien profundizar el cambio de régimen. En un espacio de pocas horas, el autoproclamado presidente, Juan Guaidó, junto a algunos oficiales del SEBIN (Servicio de Inteligencia Venezolano) y algunas decenas de militares (básicamente oficiales de la Guardia Nacional Bolivariana, GNB). En el comando directo de la conspiración, dos coroneles de la GNB, Rafael Soto e Illich Sánchez que de manera ambiciosa, intentaron en vano, paralizar la cadena de mando por un levantamiento en el interior de las Fuerzas Armadas.



Aunque en el momento inicial aparentemente exitoso, con la presencia de Guaidó y Leopoldo López "liberado" del arresto domiciliario (con el aval del SEBIN y de la GNB, al menos de sus escoltas), los líderes de la oposición no pudieron condicionar el intercambio de lealtad de otros líderes militares. Este intento en un automático contragolpe y resultó en apoyo pro-Maduro y represión contra los partidarios de Guaidó y específicamente el inicio de las expulsiones contra los oficiales de la GNB conspiradora.

El Golpe 
El movimiento de Guaidó y sus partidarios inician en la madrugada de treinta de abril, con el empresario Alberto Federico Ravell (director de comunicación del autoproclamado presidente) anunciando que Juan Guaidó, Leopoldo López y militares habían tomado la Base Aérea de La Carlota (punto famoso por su uso en actividades culturales). Este lugar tiene importancia por ser un local de proyección política dentro de la ciudad de Caracas, dando acceso a una amplia avenida que puede llegar directamente al Palacio Miraflores


Esta acción se viabilizó con la defección de uno de los comandantes del SEBIN, general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, justamente promovido al cargo por Maduro (y por la lógica, con el aval de los cubanos). A partir del envolvimiento de Figueira y sus subordinados que el grupo liderado por Guaidó obtendrá base de contacto dentro del aparato de seguridad. [1] Para corroborar esta información, los golpistas graban un vídeo con Guaidó afirmando haber tomado la base, rodeada de militares. En esta pieza político-publicitaria, el autoproclamado pide que los principales cuarteles los militares promuevan adhesión a las manifestaciones contra el gobierno de Maduro, así como que la población vaya a las calles. Antes de las siete de la mañana, el alto mando de las Fuerzas Armadas Venezolanas publica en un comunicado que las tropas permanecen en los cuarteles, sin movimientos anormales [2]

En un espacio de dos horas, entre las 07:30 y las 9:30, hay un flujo intenso de comunicados por parte del gobierno y en menor medida, de la oposición, que comienza a entrar en silencio, al menos en los medios sociales. Cabe destacar de ese período, el aviso del gobierno venezolano de que los involucrados en la conspiración para derrocar al gobierno sufrir sanciones jurídicas por sus acciones, y que al mismo tiempo llamaba a la población a demostrar apoyo en las calles. El presidente colombiano, Iván Duque Márquez (del Centro Democrático, ahijado político del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, padre del paramilitarismo moderno en el país), declaró desde el lado conspirador, en su cuenta en Twitter apoyo al movimiento golpista [3]


Mientras tanto, la diplomacia colombiana movilizaba al Grupo de Lima para una reunión de emergencia, con el objetivo de acompañar los desdoblamientos del intento de golpe de estado, y para si necesario, legitimar un posible gobierno de Guaidó. Para intentar crear división en las filas, los conspiradores anunciaron que oficiales de alto rango de la FANB habrían desertado para el lado golpista, lo que pronto se desmienten [4]. "Tal calumnia fue luego desmentida por una grabación oficial del general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, comandante en jefe de las FANB que junto a oficiales generales y un comando paracaidistas, todos en uniforme de campaña, proclaman el lema chavista:" Leales siempre, traidores Nunca!". La respuesta de Caracas y el fracaso de los conspiradores

A lo largo del final de la mañana, las fuerzas de seguridad venezolanas (básicamente compuesta de efectivos de la GNB) inician operaciones para dispersar las protestas y arresto de los líderes y militares involucrados en el intento de golpe de Estado. Aquí, se percibe la poca adhesión entre los militares en las acciones de Guaidó y correligionarios; buena parte de los militares involucrados en las acciones de inicio de la mañana del día 30 fue engañada. Se advirtió que la movilización era de represión contra una rebelión carcelaria en el interior del país, pero al llegar a las proximidades de La Carlota, percibieron lo que se trataba y rápidamente entraron en contacto con oficiales leales y volvieron a sus cuarteles de origen [5]. Según el comando de las FANB y la GNB, el ochenta por ciento de los militares concentrados en La Carlota en el llamado "Madrugadas Esquálido" ni siquiera sabía el motivo de su convocatoria y no estaban de acuerdo con Guaidó y López.


En este momento, el golpe ya es dado como fracasado, tanto por el gobierno de Maduro, que prontamente comunica el control de la situación aún a primera hora de la tarde, como por los conspiradores, que huyen de las protestas y empiezan a buscar refugio en las embajadas de países europeos y en los miembros del Grupo de Lima, incluido Brasil. Mientras Leopoldo López busca las embajadas de Chile y España respectivamente, unos 25 militares implicados en el intento de golpe solicitan asilo político en la embajada brasileña [6,7]. Mientras la trama conspiratoria se desarrollaba en Caracas, aquí en Brasil la cobertura mediática realizada por los principales grupos de comunicación bordeaba la panfletaje política. Las imágenes de marchas pro-Maduro televisadas como protestas de la oposición, análisis de "especialistas" en la mejor de las hipótesis, rasas y un profundo sentimiento de hinchada por los conspiradores pautaron la transmisión, principalmente en red de televisión por cable, ya que la red de televisión abierta poco o nada cubrió, más allá de la reproducción de las conversaciones surgidas del gobierno brasileño.

En Washington, el gobierno Trump, a través de John Bolton (Consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos) declaraba total soporte para los revueltos, pidiendo además, mayor compromiso de la FANB en el golpe, entonces en marcha; en declaraciones a través de la red social, Bolton y Mike Pompeo (empresario, ex director de la CIA y actual jefe del Departamento de Estado) gritaban por sublevación militar y vociferaban contra la presencia rusa en Venezuela. Trump, amenazó al gobierno cubano de más embargos económicos y bloqueo a la isla, como respuesta al apoyo dado al gobierno de Maduro. En la visión de Estados Unidos, Cuba es uno de los pilares que mantiene al sucesor de Chávez en el poder. Como resultado del fracaso de la Operación Libertad en derribar al vicepresidente electo en noviembre de 2012, nuevamente elegido en abril de 2013 y reelegido en mayo de 2018, la Casa Blanca mantiene la posibilidad de usar la fuerza militar como recurso para cambiar el país gobierno en Venezuela. [8]

Es importante reforzar la guerra híbrida, el combate de 4ª generación. En el 3 al 30 de abril vivimos escenas en los medios de comunicación de Brasil, de América Latina y hasta de la cobertura globalizada que bordean el surrealismo. Un golpe que no fue, la amenaza a la mitad y el "clima de tensión" propagado por la inteligencia del Imperio haciendo creer que algo estaba sucediendo más allá de la guarimba ("balbúrdia violenta" en el neologismo político de la extrema derecha alucinada que desgobierna Brasil) entorno de la Base Aérea de La Carlota. Pero, más allá de las mentiras de siempre, llama la atención el hecho de que la contra inteligencia del chavismo y sus aliados (cubanos, en primer plano, y rusos, como red independiente), no percibieron la "virada" de Manuel Christopher Figuera.


El general comandante del Servicio de Inteligencia Bolivariano (SEBIN) simplemente cambió de lado. Como esto no fue percibido es lo que debe ser debatido. Y, rastreando lo que queda de la conspiración, para identificar y expurgar el tamaño de la fractura en la espina dorsal del aparato de seguridad de Estado (FANB-SEBIN-GNB). El problema es aún inconmensurable. Los escuálidos consideraron que el mayor general José Adelino Ornella Ferreira, general de división y jefe del Estado Mayor Conjunto del Comando Estratégico Operativo (unidad de armas combinadas de pronta respuesta) estaría mancomunado con los golpistas. Ornella Ferreira negó en la misma mañana de la madrugada el "y con eso generó dos reacciones. Una reacción, al menos públicamente, quedó evidente que no había un oficial general al mando de tropas terrestres de la FANB en la conspiración. Otra reacción, si él - Ornella - estaba en la conspiración, la negó y ciertamente alejó la intención de traicionar a otros oficiales generales o oficiales superiores delante de organizaciones militares operativas. El efecto contrario, fue no permitir que el gobierno de Maduro localice, identifique y puna a los conspiradores.

Otra conclusión lógica, y la más delicada de todas, es el hecho inequívoco que estamos ante un dilema. Si todo el mando de la Milicia Nacional Bolivariana de Venezuela queda en manos de oficiales de carrera, su espina dorsal puede estar comprometida. Si vale la experiencia de la historia reciente, en Chile el G2 cubano (DGI es la sigla formal) aconsejó al presidente Salvador Allende que su Guardia Presidencial debería tener un efectivo de 2000 combatientes a tiempo completo y bajo orden directo del mandatario electo en La Moneda. Allende no oyó y estableció la Guardia Técnica con 45 escoltas personales. Tampoco el gobierno oyó al MIR y armó las ya preparadas milicias de autodefensas en los cordones industriales. Ni Allende, ni el PSI ni tampoco el PC Chileno tenían plan B. Deu en lo que dio.
Si Hugo Rafael Chávez Frías determinó como palabra de orden que "el Chávez pendejo se sienta en 2002", era bueno su sucesor pensar lo mismo y garantizar la última línea sobre las bases populares nunca sólo en militares de carrera, aunque al mando de milicias popular.

Referências:

[1http://misionverdad.com/La-Guerra-en-Venezuela/nuevo-intento-de-golpe-de-estado-en-venezuela?fbclid=IwAR0aHW_rLPv5dFu1EyJjBV-Pj5qYWuAHyNf9KBCOd3XNOoLCqreguro6CXU
[2] -  https://brasil.elpais.com/brasil/2019/04/30/internacional/1556617864_403655.html
[3] - https://twitter.com/IvanDuque/status/1123195499840978944
[4]- https://www.venepress.com/politica/Ornellas-Ferreira-General-que-comanda-la-Operacion-Libertad1556626906400
[5]- https://www.youtube.com/watch?v=5fWWaJ1RkqU&feature=youtu.be
[6]- https://www.bbc.com/portuguese/internacional-48108737
[7] - https://brasil.elpais.com/brasil/2019/05/01/internacional/1556693582_653217.html
[8] - https://www.aljazeera.com/news/2019/01/venezuela-crisis-latest-updates-190123205835912.html

blimarocha@gmail.com

0 comentarios:

Publicar un comentario