Por Emilio Marín:
La semana política
Sin entrar en historias que ya parecen antiguas, como la
fábula de la “pobreza cero”, el macrismo siguió inventando otras. Una tras otra
se fueron cayendo. ¿Cuál será el nuevo entretenimiento y/o falsedad para
disimular el ajuste?
La de la “pobreza cero” fue la mentira más perversa de
todas, teniendo en cuenta la fábrica de pobres a full desde el 10 de diciembre
de 2015, ahora potenciada por una inflación que en el primer semestre arañó el
15 por ciento.
Solucionar la inflación en un periquete fue otra gran
mentira del candidato pintado de amarillo. En este punto no se trata de echarle
todas las culpas a él; hay que repartirlas con los popes empresarios,
exportadores y banqueros que remarcan los precios, disparan el dólar y fugan
los capitales.
Ahora se estima la inflación en 30 por ciento para el año.
Por supuesto, como curar las mentiras es casi tan o más difícil que la
enfermedad que padece Pity Álvarez, el oficialismo planteará en el Presupuesto
2019 una pauta inflacionaria del 17 por ciento. Total, qué le hace una mancha
más al tigre, o al gato…
Bueno. Basta de historias más o menos antiguas sobre fábulas
macristas como la “pesada herencia”. Tampoco los inventos más recientes
resistieron la prueba de la realidad. Por ejemplo, creyeron que habilitando el
debate parlamentario sobre el aborto ganarían un par de meses de calma, antes
del Mundial de Fútbol. Y que éste le proporcionaría otro bimestre benigno,
entre la previa y el campeonato propiamente dicho, en caso que la celeste y
blanca tuviera muchos goles. No fue así.
El debate sobre interrupción del embarazo dividió más a
Cambiemos, porque el grueso de sus diputados y diputadas votó en contra, salvo
un pequeño núcleo que en este tema concreto tuvo una buena postura. Y esas
diferencias dentro del PRO y el radicalismo, más los venenos mortales
repartidos por Elisa Carrió, afectaron al oficialismo.
Algunas torpezas de la Iglesia, como presionar desde el
púlpito a diputados y ahora a senadores, para que voten por la negativa, o
hacer desfilar a todos los alumnos de escuelas con el pañuelo de la “doble
vida” en el día de la Patria, le serán facturadas al presidente como si hubiera
sido el autor de esas barrabasadas. Con mayor motivo, tendrá que hacerse cargo
de las declaraciones de su vice, Gabriela Michetti, para quien no se
justificaría ni el aborto en caso de violación, confirmando que su mentalidad
atrasa 96 años.
Si en Olivos pensaban en la tregua futbolística, con una
“argentinidad al palo” que postergara por un tiempito los reclamos y marchas,
la performance decepcionante de la Selección en Rusia, se los hizo imposible.
El cronista no cree que Mauricio Macri ya esté en el mismo “siamo fuori” de
Jorge Sampaoli. Pero el hit del verano volvió a sonar en invierno, en la marcha
de obreros de UOM-Smata protestando ante el ministerio de Producción, como para
que Dante Sica vaya aprendiéndose la letra. La va a tener que escuchar muchas
veces en sus oficinas de Industria.
Víctimas del ajuste
Ni los cráneos del gobierno ni sus defensores casi acérrimos
en medios hegemónicos de incomunicación pueden negar las consecuencias del
ajuste en el incremento del desempleo y la caída de la actividad.
Uno de los casos más evidentes es el de los despidos de 357
periodistas y comunicadores de la Agencia de Noticias Télam. Despachar de un
solo disparo al 40 por ciento de un plantel de personal no podía pasar
desapercibido. No lo habría sido en una ignota fábrica de dulce de leche y
menos aún en una agencia de noticias con 2.800 suscriptores nacionales e
internacionales.
Los informes de CEPA (Centro de Economía Política Argentina)
y su director Hernán Letcher dejan en cueros aquella obra destructiva en la
órbita estatal y privada. En uno de sus últimos informes, documentó que entre
noviembre de 2016 y junio de 2018 la industria había padecido 76.359 despidos y
suspensiones. En el primer semestre del año la cuenta general, no sólo de
industria, daba 26.206 despidos y suspensiones en general, en su mayoría en el
Estado nacional y las provincias.
Por otra parte ATE Capital Federal y su secretario general
Daniel Catalano denunciaron que el decreto 632 del ministro de Modernización
(sic), Andrés Ibarra, avanza en su plan para ejecutar un ajuste por 20.000
millones de pesos. Además del freno a los salarios estatales, esa meta fondomonetarista
reclama el congelamiento de la planta por dos años y a partir del año próximo
el cese de los convenios técnicos del gobierno con las universidades
nacionales, lo que implicará unas 6.000 cesantías. Otros 76.000 contratos
penden de un hilo en cuanto a saber si serán renovados o no en 2019.
De todas maneras la cirugía carnicera de Ibarra es una
porción de toda la sangre a derramar, según las cuentas que blanqueó Nicolás
Dujovne en reuniones con ministros de Hacienda de provincias gobernadas por
Cambiemos. Allí admitió que en 2019 el recorte del gasto tiene que ser mayor al
previsto en primera instancia con el FMI, cuando la cuenta le daba “ahorrar”
220.000 millones de pesos para bajar el déficit fiscal de 2.7 por ciento a 1.3
del PBI. Ahora esos mismos porcentajes dan 300.000 millones de pesos. El
ministro declaró hace días, en reuniones con banqueros y funcionarios del FMI
en Washington, que “el gobierno va a cumplir a rajatabla los acuerdos” con esa
entidad, comprometiendo a MM en esa decisión.
La palabra del Fondo es santa para su gobierno amigo. El
nivel de acuerdos políticos desborda largamente esa órbita y llega casi al
amor. No lo dice este cronista sino Marcelo Bonelli en Clarín, al comentar la
visita del 21 y 22 de julio próximo que las autoridades de FMI harán a Buenos
Aires: “Lagarde tiene previsto mantener un encuentro a solas con el Presidente.
La directora del Fondo tiene un sentimiento particular y un cariño especial
hacia Macri”.
No es para que Juliana Awada se ponga celosa de esas
reuniones a solas. Es para que los argentinos tomen nota de que volvieron las
“relaciones carnales” con Estados Unidos y el capital financiero internacional,
para parafrasear al nefasto Guido Di Tella. Todos deberían recordar cómo le fue
a Argentina después de esas relaciones. Quedó embarazada de crisis, mediante
violación. Y en ese tiempo no se aplicaba el protocolo de la Corte Suprema con
el fallo F.A.L...
Refrito del Mossad
La amarga receta del ajuste provoca tantos dolores y
angustias. Lo difunden quienes la sufren en carne propia, como advertencia para
aquellos que tuvieron la suerte de no haber recibido aún telegramas de despidos
o suspensiones. Muy pocos medios grandes, pero muchos pequeños o medianos, y
muchas redes sociales, se hacen eco de esas denuncias.
Sin embargo, si la noticia conocida es sólo los 357 despidos
de Télam, la labor queda a medias y deja un sabor muy amargo en quienes se
enteran. Para ser justos, hay que contar también sobre la esforzada protesta y
la lucha de esas personas en ese conflicto. Por ejemplo, saber que esos
cesanteados mantienen la ocupación pacífica del edificio, que han hecho dos
grandes marchas con miles de personas, otros tantos camarazos y una importante
denuncia política y mediática. Así obligaron a los Mac cartistas Hernán
Lombardi y Rodolfo Pousá a comparecer en la Comisión de Diputados, donde fueron
desenmascarados y refutados.
Como consecuencia de esa suma de esfuerzos, hubo un par de
fallos favorables en la justicia, en particular uno de un juez laboral, Ricardo
Tatarsky, (“la mafia del juicio” diría el mafioso del Correo-gate) ordenando la
reincorporación de cinco trabajadores de Télam que interpusieron un recurso.
Mañana harán otro tanto por separado el resto de los cesanteados y es
previsible que el fallo también les sea favorable.
Así también la justicia bonaerense dio cinco días al
gobierno de María E. Vidal para citar a paritarias a los gremios docentes, que
sufrieron un portazo en abril pasado y luego un aumento del 6 por ciento que no
fue al básico. “Teníamos razón” dicen ahora los docentes, que afrontan con más
fuerza y optimismo el segundo semestre del año, donde la pelea continuará, pero
en mejores condiciones al enfrentar a la gobernada acusada en la causa de los
aportistas truchos de la campaña 2017.
Si no se refleja la protesta y los logros de las luchas, y
sólo se hace hincapié de la masacre que perpetra el gobierno, onda algún
programa de C5N, se comete el error de sembrar el desaliento. Y eso,
paradojalmente, favorece al gobierno.
¿Qué otra fábula tratarán de poner en marcha? Quizás retomen
el refrito del servicio secreto israelí Mossad, vía el suicida Alberto Nisman,
con acusaciones falsas contra el gobierno anterior por supuesto encubrimiento a
los iraníes en el atentado a la AMIA, que éstos no cometieron. Es una carta muy
gastada. Cuando hay dificultades, echan mano de Nisman.
Tampoco tendrán éxito. La declaración judicial de Héctor
Timerman, enfermo de cáncer de páncreas, fue clara respecto al Memorando con
Irán y que nunca se levantaron las “órdenes rojas” de Interpol. El excanciller
dijo que esta causa está demorada y eso favorece a EE UU e Israel. Una pequeña
corrección: favorece a Trump y Netanyahu, y a su amigo Macri. O sea, a la
derecha de la derecha mundial.
ortizserg@gmail.com
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