Por Nestor Garcia Iturbe:
En los primeros días del mes de noviembre se efectuarán en
Estados Unidos las elecciones conocidas
como de “medio término” donde sacarán a
votación todos los cargos de representante, un tercio de los puestos en
el Senado, un número de Gobernadores y una buena cantidad de cargos a nivel de
Estado.
Esta elección resulta de gran importancia pues existen toda una serie de circunstancias que
la rodean que pudieran determinar
relevantes eventos dentro de Estados Unidos, entre otros, el “impeachment” del
propio presidente Donald Trump, poner en juego sus aspiraciones de contar con
un Congreso que lo respalde en sus propósitos y además también pone en juego
sus aspiraciones de reelección en el 2020.
Esto lo conocen Trump y sus enemigos, por lo tanto no debe
sorprendernos que en estos meses la propaganda anti-Trump se incremente y que
comiencen a salir a la luz pública las cosas más horribles que puede haber
hecho el actual presidente, que en realidad no se diferencian en mucho a las
que hicieron otros que también estuvieron en la Casa Blanca.
La táctica de los enemigos de Trump es no darle tregua, que
todos los días tenga que ocuparse de una denuncia, sea esta cierta o no, pues
sus contendientes saben que si Trump puede dedicar un tiempo a la campaña
electoral, todo estará perdido para ellos.
¿Qué es lo que se está jugando?
¿Será que Trump quiere implantar el socialismo en Estados
Unidos? Nada más alejado de la realidad. Tanto Trump como sus enemigos quieren
mantener el dominio del mundo en manos de Estados Unidos.
Los pobres del mundo no ganan nada con esta competencia, es
de tontos ponerse al lado de unos o de otros. Gane quien gane, nosotros no
ganamos.
La diferencia está en
que los GLOBALISTAS han estado creando condiciones durante decenas de años para dominar al mundo mediante sus
inversiones, convenios e influencia en otros países, cuyas economías y
dirigentes actuarán siempre de acuerdo con Estados Unidos. Es por eso que en los últimos veinte años las
inversiones de Estados Unidos en el exterior totalizan 53 trillones de dólares.
Junto con el dinero va la tecnología y un mercado apreciable, el
estadounidense, donde se limitara la fabricación de mercancías que ahora se
realizan en otros países, a un costo más barato.
Frente a los GLOBALISTAS están los que como Trump quieren
ver a “Estados Unidos grande otra vez” con una industria potente, que controle
el mercado internacional, que les permita fijar los precios de mercancías y
materias primas.
Los INDUSTRIALISTAS pretenden dominar el mundo de esa
forma. No quieren socios, como los
GLOGALISTAS, sino quieren subordinados. Están en contra de todo acuerdo o
tratado internacional donde cada país tenga un voto o ellos tengan que
someterse a lo que decida la mayoría, su idea es hacer convenios individuales
donde siempre Estados Unidos reciba un trato preferencial.
Las sanciones comerciales contra China y otros países van
dirigidas a crearles dificultades en las exportaciones que después se reflejen
en disminución de la producción, el
incremento del desempleo y la disminución de las utilidades, lo cual afecta
directamente a las empresas estadounidenses que realizaron sus inversiones en los “países hambreados”
aprovechando la mano de obra barata y otras condiciones favorables para sus
inversiones, que ahora la política Trump de “Hacer America Grande otra vez”
pone en peligro los planes futuros de los inversionistas-
Es una batalla entre dos fracciones del “stablisment” sobre
como dominar el mundo.
En otras circunstancias las elecciones de “medio término”
tendrían una importancia relativa, pero
en medio de esta sangrienta batalla por el poder adquieren mayor relevancia.
Además de la prensa, resaltando los errores de Trump, su
entrega a los rusos y las inmoralidades que ha cometido, comenzaremos a ver
encuestas donde el triunfo está asegurado para los oponentes de Trump, algo
similar a lo que leíamos cuando Hillary era la que querían saliera presidente.
Ya se están publicando libros y películas, financiadas por
los GLOBALISTAS, sobre los desaciertos de Trump, su estilo de dirección poco
democrático y algún que otro funcionario que utiliza el anonimato para
denunciar sus desafueros, algo que por el método utilizado huele a CIA.
En estas elecciones Trump no solamente tiene que asegurar
ganarles a los demócratas, sino también sustituir a los republicanos que no coinciden con sus
ideas y representan un freno a todo lo que él presenta en el Congreso.
Un problema a tomar en consideración en estas elecciones es
la abstención. que siempre se pone de manifiesto en los sufragios
estadounidenses, más en la elecciones de medio término que en las
presidenciales.
En ls ultimas elecciones, las del 2016 tenían derecho al
voto 324,3 millones de personas, se inscribieron para votar 231,6 millones e
hicieron su voto efectivo 137,1 millones. Una abstención del 41 por ciento de
los inscritos y del 55 por ciento de las personas con derecho al voto.
Algunos politólogos plantean que los demócratas son más
propensos a la abstención que los republicanos, pues estos últimos son más
militantes. Este problema de la abstención se pone también de manifiesto en las
primarias de cada partido.
Otro aspecto a tomar en consideración, pues influye en el
resultado de las elecciones, es el por ciento de desempleo, tanto nacional como
por estado. En agosto del 2018 este indicador registró el 3,9 por ciento a
nivel nacional, una disminución significativa al 8.1 obtenido en los últimos meses de Obama.
Este indicador, tiene
gran importancia a nivel de estado, por
ser estas elecciones para seleccionar representantes de los estados. Un estado
cuyo desempleo sea bajo, casi asegura que votará por el candidato del partido
que está en el poder.
La composición étnica de los votantes y el porciento de
desempleo de los mismos también es un
indicador a observar. El desempleo entre los negros ha disminuido en casi el 50
por ciento y entre los latinos en un 35.
Otro indicador importante es el salario medio, que ha tenido
un aumento del 0.02 por ciento, mientras que los productos de la canasta básica
han aumentado su costo en el 0.01 por ciento.
Los indicadores aquí mencionados se publican mensualmente,
mientras que otros, también relacionados con la situación económica de la
población se publican trimestral o semestral, pero para tener una idea de quién
puede ganar una elección deben tenerse en cuenta.
Influyen también en
el resultado de las elecciones problemas nacionales que se reflejan en las
comunidades locales, pues los votantes consideran pueden resolver votando por
uno u otro candidato. El problema de la inmigración, la posición de Estados
Unidos en el conflicto entre Israel y Palestina y otros que constituyen una
amplia gama de problema.
Siempre habrá una sorpresa de última hora que tratará de
influir en las elecciones, los demócratas tienen preparada la investigación de
Muller sobre las vinculaciones de Trump con los rusos. Considero que Trump
también debe tener algo preparado, pero en estos momentos no tengo idea de lo
que pudiera ser.
Estos indicadores son los que reflejan lo que está sufriendo
el votante, un libro, un artículo, un escándalo tiene vida limitada, en un
círculo determinado, en caso de que el
votante tenga acceso al mismo, o le de credibilidad. En estos momentos la utilización de las redes
sociales se consideran mucho más efectivas para transmitir un mensaje y tratar de influir en las elecciones que
cualquier medio de prensa.
¿Quién ganará las elecciones de noviembre?
Analice los datos de Septiembre, porque los de Octubre le
llegarán muy tarde y casi seguro que usted mismo podrá responder.
sarahnes@cubarte.cult.cu
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