Por Norma E Ferreyra:
Voy a referirme a mi país, porque es el que más conozco,
aunque no voy a hablar exclusivamente, del actual gobierno argentino, sino de
todos los anteriores, que instauraron o toleraron en la Constitución Nacional,
un sistema que podía vulnerar y
autodestruir los derechos que decía proteger, cuando en realidad, los único que
se protegían fueron los derechos de los ricos y
sus privilegios, con el beneplácito del propio pueblo, que culto o
inculto, fue inoculado desde los claustros universitarios, con conceptos
erróneos, que hoy ven caer sobre sus cabezas, con asombro, hasta los más
expertos “intelectuales” salidos de estas “Universidades del Poder Mundial” que
no sólo nos invadieron el territorio, sino lo que es peor, nuestras mentes. Y
lo hago extensivo a todos los países del mundo que no son libres. A la vez,
aprovecho para hacer un “mea culpa”, porque también me dejé engañar en esas
aulas universitarias, en un momento ingenuo de mi vida.
Los ideólogos de la Revolución Francesa. en su afán de
destruir la Monarquía, que era un sólido escollo para dividir al pueblo, a
quien el Rey representaba para oponer su peso a los nobles, es decir a la
oligarquía. Los Revolucionarios traían
entre las manos la trampa del “divide y reinarás” que fue el verdadero motivo
planificado de la destrucción monárquica. El rey, vestía ropas lujosas, muy
pesadas e incómodas y a su palacio podía
entrar el pueblo y permanecer allí para verlo.
Cuenta Carlos Puyuelo Salinas, en su
magnífico libro” La Monarquía y la República” dijo, que cuando María Antonieta dio a luz,
tuvieron que romper una ventana de su cuarto, porque se asfixiaba, por la
cantidad de gente que presenciaba el parto. Señaló que los palacios eran malolientes,
debido a la gran afluencia de gente que siempre había, de lo que deducimos que
ser el Rey no era algo muy agradable, si comparamos con la vida de los nobles.
Por otra parte, dice que dichos reyes, no se defendieron de los
revolucionarios, por no levantar el ejército en contra el pueblo, al que debían
defender, cuya consecuencia fue que fueran decapitados. Por otra parte, todos
sabemos lo que fue la tiranía dictatorial de Robespiere, que los sucedió, bajo
la patraña de la igualdad, libertad, fraternidad y cuanta mentira fue
sucediendo en el tiempo. Lo cierto fue
que el “dividir para reinar” era la causa para apoderarse del mundo y eso,
fue efectivo hasta hoy. Y más aún, cuando inventaron el balotaje, ya que
entre dos, todo es más manipulable, teniendo en cuenta que el hombre se vende
por el oro y por monedas, según su precio.
Pero vayamos a las Constituciones de las Repúblicas, que
se fueron copiando de los EEUU, de
Inglaterra, Francia, etc. Nunca de Países vencedores en Revoluciones como
México, ni Cuba, ni Venezuela, en fin,
de los que acertaron en asegurarse ciertos derechos, para contrarrestar el
poder invasor extranjero de los países dominantes. De modo que la oligarquía
quedó asegurada, en lo que se llama, la parte pétrea e inamovible de las constituciones,
como la nuestra, donde quedan salvaguardados los derechos de los ricos
oligarcas en detrimento de la clase obrera, que genera la riqueza. Así, se le
asegura al rico el derecho a heredar sin límites, tanto propiedades como el dinero sus padres y
parientes, su derecho a la propiedad privada, en detrimento de los derechos
sociales. Por eso, están envenenando sin control a los argentinos, a causa de
las Mineras y Monsanto, con las semillas transgénicas y sus tóxicos, aparte del
flúor y cloro en el agua que bebemos y de metales pesados que contiene el aire.
La República nos trajo los partidos políticos, la división
de Poderes que teóricamente, deberían
controlarse entre sí, pero que en realidad forman un complot perfecto,
donde se instalan en la Cámara de
Senadores y en la de diputados, pero
donde jamás va un pobre. Todo está tan
desnaturalizado, que el ejército de la patria, se usa contra el mismo pueblo
que debe defender, para reprimirlo. Los Jueces son prácticamente vitalicios,
forman parte de uno de los Poderes de
Gobierno y por supuesto, nunca son justos, pues son dependientes del Poder
Político. Un país con justicia inexistente, donde no es gratuita, como debería
ser, porque el derecho a la Justicia, es el principal derecho humano, después
del derecho a la vida.
La Legislatura tiene dos Cámaras, aunque con una basta
porque el pueblo es uno, pero así postergan las leyes y las resoluciones,
porque hay un quórum que se maneja a voluntad, donde se puede faltar a todas
las reuniones manteniendo el cargo y donde se vota, con voto cantado, para que
quien le paga el voto, sepa si votó como le dijo, cuando el voto de ese poder
debe ser obligatorio y secreto con los que estén presentes. Y se deberían
reemplazar después de 5 faltas.
Un poder Ejecutivo que puede vetar leyes y
legislar, presentando proyectos,
cuando para eso está la legislatura y el pueblo. El ejecutivo sólo debe ejecutar lo que el pueblo decida con sus
legisladores. Los partidos políticos, son esos entes corruptos que mandan a los
legisladores a votar de tal o cual forma.
O sea hay una partidocracia o corruptocracia.
Ni hablemos de la Publicidad de los actos de gobierno, los
que deberían ser siempre grabados y emitidos en el acto por la web o por
cualquier otro medio público. Hay medios
periodísticos, donde los ciudadanos no participan, sólo escuchan
mentiras y más mentiras. Esto está previsto como delito penal para las
personas, cuando se comete una estafa o fraude, mediante cualquier ardid o
engaño. Diré que existe ese fraude, cuando se usa indebidamente e
intencionalmente, un ardid para manejar el resultado final de una votación,
mintiendo el resultado. o cuando las promesas electorales,, no se corresponden
con las acciones cuando se asume el cargo. O
son contrarias a lo prometido en campaña. Mucho más, cuando se asegura, como lo hizo
Menem, que si decía lo que iba a hacer, no lo hubieran votado. Es terrible
tener que admitir que Macri ha realizado el mismo ardid y engaño, para estafar a
quien lo votó.
Los poderes de la Nación no tendrían que poder vender
tierras a extranjeros. Las tierras agrícolas deberían tener un máximo de
extensión para un solo dueño, siempre nacional. Las fumigaciones agrícolas no
tendrían que ser realizadas por el agricultor sino por una empresa nacional que
controle los tóxicos. Para ello, se debería prohibir su venta directa. Nadie
tiene derecho a envenenar a las personas, los suelos y las aguas, cuyos
controles que deberán estar en manos del Estado.
Otra pésima costumbre antidemocrática es que el Estado
nombre Ministros que el pueblo no
elige y que en la práctica, son los que
realmente gobiernan, sustituyendo al presidente. O permitir que se vendan las
empresas nacionales. Entre muchas otras cosas, que debemos modificar es que
haya trabajos en empresas estatales, que cuando muere el titular, se ocupan por
parientes del muerto.(derecho sucesorio
de injusto privilegio) Igualmente hay profesiones Universitarias (Escribanos)
que se ingeniaron para tener un cupo reducido y los que se reciben, no acceden nunca
a ejercer su profesión y donde, además, se puede acomodar a un pariente, un
injusto privilegio en detrimento de una
profesión, que debería tener libre acceso.
Esto y mucho más
puede verse en una Republiqueta indigna y humillante, como la mayoría de
Latinoamérica, donde nadie trata de modificar nada, salvo Venezuela, Cuba,
Bolivia, que son un ejemplo en la región..
normaef10@hotmail.com
SIEMPRE ESCRIBE CON EXCELENCIA SRA. NORMA FERREYRA!!!ADMIRABLE
ResponderEliminarla estafa política, la mentira, debe sancionarse como un crimen y sin posibilidad de apelación
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