miércoles, 13 de junio de 2018

Reflexión sobre acontecimientos actuales


Por Jorge Antonio Hernández:

Después de una ardua batalla en el campo de las ideas, por lo menos en lo que se refiere al chavismo, con viajes agotadores del presidente candidato por el Gran Polo Patriótico, recorriendo todos los Estados venezolanos, algunos hasta dos veces, se logra un triunfo permitido dentro de la realidad política que en ese momento prevalecía y prevalece en la Venezuela de Chávez. El pueblo llano de a pie, pero consciente, supo interpretar la imperiosa necesidad de que el chavismo continuara su curso hacia una sociedad más justa e incluyente, tal como lo planteó y puso en práctica el Gigante.

Me entero por las redes sociales que frecuento muy asiduamente, que hay algunos camaradas descontentos con la medida tomada por el Ejecutivo de liberar una buena cantidad de políticos presos, principalmente por el caso de Ceballos y el del General Vivas (hasta el día de hoy domingo, 79 presos). Quiero manifestar, que entendiendo sus enojos con tales decisiones, pero me permito también decir a esos camaradas que a veces las circunstancias del momento, o lo que es lo mismo, la coyuntura que se vive en Venezuela, acosada por el imperio, gobiernos títeres y los lacayos anti patrias que andan por el mundo pidiendo sanciones para ese país, que dada esas circunstancias especiales, el gobierno da un paso estratégico a los fines de que las medidas tomadas en contra de Venezuela, se atenúen en gran forma y, además, para lograr consenso en la búsqueda de la tan necesaria paz que ese país necesita. Y digo, por otro lado, que esas medidas caen dentro de lo que se llama decisiones de Estado, mismas que no tienen que informarse, por la misma condición de ser de Estado y solo los altos dignatarios las llevan a cabo en momentos de importancia crucial para salvaguardar intereses nacionales, como es el caso de Venezuela.

Los acuerdos, en momentos coyunturales específicos, no son malos en sí, siempre que la intención sea la de protección de todo un pueblo. Me permito transcribir a continuación parte del trabajo del camarada Gustavo Villapol, quien tuvo el gusto de enviarme y que se lo gradezco, sobre acuerdos que se han realizado en distintas situaciones mundiales y a la vez quiero agregar algunos más, incluyendo el evento transcendental que se va a escenificar el día 12 de este mes en Singapur. Me refiero a la reunión que van a tener dos países enemigos desde 1952, Korea del Norte y los Estados Unidos, representados por sus dignatarios Kin Jong-Un, por el primero y Donald Trump, por el segundo. Sabemos la cantidad de sanciones que este último ha impuesto al primero.

A continuación, la cita del camarada Gustavo:
Se sentaron Bolívar y Morillo…; se sentaron Staling y Hitler; se sentaron el Sandinismo y la Contra…; se sentaron después de la primera y segunda guerra mundial imperialista; se sentaron después de Pinochet; se sentaron Las Farc-EP y el Gobierno Pro-Gringo…; se sentaron musulmanes y cristianos… (Fin de la cita)
Y agrego además de Kin y Trump; se sentaron los valientes y aguerridos de Vietnam con el jefe de la Diplomacia Estadounidense de ese entonces, Henry Kissinger, para firmar el armisticio que dio fin a la cruenta guerra vietnamita.

Pero también hay que mencionar el acuerdo que hicieron dos personajes de Sudáfrica, Frederik Willem de Klerk, en representación de los componentes del Apartheid, que llevó tanto odio y muerte a los negros de África y el Grande de ese combativo país, el inolvidable Nelson Mandela.

Pudiésemos escribir largo y tendido de grandes acuerdos y sus motivaciones, pero agregando solo nombres de países que han logrado la paz bajo los mismos, también citamos a Irlanda del Norte; Nepal; El Salvador; Indonesia… Lista larga de países donde se lograron acuerdos para salvaguardar vidas humanas, inclusive después de horrendas matanzas.

Y volviendo a citar al amigo Villapol, nos dice:
Se ha sentado mucha gente (muchas en el transcurrir de toda la historia de la humanidad. Jah), pero, nosotros no nos podemos sentar, porque somos traidores, revisionistas, Nicolás pactó con los gringos, etc. (Nicolás no es revolucionario, es reformita, dicen otros. Jah). Fin de la cita.

La lección que se extrae de toda esta experiencia acumulada, que engrandece a un líder, jefe de Estado, es que Venezuela necesita, le urge salir lo más rápido posible, del trauma de una inminente intervención gringa, que por lo menos está sobre la mesa de la Casa Oval y salir de la guerra económica que hoy abate a ese noble pueblo y que le han impuesto factores de la derecha y el imperio. El pueblo y principalmente los camaradas del PSUV, tienen que confiar en MADURO. Él sabe el tamaño del problema que le han creado y sabe, además, la ruta correcta para resolverlo y así lo ha comenzado con la magnánima medida de enviar a sus casas a una serie de personas privadas de libertad por los acontecimientos que todos conocemos. Eso sí, que no es una AMNISTIA, no, es una libertad condicionada, de manera que quien la infrinja vuelve Isso facto a la cárcel. Creamos en el camino que está trazando el Jefe de Estado y hagamos nuestro trabajo para coadyuvar a las soluciones de los grandes males que hoy se sufren todos los venezolanos.
República Dominicana
 jorgehernandez4508@gmail.com

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