martes, 17 de julio de 2018

La OTAN, Trump y la guerra


Por Néstor García Iturbe:

El ambiente en que se desarrolló la reciente reunión de la OTAN no pudo ser más bélico. Independientemente de la Guerra Comercial iniciada por Washington contra distintos países, principalmente contra China, el ambiente guerrerista se puso también de manifiesto dentro de los propios miembros de la organización. Las demandas de Trump, exigiendo el compromiso de mayores gastos militares, podía compararse con una reunión en Chicago, de la “familia mafiosa”, donde el Padrino, en este caso Trump, exigió a los  “capo” de varias regiones el incrementar el dinero requerido para la pelea contra los que tratan de inmiscuirse en sus negocios.

Estas exigencias de Trump se justifican por los planes guerreristas estadounidenses y la posibilidad de iniciar un conflicto armado de grandes proporciones contra Rusia o China.

Dentro de los planes de la OTAN está la preparación de unidades de Respuesta Rápida que puedan ser utilizadas contra Rusia o China. El incremento comprometido de 41 billones de dólares se destinarán a la ampliación de la flota de guerra de los países, más 30 batallones pesados o ligeros de maniobra y 30 escuadrones de aviones, todo en condiciones de ser llamados a servicio en 30 días o menos.
Se crearán dos nuevos centros de operaciones, uno en Norfolk, Virginia y otro en Alemania, ambos con la tarea de apoyar el movimiento rápido de las tropas al teatro de operaciones. El potencial nuclear de la OTAN se expande y asegura con la presencia de Estados Unidos en el bloque.
 Se mantendrán los planes de la OTAN de invitar a Macedonia, Ucrania y Georgia a unirse  la alianza anti rusa.
El dinero para estas actividades se obtendrá a costo del sacrificio de los `pueblos, la disminución de las prestaciones de Seguridad Social, los cortes de beneficios a los trabajadores y la privatización de activos estatales.

Trump puso en crisis las relaciones con Alemania por las compras que esta realiza a Rusia de gas natural, lo que se convirtió en un importante punto de la reunión. Inclusive se condicionó en cierta manera la protección que Estados Unidos brinda a Alemania a que esta comenzara a comprar el gas natural estadounidense, independientemente del precio de este

Sus declaraciones contra Inglaterra, también fueron agresivas, planteando que sus acciones, el llamado BREXI, traerían como consecuencia la desestabilización de la Unión Europea.
 A los problemas que confronta en estos momentos la Unión Europea, Trump agregó sus propias conclusiones que aumentaron el antagonismo existente contra Alemania dentro de la Unión. Más que fomentar una filosofía encaminada a la unidad que le garantice a Estados Unidos el balance de poder en Europa, algo importante para su futura guerra contra Rusia.

Jugar con fuego es exactamente la estrategia de Trump en la política doméstica e internacional.  Sus declaraciones y acciones van   encaminadas a llamar la atención y expandir su  fanfarronada por todo el mundo, dentro de  los aliados y los enemigos por igual.  En otras palabras, las acciones del Trump, “poco convencionales”  reflejan algo objetivo en la posición de Estados Unidos en el mundo  y su orden geopolítica y económica. Reconociendo el papel de los Estados Unidos como la principal base reaccionaria de imperialismo global, Trump  demanda dinero de sus “aliados,” sin importar el costo a la estabilidad de dichos países..
Este orden mundial turbulento y caótico recuerda la geopolítica de los 1930s, con un desfile interminable de alianzas creadas un día y anuladas al siguiente. En ese período, cada alianza creada, más bien, cada alianza quebrantada, fue el preludio para la erupción de Guerra Mundial.

El resultado de la cima de la OTAN, con su combinación peculiar del incremento del  re armamento y divisiones explosivas, sustancialmente aumenta el riesgo de Guerra Mundial. ¿Quiénes serán los combatientes en tal conflicto, sobre qué causa nominal, no pueden ser predichos? Todos aquellos que plantaban, con la disolución de la Unión Soviética, la OTAN sería hecha una alianza “pacífica” y “democrática” ha quedado al descubierto como charlatanes.

Trump y la OTAN  se preparan para la próxima guerra, quizás la última que pueda librar la humanidad.

sarahnes@cubarte.cult.cu

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