miércoles, 24 de abril de 2019

Hacia donde apunta la política racista de Trump


Por Diego Olivera Evia:
La realidad de las políticas de EEUU basadas en el fascismo

Nuevamente el presidente Donald Trump, muestra la falsedad de sus propuestas políticas, llegando a demostrar una personalidad bipolar, creando propuestas de apoyo al fascismo corriente, creando una teoría sustentada en la supremacista blanca, sustentada por sus padres en crear una sociedad racista, una nación criminal, las recientes amenazas de Trump a las congresistas, negras y musulmanas, con actitudes agresivas y anti éticas, como menciones sobre latinos en el Congreso, lo que muestra sus políticas internas en EEUU, pero mas visceral es la política internacional, aliándose a los movimientos fascista de derecha en una guerra contra las propuestas socialistas o progresistas, en un retorno a las políticas de la Doctrina Monroe, en un mundo dominado por EEUU.


En ese sentido nos parece señalar estos conceptos de ultra derecha donde el presidente Donald Trump respaldó al movimiento supremacista blanco como ningún otro mandatario lo había hecho en generaciones al equiparar a los activistas que protestaban contra el racismo con los neonazis y supremacistas blancos que se movilizaron en Charlottesville, Virginia.

El presidente nunca había llegado al nivel de defender las acciones de esos grupos como lo hizo durante una conferencia de prensa que se convirtió en una sesión en la que despotricó en el vestíbulo de la Trump Tower y aseveró que los activistas de una presunta ultraizquierda eran igual de responsables por la violencia que los manifestantes que marcharon con esvásticas, banderas de ejércitos confederados, carteles antisemitas y afiches de Trump y del vicepresidente Mike Pence.

“Gracias, presidente Trump, por tu honestidad y valentía al decir la verdad”, tuiteó David Duke, exlíder del Ku Klux Klan, poco después de las declaraciones del mandatario. Richard Spencer, un líder supremacista blanco que participó en las manifestaciones del fin de semana y prometió que Charlottesville se vería inundado con nuevas marchas en las próximas semanas, también celebró. “La declaración de Trump fue justa y centrada”, tuiteó.

Por su parte, Terry McAuliffe, el gobernador de Virginia del Partido Demócrata, rápidamente acusó al mandatario de profundizar las divisiones que han centrado la atención en esa ciudad universitaria. “Los neonazis, integrantes del Klan y supremacistas blancos llegaron a Charlottesville fuertemente armados espetando su odio y en busca de una pelea”, dijo McAuliffe. “Uno de ellos asesinó a una mujer joven en un acto de terrorismo y dos de nuestros mejores oficiales murieron en un accidente trágico mientras trabajaban al servicio de su comunidad. Esto no fue algo de ‘ambas partes'”.
La hipocresía del mandatario de EEUU “He condenado a los neonazis”, le dijo Trump a los reporteros, que lo interrumpieron en varias ocasiones después de que equiparó las acciones de los manifestantes de ambos lados. Él dijo que había “gente muy buena en ambos lados”. Y al hablar sobre los manifestantes que marcharon desde el viernes en la Universidad de Virginia con consignas racistas y antisemitas, señaló: “Hay muchas personas en ese grupo que estaban ahí para protestar de forma inocente y muy legal”.

Todas estas acciones de Trump muestran una vez mas el peligro, de sus políticas hacia América Latina, en acciones de divisiones de las naciones, intentando volver al denominado patio trasero, con el grupo de Perú y otros grupos presionados y amenazados para llevar adelante, un bloqueo a Venezuela, Cuba y Nicaragua, sin lograr la OEA una mayoría contra Venezuela, ya que Cuba ya no pertenecía a esta organización, de la misma manera Nicaragua, estos hechos muestran una vez mas las agresiones económicas, alimentarias y ataques a electricidad por acciones de EEUU y Canadá, de la misma manera los ataques a el agua y el gas, como los ataque a los alimentos, de la misma el nuevo bloqueo a Cuba, bajo la incapacidad de la ONU, porque la OEA es solo un apéndice de EEUU y la Unión Europea.   

La realidad de las políticas de EEUU basadas en el fascismo
Por el estudio de Vhitman
Para ampliar estas políticas de Trump, nos pareció importante mostrar el sueño del mandatario, en su vuelta al Siglo IXX y XX, donde las alianzas mostraban el modelo fascista, en es el estudio de Whitman cubre el primer periodo del régimen nazi, antes de que llegara a su monstruoso final. Las ideas nazis aún se estaban debatiendo, analizando y poniendo en práctica en ese momento. Desde sus comienzos al margen de la política alemana, los nazis habían abogado por un programa de nacionalismo racista; fueron devorados por lo que Whitman llama Rassenwahn, o locura de raza. Fue esta historia sobre la raza y su enfoque absoluto en ella, lo que diferenció a Hitler y a su partido de otros grupos fascistas y autoritarios. Y también fue por eso que los nazis miraron a los Estados Unidos en busca de inspiración.

Pero no solo los Estados Unidos influenciaron a Hitler. “Aprendamos de los ingleses”, repetía Hitler, “quienes, con 250.000 hombres en total, incluyendo 50.000 soldados, gobiernan a 400 millones de indios”. Según múltiples fuentes, a Hitler también le fascinaba el islam, religión que él consideraba potente y militante, a diferencia de la sumisa fe de sufrimiento en la que se basaba el cristianismo, pese a que los árabes fueran semitas y de que los musulmanes no árabes fueran considerados racialmente inferiores. Mustafa Kemal Pasha, o Atatürk, fundador de la Turquía moderna, que se había resistido al Tratado de Versalles y cuyo régimen había cometido un genocidio contra los armenios que fue un ejemplo temprano de políticas exterminacioncitas, se acercaba más a la mentalidad de Hitler.

Pero en lo que respecta a legislación basada en la raza, fueron los Estados Unidos los que despertaron el mayor interés del Führer, pese a que condenaba su ética liberal e igualitaria. Le encantaban las novelas de Karl May que describían a los vaqueros a la conquista del Oeste. Como Timothy Snyder y otros han sostenido, el modelo que Hitler siguió para crear el lebensraum alemán en Europa fue el del genocidio americano de los pueblos indígenas, la despoblación de sus territorios y su posterior subyugación y segregación amparadas por la ley.

Los intelectuales y los médicos nazis tenían un compromiso sostenido con el movimiento eugenésico, que fue compilado en las leyes de inmigración de los Estados Unidos y que sirvió de modelo para el programa de esterilización y eutanasia del Tercer Reich. (Carolina del Norte tuvo políticas de esterilización para enfermos mentales hasta 1977). El mismo principio fundador de los Estados Unidos en la historia de la supremacía blanca fue el logro supremo de los pueblos arios. “El alemán racialmente puro y que aún no se ha mezclado”, escribió Hitler en Mi lucha, “se ha levantado para convertirse en el dueño del continente americano, y seguirá siendo su dueño siempre que no sea víctima de la contaminación racial”.

Cuanto más se lee sobre la obsesión estadounidense y nazi con la raza, más evidente resulta que en el mismo corazón de la ideología racista hay un miedo primigenio a una insuficiencia sexual, a la contaminación, al mestizaje

Estados Unidos fue “el único estado”, según escribió Hitler desde la cárcel, que rechazó con buen juicio la inmigración de “elementos físicamente enfermos y, básicamente, descarta la inmigración de ciertas razas”. Hitler, en un segundo libro inédito, volvía a maravillarse ante la jerarquía racial de los Estados Unidos, con nórdicos, ingleses y alemanes en la cima de su legítimo dominio como raza superior.

A las autoridades y legisladores del Tercer Reich también les intrigaban las leyes anti mestizaje, porque para purificar la raza aria era necesario que se controlara legalmente el sexo. Hitler, que había sido esencialmente asexual durante los años decisivos en que vivió en Viena como pintor fracasado, estaba obsesionado con el sexo y la sangre. Los Estados Unidos de la época eran los líderes globales en la prohibición de matrimonios mixtos, llegando incluso a castigar a los que desafiaban la ley. (Muchas de esas leyes no fueron derogadas en Estados Unidos hasta el fallo del Tribunal Supremo en el caso Loving contra Virginia en 1967).

El Memorando de Prusia apelaba de forma explícita a las leyes estadounidenses que fomentaban la segregación para mantener la pureza racial y la moral sexual, particularmente, la de las mujeres blancas. De un modo similar, la tercera ley de Núremberg prohibía expresamente los matrimonios y relaciones extramatrimoniales entre alemanes y judíos y auguraba penas de trabajos forzados en prisión para quienes quebrantaran la ley. Cuanto más se lee sobre la obsesión estadounidense y nazi con la raza, más evidente resulta que en el mismo corazón de la ideología racista hay un miedo primigenio a una insuficiencia sexual, a la contaminación, al mestizaje. El nacionalismo racial, la ideología de los nazis, llevó esta idea a su fin lógico.

Estos conceptos analizados por Vhitman muestran la realidad de Hitler, quien copio muchas de la políticas de EEUU, en las acciones contra la masacre los pueblos originarios y el racismo, en los mismos mecanismos de crear reservas custodiados por el ejército, como la esclavitud en los estados del Sur, mostraban claramente el modelo autoritario y racista, modelo considerado por Trump, como la verdadera raza aria, denominada supremacía blanca, ampliada por el fascismo, la misma creación de la Organización de Naciones Unidas (ONU), no ha servido como un instrumento, que pueda frenar las guerras-
Al finalizar  la segunda guerra mundial, se mantuvieron el colonialismo, los golpes de estado en América Latina, en el Siglo XX, lo mismo en Europa, la división de naciones en Yugoslavia, los Balcanes, el control de EEUU del mundo, a la caída de la URSS, surgieron las invasiones gringa, a Iraq,  Afganistán, Siria, a través de los grupos terrorista creados por EEUU, de  ISIS que destruyendo a varios países del Medio Oriente y con acciones en Francia, ataques a Rusia, en China, como otros países de Asia, esta realidad muestra una vez mas que no existe, un equilibrio en el mundo Y la ONU es solo un espejismo, la masacre de Palestinos y los ataques de Arabia Saudita a los pueblos de Yemen, las masacres de Israel sionista, la misma Haití se desangra y nadie apoya a esa nación . sin embargo, la Iglesia de Francia Note Dram recibe millones para su reparación, mientras el mundo vive la guerra y sigue el esclavismo, la trata de mujeres y los terrorista, la droga, un mundo al borde de la destrucción.
diegojolivera@gmail.com

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