Por Rolando Prudencio Briancon:
Después que varios -sino la mayoría- países de Latinoamérica
le negaran a Trump su conspirador concurso para una aventura golpista contra
Venezuela y; a pesar que muchos de ellos estuvieron a favor de que renuncie el
presidente Maduro, Trump ha tramado una nueva fórmula para invadir Venezuela, y
ésta vez es a través de las lecciones da la leyenda del caballo de Troya, que
con el regalo de la “ayuda humanitaria”, intenta invadir Venezuela.
Ingenio y angurria no le falta al insaciable imperio yanqui,
que por hacerse del petróleo y oro venezolano, la excusa perfecta para una
intervención es la ayuda humanitaria.
Cabe hacer notar que existe cierta similitud con lo que en
Siria sucede; más concretamente con la coartada de la “catástrofe humanitaria”
que podrían provocar las fuerzas rusas si hasta la anterior semana tomaban la
decisión de recuperar ese territorio de manos los terroristas mercenarios “Made
in USA” del ISIS, que tenían bajo su sanguinario control la región de Idlib, al
noreste de Siria.
Así que en Idlib pasó lo que tenía que pasar, y las
apocalípticas advertencias, que más en tono de una sutil súplica Trump escribió
en su cuenta Twitter “Los rusos y los
iraníes cometerían un grave error humanitario si participan en esta potencial
tragedia humana, en la que cientos de miles de personas podrían ser asesinadas.
¡No dejen que eso suceda!"; hasta el día de hoy no sucedieron.
En el caso de Venezuela, la supuesta crisis humanitaria; más
creada por los medios, como por las sanciones contra el gobierno del presidente
Maduro, que Washington se encargado de presionar a otros gobiernos, y otras
instancias para aislar a Venezuela, es la que quiere EE.UU., usar como un
caballo de Troya contra el gobierno del presidente Maduro.
Es en ese sentido que dejó sentado ayer Diosdado Cabello
diciendo: “Si el imperialismo intenta algo contra esta patria, es probable que
entren, lo que no está claro es cómo van a salir. De aquí saldrán
derrotados". De igual manera manifestó el presidente Maduro: "No se
equivoquen, señores imperialistas. Si los golpistas, si los imperialistas, se
atrevieran a romper las reglas de juego; ¡ustedes los chavistas- a la calle, a
la carga, a la batalla, a la revolución total y radical!".
Así que aunque los yanquis quieran usar un caballo de Troya, que les quede claro que los
venezolanos son como ese potro indomable chúcaros de domar y domesticar, pues
donde nacen yeguas, nacen potros, donde hay unos hay otros.
prudenprusiano@gmail.com
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