Por Bruno Lima Rocha y Pedro Guedes:
El intento de levantamiento militar y consecuente golpe
contra el gobierno de Nicolás Maduro trae mayor preocupación en cuanto a la ya
precaria situación de Venezuela, así como un mayor pesimismo en cuanto a una
solución "política y pacífica" para el impasse. Es decir, el acto de
incorporar la oposición política legítima o bien profundizar el cambio de
régimen. En un espacio de pocas horas, el autoproclamado presidente, Juan
Guaidó, junto a algunos oficiales del SEBIN (Servicio de Inteligencia
Venezolano) y algunas decenas de militares (básicamente oficiales de la Guardia
Nacional Bolivariana, GNB). En el comando directo de la conspiración, dos
coroneles de la GNB, Rafael Soto e Illich Sánchez que de manera ambiciosa,
intentaron en vano, paralizar la cadena de mando por un levantamiento en el
interior de las Fuerzas Armadas.
Aunque en el momento inicial aparentemente exitoso, con la
presencia de Guaidó y Leopoldo López "liberado" del arresto
domiciliario (con el aval del SEBIN y de la GNB, al menos de sus escoltas), los
líderes de la oposición no pudieron condicionar el intercambio de lealtad de
otros líderes militares. Este intento en un automático contragolpe y resultó en
apoyo pro-Maduro y represión contra los partidarios de Guaidó y específicamente
el inicio de las expulsiones contra los oficiales de la GNB conspiradora.
El Golpe
El movimiento de Guaidó y sus partidarios inician en la
madrugada de treinta de abril, con el empresario Alberto Federico Ravell
(director de comunicación del autoproclamado presidente) anunciando que Juan
Guaidó, Leopoldo López y militares habían tomado la Base Aérea de La Carlota
(punto famoso por su uso en actividades culturales). Este lugar tiene
importancia por ser un local de proyección política dentro de la ciudad de Caracas,
dando acceso a una amplia avenida que puede llegar directamente al Palacio
Miraflores
Esta acción se viabilizó con la defección de uno de los
comandantes del SEBIN, general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, justamente
promovido al cargo por Maduro (y por la lógica, con el aval de los cubanos). A
partir del envolvimiento de Figueira y sus subordinados que el grupo liderado
por Guaidó obtendrá base de contacto dentro del aparato de seguridad. [1] Para
corroborar esta información, los golpistas graban un vídeo con Guaidó afirmando
haber tomado la base, rodeada de militares. En esta pieza
político-publicitaria, el autoproclamado pide que los principales cuarteles los
militares promuevan adhesión a las manifestaciones contra el gobierno de
Maduro, así como que la población vaya a las calles. Antes de las siete de la
mañana, el alto mando de las Fuerzas Armadas Venezolanas publica en un
comunicado que las tropas permanecen en los cuarteles, sin movimientos
anormales [2]
En un espacio de dos horas, entre las 07:30 y las 9:30, hay
un flujo intenso de comunicados por parte del gobierno y en menor medida, de la
oposición, que comienza a entrar en silencio, al menos en los medios sociales.
Cabe destacar de ese período, el aviso del gobierno venezolano de que los involucrados
en la conspiración para derrocar al gobierno sufrir sanciones jurídicas por sus
acciones, y que al mismo tiempo llamaba a la población a demostrar apoyo en las
calles. El presidente colombiano, Iván Duque Márquez (del Centro Democrático,
ahijado político del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, padre del
paramilitarismo moderno en el país), declaró desde el lado conspirador, en su
cuenta en Twitter apoyo al movimiento golpista [3]
Mientras tanto, la diplomacia colombiana movilizaba al Grupo
de Lima para una reunión de emergencia, con el objetivo de acompañar los
desdoblamientos del intento de golpe de estado, y para si necesario, legitimar
un posible gobierno de Guaidó. Para intentar crear división en las filas, los
conspiradores anunciaron que oficiales de alto rango de la FANB habrían
desertado para el lado golpista, lo que pronto se desmienten [4]. "Tal
calumnia fue luego desmentida por una grabación oficial del general Vladimir
Padrino López, ministro de Defensa, comandante en jefe de las FANB que junto a
oficiales generales y un comando paracaidistas, todos en uniforme de campaña,
proclaman el lema chavista:" Leales siempre, traidores Nunca!". La
respuesta de Caracas y el fracaso de los conspiradores
A lo largo del final de la mañana, las fuerzas de seguridad
venezolanas (básicamente compuesta de efectivos de la GNB) inician operaciones
para dispersar las protestas y arresto de los líderes y militares involucrados
en el intento de golpe de Estado. Aquí, se percibe la poca adhesión entre los militares
en las acciones de Guaidó y correligionarios; buena parte de los militares
involucrados en las acciones de inicio de la mañana del día 30 fue engañada. Se
advirtió que la movilización era de represión contra una rebelión carcelaria en
el interior del país, pero al llegar a las proximidades de La Carlota,
percibieron lo que se trataba y rápidamente entraron en contacto con oficiales
leales y volvieron a sus cuarteles de origen [5]. Según el comando de las FANB
y la GNB, el ochenta por ciento de los militares concentrados en La Carlota en
el llamado "Madrugadas Esquálido" ni siquiera sabía el motivo de su
convocatoria y no estaban de acuerdo con Guaidó y López.
En este momento, el golpe ya es dado como fracasado, tanto
por el gobierno de Maduro, que prontamente comunica el control de la situación
aún a primera hora de la tarde, como por los conspiradores, que huyen de las
protestas y empiezan a buscar refugio en las embajadas de países europeos y en
los miembros del Grupo de Lima, incluido Brasil. Mientras Leopoldo López busca
las embajadas de Chile y España respectivamente, unos 25 militares implicados
en el intento de golpe solicitan asilo político en la embajada brasileña [6,7].
Mientras la trama conspiratoria se desarrollaba en Caracas, aquí en Brasil la
cobertura mediática realizada por los principales grupos de comunicación
bordeaba la panfletaje política. Las imágenes de marchas pro-Maduro televisadas
como protestas de la oposición, análisis de "especialistas" en la
mejor de las hipótesis, rasas y un profundo sentimiento de hinchada por los
conspiradores pautaron la transmisión, principalmente en red de televisión por
cable, ya que la red de televisión abierta poco o nada cubrió, más allá de la
reproducción de las conversaciones surgidas del gobierno brasileño.
En Washington, el gobierno Trump, a través de John Bolton
(Consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos) declaraba total soporte
para los revueltos, pidiendo además, mayor compromiso de la FANB en el golpe,
entonces en marcha; en declaraciones a través de la red social, Bolton y Mike
Pompeo (empresario, ex director de la CIA y actual jefe del Departamento de
Estado) gritaban por sublevación militar y vociferaban contra la presencia rusa
en Venezuela. Trump, amenazó al gobierno cubano de más embargos económicos y
bloqueo a la isla, como respuesta al apoyo dado al gobierno de Maduro. En la
visión de Estados Unidos, Cuba es uno de los pilares que mantiene al sucesor de
Chávez en el poder. Como resultado del fracaso de la Operación Libertad en
derribar al vicepresidente electo en noviembre de 2012, nuevamente elegido en
abril de 2013 y reelegido en mayo de 2018, la Casa Blanca mantiene la
posibilidad de usar la fuerza militar como recurso para cambiar el país
gobierno en Venezuela. [8]
Es importante reforzar la guerra híbrida, el combate de 4ª
generación. En el 3 al 30 de abril vivimos escenas en los medios de
comunicación de Brasil, de América Latina y hasta de la cobertura globalizada
que bordean el surrealismo. Un golpe que no fue, la amenaza a la mitad y el
"clima de tensión" propagado por la inteligencia del Imperio haciendo
creer que algo estaba sucediendo más allá de la guarimba ("balbúrdia
violenta" en el neologismo político de la extrema derecha alucinada que desgobierna
Brasil) entorno de la Base Aérea de La Carlota. Pero, más allá de las mentiras
de siempre, llama la atención el hecho de que la contra inteligencia del
chavismo y sus aliados (cubanos, en primer plano, y rusos, como red
independiente), no percibieron la "virada" de Manuel Christopher
Figuera.
El general comandante del Servicio de Inteligencia
Bolivariano (SEBIN) simplemente cambió de lado. Como esto no fue percibido es
lo que debe ser debatido. Y, rastreando lo que queda de la conspiración, para
identificar y expurgar el tamaño de la fractura en la espina dorsal del aparato
de seguridad de Estado (FANB-SEBIN-GNB). El problema es aún inconmensurable.
Los escuálidos consideraron que el mayor general José Adelino Ornella Ferreira,
general de división y jefe del Estado Mayor Conjunto del Comando Estratégico
Operativo (unidad de armas combinadas de pronta respuesta) estaría mancomunado
con los golpistas. Ornella Ferreira negó en la misma mañana de la madrugada el
"y con eso generó dos reacciones. Una reacción, al menos públicamente,
quedó evidente que no había un oficial general al mando de tropas terrestres de
la FANB en la conspiración. Otra reacción, si él - Ornella - estaba en la
conspiración, la negó y ciertamente alejó la intención de traicionar a otros
oficiales generales o oficiales superiores delante de organizaciones militares
operativas. El efecto contrario, fue no permitir que el gobierno de Maduro
localice, identifique y puna a los conspiradores.
Otra conclusión lógica, y la más delicada de todas, es el
hecho inequívoco que estamos ante un dilema. Si todo el mando de la Milicia
Nacional Bolivariana de Venezuela queda en manos de oficiales de carrera, su
espina dorsal puede estar comprometida. Si vale la experiencia de la historia
reciente, en Chile el G2 cubano (DGI es la sigla formal) aconsejó al presidente
Salvador Allende que su Guardia Presidencial debería tener un efectivo de 2000
combatientes a tiempo completo y bajo orden directo del mandatario electo en La
Moneda. Allende no oyó y estableció la Guardia Técnica con 45 escoltas
personales. Tampoco el gobierno oyó al MIR y armó las ya preparadas milicias de
autodefensas en los cordones industriales. Ni Allende, ni el PSI ni tampoco el
PC Chileno tenían plan B. Deu en lo que dio.
Si Hugo Rafael Chávez Frías determinó como palabra de orden
que "el Chávez pendejo se sienta en 2002", era bueno su sucesor
pensar lo mismo y garantizar la última línea sobre las bases populares nunca
sólo en militares de carrera, aunque al mando de milicias popular.
Referências:
[1http://misionverdad.com/La-Guerra-en-Venezuela/nuevo-intento-de-golpe-de-estado-en-venezuela?fbclid=IwAR0aHW_rLPv5dFu1EyJjBV-Pj5qYWuAHyNf9KBCOd3XNOoLCqreguro6CXU
[2] -
https://brasil.elpais.com/brasil/2019/04/30/internacional/1556617864_403655.html
[3] -
https://twitter.com/IvanDuque/status/1123195499840978944
[4]-
https://www.venepress.com/politica/Ornellas-Ferreira-General-que-comanda-la-Operacion-Libertad1556626906400
[5]-
https://www.youtube.com/watch?v=5fWWaJ1RkqU&feature=youtu.be
[6]- https://www.bbc.com/portuguese/internacional-48108737
[7] -
https://brasil.elpais.com/brasil/2019/05/01/internacional/1556693582_653217.html
[8] -
https://www.aljazeera.com/news/2019/01/venezuela-crisis-latest-updates-190123205835912.html
blimarocha@gmail.com
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