Por Tony López R. :
Los últimos pasos del gobierno de Estados Unidos contra
Venezuela apuntan a una intervención militar, intención que ya no puede
enmascarar como una acción humanitaria y viola el derecho internacional,
pisotea la carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la carta de la
desprestigiada Organización de Estados Americanos (OEA). Acostumbrados a actuar contra cualquier país,
cuando desean apropiarse de sus recursos económicos como es el caso de
Venezuela, toman medidas y acciones con el apoyo o sin apoyo de la comunidad
internacional sin importarle la legalidad de sus actos.
En los últimos años conocimos las grandes mentiras de los
Secretarios de Estados en el Consejo de Seguridad, en el 2003 el ex general
Colin Powell afirmó tener pruebas de que el gobierno de Saddam Hussein poseía
armas de destrucción masiva, falso, nunca las hubo y la intervención militar
costó la muerte de 5 mil estadounidenses en suelo iraquí y cerca de un millón de muertos civiles y militares
iraquíes.
El pasado 26 de enero, en una reunión del Consejo de
Seguridad a petición del Secretario de Estado Mike Pompeo, éste afirmó que el presidente de
Venezuela, Nicolás Maduro, es ilegitimo, fraudulento y un dictador y que el señor Juan Guidó, presidente de la
Asamblea Nacional en desacato, que se
autoproclamó presidente provisional de
Venezuela en una plaza pública y a quien
ello reconocieron como Presidente legítimo, por tal motivo Estados Unidos pedía apoyo a los miembros del Consejo que respaldaran la posición de su gobierno, petición negada, pues el consenso mayoritario del
Consejo de Seguridad reconoció a
Nicolás Maduro como el legítimo Jefe del Estado venezolano y se pronunció por
el diálogo entre venezolanos, sin injerencia extranjera.
En realidad, los gobiernos estadounidenses usan cínicamente a estas organizaciones
multilaterales para dar la imagen de que
las respetan, pero en los hechos
la desconocen, la táctica de Pompeo era poner el tema en el Consejo de
Seguridad, sembrar la matriz de que el gobierno de Nicolás Maduro es ilegítimo, el mensaje no es para los miembros del Consejo, NO, la estrategia es mediante
la hegemónica campaña mediática dirigida por Estados Unidos se manipule y divulgue
a la opinión pública mundial la
mentira y que esta asuma como cierta la
ilegalidad del gobierno de Maduro con argumentos falsos, sin ética y sin ningún pudor mienten, como mintió Colin
Powell a ese mismo Consejo de Seguridad,
cuyo costo en vida y destrucción aún la sufren los países árabes. ¿Será ese escenario de guerra y destrucción
como Afganistán, Irak, Libia y Siria lo que pretende Estados Unidos para
América Latina? Nuestros pueblos y las
organizaciones sociales y políticas deben organizarse y salir ya a las calles a
denunciar y defender a Venezuela y protestar contra la injerencia yanqui.
Impedir urgentemente el holocausto, porque aceleradamente
está en formación un gobierno paralelo orquestado por Estados Unidos, de hecho
Juan Guaidó ya nombró al Encargado de Negocio de la embajada de Venezuela en Washington
y obviamente el Departamento de Estado lo reconoció de inmediato. También se están formando Poder Judicial en
el exterior, y la comprobada corrupta ex fiscal Luisa Ortega proclamándose
Fiscal de ese gobierno paralelo.
Mientras que en las últimas horas Guaidó continua en el plan
de intervención y usurpando funciones, lo que agravará su propia situación
jurídica, al nombrar a 10 embajadores en los países títeres que forman el Grupo
de Lima. Aquí hay que formularse la pregunta: ¿Esos países le darán
reconocimiento? Sí es así, la ruptura de
relaciones del Gobierno de Maduro con dichas naciones es inevitable y cabe
preguntarse: ¿Establecerán realmente esos países relaciones con un gobierno
virtual? ¿Estarán preparados dichos
gobiernos para asumir la responsabilidad de establecer unas relaciones con un
inexistente gobierno, fabricado virtualmente por Estados Unidos y afectar sus
relaciones económicas, culturales e incumpliendo tratados internacionales?
Todas estas interrogantes deben hacerse los gobiernos títeres, o realmente
están seguros de que el derrocamiento del gobierno bolivariano es ya un hecho y
se creen las mentiras de Mike Pompeo. Las fuerzas opositoras en esos países y
los parlamentos deben pedirles cuenta a sus gobiernos de tamaña irresponsabilidad, cuando el propio Parlatino reconoce solo
como legítimo al gobierno de Nicolás Maduro.
Está claro que es un gobierno virtual y nada real, pero no
olvidar, que ese fue el patrón que quisieron usar contra Cuba, cuando formaron
en Miami un gobierno virtual conformado por traidores y batistianos, a la
espera de que los mercenarios cubanos apoyados por el ejército estadounidense
tomaran un pedazo de territorio en Cuba para desembarcarlos y
pidieran la intervención de Estados Unidos y la OEA, pero resultó en
una gran derrota, no pasaron de
las arenas de Playa Girón, en 64 horas
fueron derrotados. La primera gran derrota militar de Estados Unidos en
América Latina. En está ocasión fue el presidente Kennedy quien también mintió.
Ahora la maniobra es parecida, pero no igual porque tienen
la cabeza principal dentro del país y por eso la insistencia del gobierno
gringo y de sus operadores políticos Pence, Bolton, Pompeo y Marco Rubio, de
que se reconozca a Guaidó. De allí la necesidad que se actué con celeridad
aplicando la Constitución y apegado a derecho contra Juan Guaidó y los líderes
del golpe dentro de la Asamblea, que al estar en desacato están cometiendo un
delito contra los poderes del Estado legítima y constitucionalmente
constituido. No es por gusto que Pompeo y Bolton amenazaron con intervenir si
se actúa contra Guaidó. Estos
mercenarios y vende patria desde hace tiempo están pidiendo la intervención
militar sin pensar en su pueblo, tampoco en sus familias, pues la guerra en
Venezuela, también les tocará a ellos y se extenderá a los países vecinos y
serán responsables de desestabilizar la región.
Cuál es el motivo que desde el pasado sábado 26 de enero
llegaron altos mandos militares gringos
a Bogotá, Colombia y que John Bolton en
su encuentro con la prensa tuviera en su block de nota agendado él envió a Colombia de 5,000 mil marines
gringos, block que supuestamente tenía en su mano al descuido y captado por las
cámaras de la prensa, o sería un manejo mediático para amenazar y dar credibilidad
a una intervención militar aún no decidida, porque ellos saben que fracasarán.
El gobierno de Colombia sabe que una acción militar desde su territorio contra
Venezuela tendrá una dura respuesta y dentro de su propia frontera tendrá que
enfrentar al movimiento guerrillero del ELN y EPL y la llamada disidencia de
las FARC-EP, la mayoría de esas fuerzas asentadas en la frontera con Venezuela,
que se convertirán en la retaguardia del Ejército venezolano.
El gobierno de Donald Trump, tiene demasiados problemas al
interior de su propio Gobierno y de su país, los líderes demócratas y sectores
políticos y sociales ya han iniciado sus protestas frente a la Casa Blanca y el
senador Berner Sander también ha iniciado una campaña en contra de la
injerencia de Trump en Venezuela. De igual forma y sin dudar los gobiernos
títeres que apoyan a Estados Unidos en esta aventura enfrentaran fuertes
protestas porque ellos mismos tienen graves problemas políticos y sociales
internos, que moral tienen los gobiernos para embarcarse en esa nave que
irremediablemente se hundirá, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Argentina,
Paraguay, Ecuador y Chile. Los que por otro lado incumplirán el acuerdo firmado
por esos países en la II Cumbre de la CELAC en La Habana Cuba de declarar zona
de paz a nuestra América Latina y
caribeña.
Y qué decir de Brasil, cuyas Fuerzas Armadas ya le
notificaron al capitán- presidente Bolsonaro, que ni base militar gringa en su
territorio, ni uso de sus fuerzas para una intervención en otro país. Es que
Bolsonaro se ha convertido en un títere de Trump y las Fuerzas Armadas de ese
país, siempre han tenido como hipótesis de conflicto armado a Estados Unidos
como su única fuerza adversaria, tener en cuenta que los brasileños defienden
sus intereses nacionales. Y Brasil es el único país latinoamericano que puede
competir y desbancar a Estados Unidos de su influencia y poder en América del
Sur, esa siempre fue la razón por la cual Estado Unidos se opuso al Mercosur y
se apoyó en el dictador Pinochet para sabotear dicha integración regional. Debe saberse que el Plan Colombia, no era
solo un plan contrainsurgente, sino concebido para fortalecerse militarmente en
la región y está en marcha, eso explica las bases en Colombia, Perú, Paraguay y
en la provincia de Neuquén, Argentina, apoyada esta última por el gobierno de
Macri, asentamiento que nunca había sucedido en este país austral, pero también
el trabajo contra la izquierda, sectores democráticos y progresistas en el sur
y el apoyo a los actuales gobiernos de derecha.
Por último y para reiterar que la campaña de la oposición
mercenaria venezolana, agrupada en Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y sectores de Copei, siguiendo firmemente los dictados de Washington han
logrado sembrar la matriz de opinión de que Nicolás Maduro es un usurpador y un
dictador, lo mismo que esgrime el empleado del Departamento de Estado en la OEA
Luis Almagro y Mike Pompeo en el Consejo de Seguridad, pero que están montada
sobre una montaña de mentiras, hago breve
referencia a lo sucedido el 20 de mayo del 2018.
Se efectuaron elecciones presidenciales el 20 de mayo del
2018, unos meses antes de la toma de posición el 10 de enero del 2019 de
acuerdo a los artículos 230 y 231 de la Constitución, se hubiera violando la
Constitución si las elecciones se hubiesen realizado después del 10 de enero de
2019.
Por petición de la oposición, agrupada en la Mesa de Unidad
Democrática (MUD), las elecciones se
adelantaron para el 20 de mayo y no en
diciembre como habitualmente se hacía, y
ellos sugirieron hacerla en el primer trimestre del año 2018, en ese
momento estaban en conversaciones en República Dominicana con el diputado Julio
Borge al frente de la delegación opositora, quien cuando ya se había logrado
consenso y se aprestaba a firmar un comunicado conjunto y dar a conocer los acuerdos, recibió una llamada
de Bogotá, del embajador de Estados Unidos, quien le dio instrucciones de no
firmar y abandonar Santo Domingo, capital Dominicana, lo cual hizo de forma prácticamente furtiva.
En Venezuela y así consta en la Constitución el voto es un
derecho, no una obligación, se puede o no participar, pero eso no ilegitima el
proceso electoral, en este evento electoral y democrático en el cual se inscribieron 16 partidos políticos ellos
fueron los siguientes (PSUV), (MSV), (Tupamaro), (UPV), (Podemos), (PPT),
(ORA), (MPAC), (MEP), (PCV), (AP), (MAS) (Copei) Esperanza por el Cambio,
(UPP89). Decidieron no participar y llamar a la abstención los siguientes partidos Acción Democrática (AD) Primero
Justicia (PJ) y Voluntad Popular (VP) pero el hecho de que estos Partidos no
participaran no ilegitima las elecciones, porque, además, a las urnas acudieron
9 millones 400 mil electores, que significan el 46 por ciento del padrón electoral
y que en Venezuela, al igual que en Colombia y en otros países de América
Latina, incluido Estado Unidos es el
abstencionismo promedio.
Fueron seis candidatos los postulados a la presidencia:
Nicolás Maduro, Henry Falcón, Reinaldo Quijada, Javier Bertucci, Francisco
Visconti y Luis Alejandro Ratti, estos dos últimos decidieron retirarse de la
contienda electoral. Los resultados electorales dieron como ganador a Nicolás
Maduro Moro con 6,248,864 votos con el 67.8 %, le siguieron Henry Falcón con
1,927,958 votos para un 20.9 %, Javier Bertucci con 1,015,895 voto para un 10.8
% y Reinaldo Quijada quien obtuvo 36,246 votos para un 0.30%. Henry Falcón que formo parte de ls MUD solo
después de perder electoralmente comenzó a decir que hubo fraude, una mentira
que ni él mismo se la creé.
Al evento electoral asistieron unas 150 personas entre ellas
14 comisiones electorales de 8 países, dos misiones técnicas electorales; 18
periodistas internacionales, 1 eurodiputado y una delegación técnico electoral
de la Central Electoral de Rusia, todos declararon y afirmaron que fueron unas
elecciones tranquilas y transparente, elogiando al sistema electoral
venezolano, pues es imposible hacer fraude porque supone poner la huella
dactilar del elector al efectuar el voto. Por otra parte sí bien no fueron más
delegados internacionales y periodistas extranjeros, fue por una decisión
propia, pues de acuerdo al Consejo Nacional Electoral, la invitación fue
abierta. Un elemento que demuestra que
ya desde mucho antes el plan de montar la matriz de ilegitimidad estaba en
marcha. También deben preguntarse, como
así, que cuando las elecciones, dos de ellas muy importantes, favorecieron a la
oposición son legítimas y democráticas y cuando gana el chavismo son
ilegitimas, fraudulentas y antidemocráticas, si tenemos en cuenta que el
Consejo Nacional Electoral es el mismo y con la misma técnica. Juzgue usted
querido lector como explicar está obvia farsa opositora.
Queda absolutamente demostrado que Estados Unidos no
solamente quiere derrocar al gobierno de
Maduro porque lo considera ilegítimo,
principalmente quieren las enormes riquezas minero energética, pero también y a futuro quieren tener en Venezuela y Colombia dos importantes
países, lo suficientemente fuertes para contener lo que pueda sobrevenir más
adelante en Brasil, el gigante del sur
que cada día adquiere más desarrollo científico- técnico y fuerzas, productiva altamente desarrolladas que los desplacen, ellos saben que Jair Bolsonaro es un ave
pasajera, pero no lo que se está incubando en esa gran nación. También están preocupados por la influencia
China y rusa en lo que consideran su patio trasero. Pero ya es tarde para el
imperio, la Revolución Bolivariana no solo los derrotará, sino que se crecerán
y profundizarán las ideas integracionistas del Libertador Simón Bolívar y de
Hugo Rafael Chávez Frías. Venezuela y su pueblo vencerán.
Periodista,
politólogo
jorgarcia726@gmail.com
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