Por Tony López R:
La esencia del triunfo del recién elegido presidente de
Colombia, Iván Duque, debe evaluarse en su justa dimensión y no perdernos
solamente en el debate que fue la derecha la que derrotó a la izquierda. Esos
análisis de ver el fenómeno político, en el
esquema mental que nos introdujeron hace más de 70 años, sobre la
“guerra fría” y el terror comunista léase izquierda y la práctica macartista,
fue la matriz mediática que montó la derecha colombiana y sus medios hegemónicos para infundir miedo en el
electorado y así les ha venido funcionando hace muchos años.
Imaginar que de ganar Petro,
en Colombia se impondría el
“Castro-chavismo”, es de tal ignorancia
que causa verdadera vergüenza. Pero no
todo le funcionó al establishment, en mi opinión el triunfo de
Duque es pírrico y demostraré porqué.
El primer elemento a tomar en cuenta, matemáticamente
hablando, en estas elecciones quedó demostrado que de los 19,493,497 y
emitieron su voto a favor de Duque
10,362,080 y la llamada oposición
de izquierda obtuvo 8,034,080, sumado a los votos en blanco, y los nulos,
alcanzaron más de 1 millón 200 mil sufragio, resultan 9,234,080 lo cual
demuestra una polarización de la población colombiana que votó.
El segundo elemento,
si tomamos en cuenta que de los 36, 783,940 millones en edad de votar,
lo hicieron 19, 493,497 electores, quiere decir que 17, 290,443 ciudadano, por
las razones que estas sean, no le interesa o no cree en las elecciones, porque
en el fondo no se sienten representados ni favorecidos. Ello sumado a los 9,
234,080 votantes, eleva la negatividad de estos electores con el elegido Duque
a 26, 524,523. Aunque esto es frías matemáticas, también cuenta en la política.
El tercer elemento es que
los partidos tradicionales liberal y conservador y sus distintas
corrientes o disidencias internas, como el gubernamental Partido
de la U, cuyo líder es Juan Manuel Santos; el presidente del Partido
Liberal, el ex presidente de Colombia, César Gaviria; el Llerista partido
Cambio Radical. El conservador y ex presidente Andrés Pastrana y las diversas
corrientes conservadoras, y los minoritarios Partidos evangélicos, decidieron
sumarse al proyecto neoliberal, corrupto,
y guerrerista, Centro Democrático liderado por el senador Álvaro Uribe Vélez.
Esta decisión marca la depauperación de esos Partidos
políticos en Colombia y a la larga obrará en contra del sistema bipartidista
(Liberal-Conservador) que gobernó, con
alternancia, guerras internas y alianzas como el Frente Nacional, desde 1816 hasta el 2018, casi 202 años.
De ahora en adelante es un sistema que estará absolutamente
permeado de los restos cadavéricos de sus organizaciones pues estarán
desprovistas de contenido político e
ideológico y no todos estarán de acuerdo en el “triunfante” proyecto uribista.
Mientras que el proyecto Colombia Humana y la lograda
alianza, en esta segunda vuelta
electoral y el histórico respaldo alcanzado al obtener más de 8 millones de
votos, le darán fuerza a esta importante alianza de organizaciones y Partidos
que le apoyaron.
Ahora tendrán el desafío de mantener una férrea unidad,
donde prevalezca la flexibilidad y la sensatez de fortalecer la unidad de esta
alianza, en torno a dos o tres temas
esenciales: económicamente fortalecer la industria, el campo y el comercio
nacional; la lucha contra la corrupción y trabajar por buscar mayor inclusión y
justicia social. Por esa razón hay que decir: ¿cuál derrota?. No, el voto por Gustavo Petro y la alianza de
Colombia Humana, el Partido Verde, el
Polo y otras organizaciones que se sumaron a este proyecto de carácter
nacional, ha sido un triunfo y por ahora, concentrarse en trabajar con la bases
y desde el Congreso combatir las leyes nocivas al pueblo.
Gustavo Petro, con larga experiencia como legislador y
seguramente al frente de la bancada opositora, deberá jugar en plena armonía y
consenso con los integrantes de la alianza que gano esos más de 8 millones de votos, que los consolide, logren triunfo
en la intermedia del 2019 y se perfilen para las presidenciales del 2022.
El cuarto elemento es que el mayor derrotado fue el centro
político, la mayoría de los analistas señalaban
que si en vez de Petro, hubiera sido Sergio Fajardo el contrincante de
Duque, éste hubiera ganado. Error, los votos no se endosan cuando provienen de
votos conscientes, como los de la alianza
Verde y el Polo que fueron lo que le dieron a Fajardo esos 4.5 millones
de votos que representaron un 23 %. Sin embargo la prueba que confirma el error
es que Fajardo y el senador Jorge Robledo llamaron a votar en blanco, y solo
recibieron un 4.0 % de respaldo.
El quinto elemento y
el real triunfo de Uribe y la esencia estratégica en estas
elecciones en Colombia, donde no
estaba en juego si ganaba la derecha o
la izquierda, lo esencial era si Estados
Unidos podía ejecutar o no los planes de
intervención militar en Venezuela usando a Colombia como plataforma y punta de
vanguardia y retaguardia segura de este plan que dirige el Almirante Kird W
Todd, Jefe del Comando Sur.
La noche del triunfo de Iván Duque el presidente Nicolás Maduro, denunció y dijo tener pruebas de que el
gobierno colombiano está preparando acciones violentas internas en Venezuela y
en la frontera, con el objetivo de dar el argumento a la intervención.
El desarme de las FARC, fue un tema estratégico, para este
plan, eso estaba concebido desde hace mucho años cuando Uribe era Presidente y Juan Manuel Santos, ministro de Defensa, allá por el 2007, desde
esa época y luego de algunos golpes a la guerrilla, cuando ejecutaron el Plan Patriota y la Operación Consolidación,
cuya dirección estratégica estuvo bajo el mando del Comando Sur, es allí cuando sacaron
la conclusión que era indispensable
el desarme de las FARC-EP para ejecutar el
plan intervencionista a
Venezuela.
En el 2013 en un artículo publicado en ANCOL alerté sobre
esta estrategia imperial y el apoyo de Colombia a esos planes, unos amigos, me
dijeron no te creemos, eso no va a pasar. Algunos analistas opinan que Colombia
no prestará su territorio, eso podía
pasar con un Petro presidente, pero no con el binomio Uribe- Duque en el poder.
Lo objetivo y real, es que Duque acaba de hacer una
declaración, que lejos de ser amistosa con Venezuela, lo compromete en las
acciones del Plan Maestro, expresó: que no reconocerá al gobierno de Nicolás
Maduro Moro, que retirará al embajador y dejará una oficina consular, así se
sumará a todo lo acordado por Estados Unidos, el Grupo de Lima, todo coordinado por el Secretario General de
la OEA Luis Almagro.
El Centro Democrático y el patrón Álvaro Uribe Vélez, llevó
a la presidencia a Iván Duque, y al
final el legado para su pueblo, podrá
ser, la participación en una guerra
externa, que tendrá graves repercusiones interna y externamente.
En el orden interno,
aprobará leyes impositivas para favorecer a los ricos, que afectará a la
clase media y a los pobres, recortará el presupuesto social, educación, salud,
vivienda y otros. Mantendrá las bases y
ocupación militar foránea y autorizará las fumigaciones aéreas.
Introducirá en el Congreso que seguramente presidirá el
senador Álvaro Uribe, modificaciones a varios de los Acuerdos de Paz, suscrito
por el anterior Gobierno, entre ellos, la Justicia Transicional, la Reforma de
la Tierra, las Reforma Política, de Justicia y Electoral. Y obviamente ello dará
el espacio para extraditar, no solo a Jesús Santrich, sino también a otros ex
comandantes guerrilleros, que están amparados precisamente en la Justicia
Especial de Paz.
Acciones como estas pueden provocar la ruptura de los
Acuerdos, más allá de la buena disposición de la Fuerza Alternativa
Revolucionaria del Común, de lograr la paz y la reconciliación nacional, y
obviamente la no continuidad de los diálogos con el ELN.
De ejecutarse estos pronósticos, basados en un estudio de
años sobre el pensamiento y accionar del
senador Uribe, de muchos de los
integrantes del Centro Democrático y de las declaraciones del propio
Iván Duque, podemos asegurar, que el triunfo de Duque es pírrico y la cacareada
derrota de Gustavo Petro y la Alianza de
Colombia Humana será un reves, que se convertirá en victoria en el 2022.
(*) Periodista,
politólogo y articulista internacional.
jorgarcia726@gmail.com
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