Por Tony López R. :
El pasado 29 de marzo se celebró en Cartagena de Indias,
Colombia, la reunión de la SIP, organización que agrupa a los dueños de los
medios hegemónicos de comunicación y prensa en la Región, a la cual fue
invitado el señor Luis Almagro, Secretario General de la OEA, con dos objetivos principales: atacar a
Venezuela, Cuba y Nicaragua, porque, según los participantes, en estos países,
no existe libertad de prensa y escenario
de primerísimo orden para promover la
intervención militar de Estados Unidos en Venezuela.
Atacar a Venezuela, Cuba y Nicaragua, era el guión diseñado
por la SIP, no podía esperarse otra conducta de la Sociedad Interamericana de
Prensa (SIP), sino la de congregar a la gran mayoría del periodismo dependiente
de las órdenes de Washington, mentir y
defender los intereses de una oligarquía criolla entregada a las grandes
transnacionales económicas y financieras de Estados Unidos y Europa.
Luego de su discurso en la reunión de la SIP, Almagro escribió en su cuenta de Twitter “Hoy
participé en Colombia en la reunión semestral de la SIP y recordé que ningún
instrumento del derecho internacional, como por ejemplo el #R2P, puede ser
descartado a priori”, se refiere a la intervención militar en Venezuela y
apuntó “sería contrario a derecho además de inmoral e injusto con el pueblo de
Venezuela” añadió que “Los instrumentos del derecho
internacional deben estar disponibles para estos casos”.
Según la prensa colombiana lo expresado por los cerca de 300
participantes del encuentro, la región se encuentra en una “incertidumbre
política” y los medios informativos de la región reunidos en Cartagena van a
tomar “el pulso a la crisis que viven
algunos países, especialmente, Venezuela
y Nicaragua”. Y añadia la declaración de la SIP "Con la presión
internacional en aumento sobre Venezuela, Cuba y Nicaragua, el periodismo del
continente se haya frente a una situación inédita que exige reflexión y
análisis en la búsqueda urgente de soluciones”.
No es casualidad que estas supuestas preocupaciones de la
SIP, de reflexión y análisis, sean las de buscar cómo justificar las acciones
desestabilizadoras de Estados Unidos contra Venezuela y que de las sanciones
pasaron a los sabotajes comenzando con las operaciones criminales del sistema eléctrico de la cual es participe
Guaidó y de torpedear las operaciones petroleras de Venezuela con otros
países. Y la de propagandizar la supuesta marcha
anunciada por Guaidó para tomarse el Palacio de Miraflores el próximo 6 de
abril, esperemos por el bien del país,
que solo sea la superchería y los alardes a que nos tiene acostumbrado el
“autoproclamado”.
En el caso de Nicaragua tratando de impedir que se concreten los diálogos entre
el gobierno sandinista y la oposición, además de continuar su política de
sanciones contra este país centroamericano.
Tampoco es casual que en el caso
de Cuba
el Secretario de Estado Mike
Pompeo anunciara la decisión de activar el capítulo III de la Ley Helms-Burton,
con el propósito de arreciar el genocida bloqueo económico contra la isla,
apoyados por la mafia cubana-americana, asentados en Miami y los senadores
Marco Rubio, Bob Menéndez y el congresista Mario Díaz Balart, que junto con Ileana Ross forman
parte de dicha banda mafiosa.
La campaña mediática orquestada por la SIP está plagada de falsedades y se ha recrudecido contra Venezuela, Nicaragua
y Cuba, todo forma parte de un plan
diseñado en Washington, a tales efectos
el proyecto se viene cumpliendo desde hace un año cuando en el mes de abril del 2018 la SIP se
reuniera en Medellín, unas semanas antes
de las elecciones presidenciales en Venezuela y la cruzada, aprobada en esa reunión, contra el electo presidente Maduro ha sido
coherente y sistemática acusándolo de fraude y dictador, matriz que han sembrado
en la mente y el pensamiento de la opinión pública de la región, incluso ganando
adeptos en algunos sectores progresistas y democráticos, y que se pronuncian ni con Guaidó ni con Maduro,
cayendo en la trampa de la falsa noticia
y respaldando así el plan gringo.
Ahora se realiza en Cartagena, Colombia, otra reunión de
medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa, no les llama la atención
esta coincidencia. Colombia es el país que está absolutamente comprometido con
Estados Unidos en apoyar una intervención militar en Venezuela. ¿Será que en
este cónclave de la desprestigiada organización de prensa interamericana, se
aprobó la nueva campaña para crear las condiciones y justificar la intervención
militar de Estados Unidos en Venezuela?.
¿Qué papel jugó en esta cumbre de los dueños de medios de prensa más reaccionarios de nuestra
región el señor Luis Almagro?. Que se conozca, es inédito que el Secretario de
la OEA participe en una reunión de la SIP y más en un panel donde se pide la
intervención militar a un Estado miembro de la OEA y de la ONU.
Es públicamente
conocida la posición que tiene Almagro sobre Venezuela y su papel
como operador político de Estados Unidos
para respaldar lo que puede ser una muy
grave aventura militar no solo en Venezuela, sino para la Región.
Cómo es posible que la SIP se haya reunido dos veces, en
casi menos un año en Colombia y la llamada crema y nata de la prensa en el
continente y no saque una declaración
contra la violación de los derechos humanos y el terrorismo de estado que se
practica en Colombia.
Solamente en lo que va de este año y en el gobierno del señor Iván Duque y del Centro Democrático, han sido asesinados 29
líderes sociales, un promedio de 10 asesinatos por mes. Y se está incumpliendo
los Acuerdos del Proceso de Paz y además
objete y obstaculice la Justicia Especial de Paz.
Que se reprima brutalmente a la Minga Indígena del Cauca que
ha provocado la ruptura de los diálogos y la negativa del presidente Duque a
reunirse con la dirección de la organización indígena, mientras, alegremente,
se presentaba en Cúcuta para apoyar la agresión a la vecina Venezuela,
cuando su casa está sumida en la más grave crisis política, económica y social.
De estas graves violaciones no se hace eco esa prensa que se
agrupa en torno de la SIP, entonces,
cuál es el papel que realmente juegan hoy, promoviendo la guerra en
Venezuela y apoyando la política terrorista del presidente Donald Trump para
Venezuela, Cuba y Nicaragua, de cuál libertad de prensa hablan estos señores de
la pluma, el micrófono y las cámaras.
Que la SIP no se pronuncie por los asesinatos de migrantes
centroamericanos en Estados Unidos, los crímenes de la policía estadounidense
contra las minorías afrodescedientes, que se separen los niños de sus padres, y
que en centros de retención pierdan la vida inocentes criaturas, sin que la
SIP, como institución de prensa, haga una declaración de denuncia y condena.
Para que hablar de las violaciones a los derechos humanos en
Argentina, Brasil, Honduras, Perú, Paraguay, Chile, en este último país, se
gobierna bajo la constitución pinochetista y jamás la SIP se ha pronunciado,
tampoco ha condenado los crímenes contra los Mapuche en el gobierno de
Sebastián Piñera, uno de los Jefes de Estado más entusiasta en apoyar la
intervención militar en Venezuela.
Que puede decir la SIP de la gran mentira fabricada por los
medios de prensa que acudieron al show de Cúcuta, con la presencia de Luis
Almagro, y los presidente de Paraguay y Chile, teniendo como anfitrión al mandatario Iván Duque, cuando afirmaron en
grandes titulares que las fuerzas militares bolivarianas de Venezuela habían
atacado a los pacíficos opositores venezolanos e incendiado la ayuda humanitaria
de alimentos y medicinas que había prometido el farsante Juan Guaidó y que hace
dos semanas atrás el diario New York Time, desmintió y probó que fue desde Colombia y que
fueron los sicarios de Guaidó, quienes con bombas molotov, incendiaron los
dos camiones de la supuesta ayuda humanitaria,
que por cierto no eran ni alimentos ni medicinas, sino logística para la
oposición operara militarmente dentro de Venezuela.
En este evento de la SIP donde se hizo presente el
presidente Iván Duque Márquez, cuyo discurso fue especialmente agresivo
contra Venezuela, siguiendo la línea de
Estados Unidos y del portavoz del Departamento de Estado Luis Almagro, apoyó
decididamente una intervención militar en Venezuela y en absoluta coincidencia
con el mensaje en video enviado por el
impostor Juan Guaidó Márquez, en el cual detalla, según él, las atrocidades de la dictadura de Nicolás
Maduro contra la libertad de expresión.
A tal efecto se proyectó el mencionado video en el primer
panel del encuentro dedicado a analizar la situación de Venezuela, integrado
por el uruguayo Luis Almagro, el agente y director de Human Rights Washch
Americas, José Miguel Vivanco; el director del diario el Nacional Miguel
Henríquez Otero y el director de migración de Colombia, Cristian Kruger. La
sesión fue presidida por María Elvira Domínguez y coordinada por Claudia
Gurisatti, directora del canal Noticias NTN 24 y de Noticias RCN.2.
No podía este primer panel tener mejores exponentes de la
política fascista de Donald Trump para
Venezuela y defensores de la tesis de que “todas las opciones están sobre la
mesa”, en clara amenaza a una intervención militar en la patria del Libertador.
Esta reunión de medio año de la SIP en Cartagena, está
dejando claro que los medios hegemónicos de nuestra región, trabajarán
coordinadamente para justificar cualquier acción, ya sea militar o de desestabilización interna
mediante sabotajes y atentados, que se realice contra el gobierno
democráticamente elegido en Venezuela.
Hay serios riesgos de
que Estados Unidos decida ejecutar
cualquier acción, que no sea el diálogo, tal decisión provocaría varios años de una larga y costosa campaña militar y financiera en
medios y en vidas, no solo al pueblo venezolano, también para el estadounidense y
para cualquier otro país que se involucre en este conflicto que Estados Unidos
amenaza en realizar. La hegemonía de la que hace unos años atrás ejercía sobre América Latina y el Caribe, se verá severamente afectada, ya que en un mundo globalizado, Washington no puede
dejar de tomar en cuenta los intereses de otros Estados como China, Rusia,
Turquía y la India, que hoy están jugando fuerte en el tablero mundial y con
excelentes relaciones con el gobierno bolivariano de Venezuela. Esperemos que
todas las partes se pongan en función del diálogo y que reine la sensatez y la
paz.
Periodista, politólogo y analista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
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