Por Rolando Prudencio
Briancon:
"Estados Unidos condena la violencia política ocurrida
el 4 de agosto e insta al régimen (del presidente) Maduro a respetar el estado
de derecho, ejercer control y salvaguardar la presunción de inocencia de todos
los acusados". Así reza el comunicado emitido por el Departamento de
Estado norteamericano, y dado a conocer por la portavoz Heather Nauret en
relación a la reacción del gobierno bolivariano de llevara a los responsables
ante la justicia.
Estados Unidos ha
sido siempre el primero en condenar el terrorismo -por lo menos de dientes para
afuera; porque precisamente es el primer promotor del terrorismo- al extremo de
haber proclamado a los cuatro vientos la “Guerra contra el terrorismo”, como
una cruzada del mundo civilizado contra la barbarie extremista.
No en vano en esta cruzada imperial irremediablemente ha
instado a “estar con los EE.UU., o estar en su contra”; tal como
despóticamente conminara el genocida de
George Bush el 20 de septiembre del 2001, después del auto atentado a la torres
gemelas, por lo que a estas alturas; lo mínimo que los EE.UU., debería haber
hecho era manifestarse en contra del atentado contra el presidente Nicolás
Maduro por el incidente contra el presidente Nicolás Maduro, o por último
quedarse callados.
Desde luego que nadie está pidiendo al gobierno
norteamericano que se manifieste a favor del presidente venezolano, pero lo
menos que debería es observar mesura, y no opinar; tan simple y elemental como
eso. Y es que esta injerencista actitud, no hace más que ratificar que los
EE.UU., está dispuesto a obstaculizar las investigaciones iniciadas por la
fiscalía y los servicios bolivarianos de inteligencia venezolano, encargados de
la seguridad interna del gobierno venezolano.
Y la pregunta más que obvia es, ¿por qué? Porque si los
EE.UU., está en una cruenta “cruzada” contra el terrorismo, no condena el
atentado contra el presidente Maduro, y más bien defiende a los cómplices del
ataque, obstaculizando las investigaciones iniciadas por los organismos
especializados del Estado venezolano.
Es más que obvia es que lo dicho; nada menos que por la
portavoz del ¡Departamento de Estado!, es la confesión de la conciencia
culpable de quienes ha estado detrás del magnicidio, en grado de frustración
contra el presidente Maduro.
prudenprusiano@gmail.com
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