Por Juan Martorano*:
En artículos recientes, he pretendido construir una
narrativa y destacar ciertos y determinados hechos, a fin de contextualizar los
recientes análisis que he venido formulando. Se requieren en estos momentos
análisis serenos en medio de las complejidades y amenazas que se ciernen en
estos momentos sobre nuestro Estado-Nación.
Ya hemos venido advirtiendo sobre la realización de diversas
reuniones: la de 70 diputados y diputadas de la Asamblea Nacional el pasado
viernes 01 de junio en Cúcuta. La misma, a mi criterio ha sido parte del
preludio del aquelarre montado por el gobierno de Estados Unidos y sus subordinados
del denominado “Grupo de Lima”, que más que una expulsión de Venezuela de la
Organización de Estados Americanos (OEA), -organismo del cual denunciamos la
Convención Americana que rige a este organismo, y estamos en el cumplimiento de
los lapsos para concretar nuestra salida, la cual se materializará a finales de
abril del año 2019 si las cuentas no me fallan- buscan es legitimar la
posibilidad de una intervención de carácter humanitario en el país.
Asimismo caben destacar las sendas reuniones protagonizadas
por María Corina Machado en la línea fronteriza colombo- venezolana. Primero
con el ex presidente y senador colombiano Álvaro Uribe Vélez, acompañado por el
también ex mandatario Andrés Pastrana y la compañera de fórmula de Iván Duque,
candidato del uribismo a la Presidencia de la República de Colombia. Y en el
día de ayer, la reunión del propio aspirante del denominado Centro Democrático
de Colombia, con la susodicha, hacen presagiar intenciones no muy buenas para
Venezuela.
A ello hay que agregar que en las postrimerías del mandato
del actual mandatario Juan Manuel Santos, Colombia se adhiere a la Organización
del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), lo que hace que haya que tomar muy en
cuenta las advertencias realizadas por el presidente Nicolás Maduro, sobre el
trabajo que viene realizando el Jefe de Estado de Colombia de generar todas las
condiciones y de servir la mesa – ante la posibilidad cada vez más factible del
triunfo de Duque en esta segunda vuelta- para un conflicto bélico con la República
Bolivariana de Venezuela.
De la misma forma y continuando en el plano internacional,
el gobierno de Guyana, en una estrategia concertada con el Departamento de
Estado y la Exxon Mobil, violentando las disposiciones del Acuerdo de Ginebra
de 1966, firmado entre el gobierno de ese país de aquel entonces con Venezuela,
pretende dirimir la justa reclamación que tenemos sobre el territorio del
Esequibo por la vía de la Corte Internacional de Justicia. La primera reunión
de representantes de ambos países ante el referido órgano jurisdiccional
internacional está prevista para el 18 de junio de 2018
Asimismo, el denominado Frente Amplio Venezuela Libre, ha
convocado a acciones de protesta a partir del 8 de Junio de 2018. Es evidente
el intento de concertación de actores políticos internos y externos en el
despliegue de acciones tendientes a fomentar el caos y la ingobernabilidad en
Venezuela que precipite una crisis política que justifique una irrupción
violenta en contra del Gobierno Bolivariano. Evidentemente, por parte de
algunos grupos vinculados con sectores de la oposición, pese a la atomización y
fragmentación que en estos momentos hay en sus filas, no obstante, están en un
proceso de reorganización, articulación y acumulación de fuerzas para poder constituir
un frente interno para el despliegue de estos planes.
Como lo señalan los compañeros de Misión Verdad, en un
extraordinario trabajo publicado en fecha 4 de junio de 2018 titulado: “Claves
y objetivos de los beneficios otorgados a los políticos presos”, coincido
plenamente en el punto 4, que textualmente señala lo siguiente: “Los contextos
violentos de 2014 y 2017 se han producido en medio de un plan para fragmentar
la institucionalidad venezolana y el pacto social contenido en la Constitución
Nacional. En ese sentido, Maduro ha previsto crear mecanismos para establecer
puentes con factores del antichavismo, desde varias direcciones simultáneas.
Llamando al diálogo a los ex candidatos presidenciales y consiguiéndolo con
Javier Bertucci, al igual que con los gobernadores opositores que figuran como
garantes del proceso. Al establecer compromisos con factores antichavistas que
permanecen alineados dentro de la política, apuesta a establecer vínculos
necesarios con los factores que han sido proclives a la violencia para
profundizar la fractura opositora”. (Subrayado y resaltado del articulista).
Solamente complementaría a esta apreciación, la opinión del
ex candidato presidencial de UPP89, Reinaldo Quijada, quien reconoció los
resultados de los comicios, y ha manifestado disposición a dialogar con el
Primer Mandatario Nacional, en contraposición a la postura de Henri Falcón,
cuyo accionar, desde mi punto de vista, se aproximará y llegará a un punto de
encuentro con factores como la extinta Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el
denominado Frente Amplio Venezuela Libre.
En el punto 5 del citado trabajo publicado en el portal de
Misión Verdad, se señala también algo en lo que personalmente coincido, y por
ende procedo a citarlo también: “En el ámbito interno, el desconocimiento de
las elecciones presidenciales, el desplazamiento de parte de la dirigencia
antichavista a la promoción de presiones desde el extranjero y la peligrosa
fragmentación táctica en las fuerzas opositoras, fungen como elementos
catalizadores para nuevas situaciones violentas en Venezuela. Maduro se
anticipa a ellas. Entiende que el desconocimiento de las elecciones
presidenciales por parte de los factores de la trama externa al país, liderados
por Estados Unidos, reviste un factor que promueve posibles espasmos violentos.
Adquiere particular premura establecer, por adelantado, puentes y vías para
encarrilar en la política a todos los factores posibles. Desarmar la guerra en
ciernes es una maniobra transversal en momentos complicados durante los últimos
años”. (Resaltado y subrayado del
articulista).
El punto 6 nos expresa lo siguiente: “Aunque en diversas
ocasiones Maduro ha afirmado que "no puede haber paz sin justicia",
también es cierto que ha operado a dos manos para gestionar el conflicto
interno promovido por el antichavismo. Con una mano ha empleado el aparato de
seguridad integral del Estado para contener o erradicar amenazas latentes, pero
también ha ofrecido su otra mano para el diálogo, la reconciliación y la
reparación. En ese sentido, no hay novedades que deban sorprendernos. Su rol decisor
en estas instancias ha estado signado por un evidente pragmatismo. Se ha
colocado en posturas inamovibles cuando muchos han dicho que "no debe
hacerlo", y en otras ocasiones, como ésta, ha flexibilizado su postura
cuando muchos han considerado también que "no debe hacerlo". En
términos prácticos, el desarme de la guerra en ciernes al sostener la paz,
contra muchos pronósticos, ha sido una política probada como exitosa”.
Asimismo debemos tener muy claro, que todo este accionar de
actores, en coordinación con operadores comunicacionales y conglomerados
mediáticos a nivel internacional hacen presagiar que el cerco político,
diplomático y económico contra Venezuela posterior a los comicios del 20 de
mayo se profundizará, se desarrollará y adquirirá nuevas modalidades dentro de
una estrategia de escalamiento sobre el cual es muy difícil producir sus
resultados en el corto, mediano y largo plazo. Es por ello que, para tratar de
atenuar y romper el cerco se impone la necesidad de establecer mecanismos no
convencionales, luego de que otras posibilidades se han agotado, y sobre todo
tomando en cuenta las particularidades de la administración Trump.
Y para muestra un botón: el desplazamiento de Thomas
Shannon, interlocutor habitual con Venezuela, y de una línea moderada si se
quiere, y el ascenso de Marco Rubio como un factor que articula ese espacio
político evidencia el ascenso de una burocracia errática y temperamental a la
sombra de Trump. Circunstancia que, aunque se ha traducido en una nefasta y
agresiva política para Venezuela, crea también espacios pequeños para
maniobrar, dado que todo este entramado tiene también un matiz de cambio de
tonos y modificación de posturas. Ha sido ese un elemento característico de la
gestión Trump en diversos frentes.
Asimismo, debemos destacar y resaltar el puto 15 del
mencionado trabajo: “Recordemos algunas lecciones de la historia de la política
exterior. Aun los países que han sobrevivido dignamente a décadas de sanciones
norteamericanas, como Cuba o Corea del Norte, han sostenido reiteradamente lo
nefastas que han sido las acciones de bloqueo. También han sido países que, sin
arrodillarse, han insistido vehemente y abiertamente en la necesidad de diálogo
con sus agresores. Pero también es indispensable recalcar que no han sostenido,
absolutamente, todas sus posiciones frente a los agresores. Han creado
concesiones”. (Resaltado y subrayado del articulista).
Igual el punto 16: “El común denominador en estos países, y
pese a la distancia de sus contextos, ha sido la obligación de que todo Jefe de
Estado en un país bajo bloqueo debe actuar rigurosamente para romperlo,
partiendo de la trágica realidad de que en el entramado financiero global los
países no hegemónicos tienen muy poco margen de maniobra, y que en el mundo no
se conoce todavía el primer caso de un país que es "salvado" del
bloqueo estadounidense por otra potencia adversaria a Estados Unidos, más allá
de las ayudas, apoyos o gestos. Todo país bloqueado navega en sus propias
aguas, a expensas de sí mismo, y sin contar con soluciones milagrosas de otros
factores externos. Maduro entiende esto”. (Resaltado y subrayado del
articulista).
Y de ahí es que manifesté mi más enérgica condena a la
postura de algunos dirigentes hasta ayer chavistas, y que se han pasado a la
oposición y son integrantes del hoy denominado Frente Amplio Venezuela Libre.
Ciertamente, y ha sido mi estilo, aunque no comparta ideológicamente su
posición, le respeto su deseo a querer hacer oposición al proyecto político
bolivariano hoy en el gobierno nacional. Pero de ahí a avalar el aquelarre de
la OEA, y congratularse con ello, configura desde el punto de vista legal y
moral una traición a la patria que debe ser rechazado y condenado de la manera
más enérgica.
Nos queda en el tintero el tema de la evaluación de la
correlación de fuerzas internas en el chavismo, y de cómo esto incidirá en los
debates internos, en la construcción de las nuevas líneas de gobierno que sin
duda incidirá en la conformación del nuevo gabinete ejecutivo que se definirá
en los próximos meses, salvo excepciones de acuerdo a la dinámica y coyuntura
política. Así como también el desarrollo del tema de la gestión en tiempos de
presiones. Esperemos que la actual coyuntura y múltiples obligaciones nos
permitan desarrollar estos temas.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos
legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado, Activista por los Der Humanos
j_martorano@hotmail.com .jmartoranoster@gmail.com
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