Por Rolando Prudencio Briancon:
Cuanta hipocresía se puede deducir de la demagógica defensa
que alardean tanto Benjamín Netanyahu y Donald Trump sobre los niños, cuando
sus actos nos demuestran todo lo contrario. Recuerdo que a poco de asumir la
presidencia Donald Trump ordenó el bombardeo a Siria, acusando al presidente
Bassar Al Asad de haber usado gas sarín contra la población civil, en la que
murieron más de dos docenas de niños, a quienes Trump los llamó “bebes
hermosos”, y por quienes tomó esa decisión de bombardear Siria.
En el caso de Netanyahu, su hipocresía se la evidencia,
cuando después de haber ordenado el holocausto durante la Marcha del Retorno de
los palestinos a sus tierras, ejecutó el genocidio de más de medio centenar de
personas, y en la que murieron varios niños; o el infame encarcelamiento de la
casi niña Ahed Tamimi por abofetear a dos soldados israelís, todavía aclare que
su gobierno protege a los niños israelís para que no sea usados como escudos
humanos por los palestinos.
Pero si es el colmo de la hipocresía que el gobierno del
genocida Benjamín Netanyahu tenga ese
tupé todavía, cuando la actual ministra de Justicia israelí Ayelet Shaked
maltusianamente manifestó hace poco que: “a las madres palestinas había que
matarlas en sus madrigueras para que mueran junto con sus crías”.
En el caso de Trump, hace un par de semanas atrás hemos sido
testigos de su cobarde animosidad contra los niños, cuando después de disponer
la separación de padres migrantes de sus hijos, de los segundos ordenó que sean
enjaulados y engrilletados.
Estamos entonces antes dos cobardes “lideres” si cabe
llamarlos así- de dos países que presumiendo que son los gendarmes del planeta;
son los más cobardes agresores de los seres más indefensos que hay en el
planeta. Vale decir, son los verdaderos representantes de la decadencia de
quienes no sólo creen que pueden dar normas de conducta, por ser loas más
abusivos, sino porque eligen a los más indefensos para hacer gala de sus
atropellos.
Claro que en todo caso estas no son sino señales de la
decadencia del despotismo de dos genocidas gemelos que se han colocado en el
más abrumador aislamiento haciendo aspaviento de sus abusos agrediendo a los
más débiles.
prudenprusiano@gmail.com
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