Por Néstor García Iturbe:
El ambiente en que se desarrolló la reciente reunión de la
OTAN no pudo ser más bélico. Independientemente de la Guerra Comercial iniciada
por Washington contra distintos países, principalmente contra China, el
ambiente guerrerista se puso también de manifiesto dentro de los propios
miembros de la organización. Las demandas de Trump, exigiendo el compromiso de
mayores gastos militares, podía compararse con una reunión en Chicago, de la
“familia mafiosa”, donde el Padrino, en este caso Trump, exigió a los “capo” de varias regiones el incrementar el
dinero requerido para la pelea contra los que tratan de inmiscuirse en sus
negocios.
Estas exigencias de Trump se justifican por los planes
guerreristas estadounidenses y la posibilidad de iniciar un conflicto armado de
grandes proporciones contra Rusia o China.
Dentro de los planes de la OTAN está la preparación de
unidades de Respuesta Rápida que puedan ser utilizadas contra Rusia o China. El
incremento comprometido de 41 billones de dólares se destinarán a la ampliación
de la flota de guerra de los países, más 30 batallones pesados o ligeros de
maniobra y 30 escuadrones de aviones, todo en condiciones de ser llamados a
servicio en 30 días o menos.
Se crearán dos nuevos centros de operaciones, uno en
Norfolk, Virginia y otro en Alemania, ambos con la tarea de apoyar el
movimiento rápido de las tropas al teatro de operaciones. El potencial nuclear
de la OTAN se expande y asegura con la presencia de Estados Unidos en el
bloque.
Se mantendrán los
planes de la OTAN de invitar a Macedonia, Ucrania y Georgia a unirse la alianza anti rusa.
El dinero para estas actividades se obtendrá a costo del
sacrificio de los `pueblos, la disminución de las prestaciones de Seguridad
Social, los cortes de beneficios a los trabajadores y la privatización de
activos estatales.
Trump puso en crisis las relaciones con Alemania por las compras
que esta realiza a Rusia de gas natural, lo que se convirtió en un importante
punto de la reunión. Inclusive se condicionó en cierta manera la protección que
Estados Unidos brinda a Alemania a que esta comenzara a comprar el gas natural
estadounidense, independientemente del precio de este
Sus declaraciones contra Inglaterra, también fueron
agresivas, planteando que sus acciones, el llamado BREXI, traerían como
consecuencia la desestabilización de la Unión Europea.
A los problemas que
confronta en estos momentos la Unión Europea, Trump agregó sus propias
conclusiones que aumentaron el antagonismo existente contra Alemania dentro de
la Unión. Más que fomentar una filosofía encaminada a la unidad que le
garantice a Estados Unidos el balance de poder en Europa, algo importante para
su futura guerra contra Rusia.
Jugar con fuego es exactamente la estrategia de Trump en la
política doméstica e internacional. Sus
declaraciones y acciones van
encaminadas a llamar la atención y expandir su fanfarronada por todo el mundo, dentro
de los aliados y los enemigos por
igual. En otras palabras, las acciones
del Trump, “poco convencionales” reflejan
algo objetivo en la posición de Estados Unidos en el mundo y su orden geopolítica y económica.
Reconociendo el papel de los Estados Unidos como la principal base reaccionaria
de imperialismo global, Trump demanda
dinero de sus “aliados,” sin importar el costo a la estabilidad de dichos
países..
Este orden mundial turbulento y caótico recuerda la
geopolítica de los 1930s, con un desfile interminable de alianzas creadas un
día y anuladas al siguiente. En ese período, cada alianza creada, más bien,
cada alianza quebrantada, fue el preludio para la erupción de Guerra Mundial.
El resultado de la cima de la OTAN, con su combinación
peculiar del incremento del re armamento
y divisiones explosivas, sustancialmente aumenta el riesgo de Guerra Mundial.
¿Quiénes serán los combatientes en tal conflicto, sobre qué causa nominal, no
pueden ser predichos? Todos aquellos que plantaban, con la disolución de la
Unión Soviética, la OTAN sería hecha una alianza “pacífica” y “democrática” ha
quedado al descubierto como charlatanes.
Trump y la OTAN se
preparan para la próxima guerra, quizás la última que pueda librar la
humanidad.
sarahnes@cubarte.cult.cu
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