Por Romain Migus:
Pero el sistema mediático se desbocó. Los grandes grupos de
comunicación comenzaron a construir una «verdad» por un astucioso sistema de
triangulación de la información. Por ejemplo, el Washington Post citaba como
prueba un artículo del diario español ABC, que luego iba a ser retomado por el
Wall Street Journal, luego por los diarios colombianos, quienes a su vez
invocaban los artículos de sus colegas europeos, y así sucesivamente. El único
problema, la ausencia manifiesta de pruebas. Las últimas noticias, tres años
después de este caso las pruebas están clasificadas en la misma carpeta que
aquellas sobre las armas de destrucción masiva iraquíes o sobre las armas
químicas sirias.
Qué más da, la idea germinó en la opinión pública para la
cual Venezuela bolivariana, a pesar de sus esfuerzos en la lucha anti droga,
ahora se asocia al narcotráfico. Esta matriz del narco -Estado fue reforzada
por el arresto por la DEA, de dos miembros de la familia de la esposa del
presidente Maduro, acusados de tráfico de cocaína. Una vez más, ninguna prueba
conectaba esta detención a una operación ilegal organizada desde las altas
esferas del Estado.
Que importa, para el sistema mediático, Venezuela se
convirtió en una «narco dictadura» (17). Esta precipitación del tribunal
mediático es tan asombrosa como selectiva. El mismo año, los hijos del
presidente de Surinam y de un ex presidente de Mauritania fueron detenidos y
condenados por tráfico de drogas (18). Sin embargo, ningún medio utilizó estos
sucesos para transformar los dos países mencionados en narco-Estados.
No permitamos que nos engañen por las fake news de los
medios dominantes. El relato mediático encaminado a transformar Venezuela en
Estado fallido o en Estado canalla sólo tiene un objetivo: justificar una
intervención extranjera como fue el caso en la operación Causa Justa* en
Panamá, o en las destrucciones de Afganistán o Libia.
Una intervención «humanitaria»
Al margen de la VIII cumbre de las Américas, el
vicepresidente estadounidense Mike Pence se reunió con miembros de la franja
más extrema de la oposición venezolana. Durante la reunión, uno de los
políticos presentes, Antonio Ledezma, que había llamado algunas semanas antes
la comunidad internacional «a derrocar a Maduro» (19), declaró: «más que ayuda
humanitaria, lo que necesitamos es una intervención humanitaria» (20). Más
claro imposible.
Esta declaración se inscribe como punto culminante de la
estrategia de guerra económica desplegada contra el pueblo venezolano y cuyo
propósito, como en el caso del Chile de Allende, es « hacer chillar la economía
venezolana» (21). Especulación contra el bolívar, la moneda nacional,
contrabando de extracción de los productos de primera necesidad, saqueo de la
gasolina, tráfico de billetes de banco venezolanos, reducción de la nota de
solvencia de Venezuela a pesar del pago de su deuda, todos los medios son
buenos para asfixiar la economía del país y podrir la vida de los ciudadanos.
A esto se añade un feroz bloqueo económico y financiero por
parte de EE.UU y sus aliados. Establecido bajo Obama, ha sido reforzado por el
presidente Donald Trump. Como lo señala la economista Pascualina Curcio (22),
un 64% del total de las importaciones de medicamentos y el 82% de los alimentos
importados por Venezuela provienen de los EEUU o de países europeos y
latinoamericanos alineados a la política de Washington y en su voluntad de
penalizar a las empresas que comercian con entidades públicas venezolanas. Es
un acto criminal encaminado a fabricar la miseria para justificar una
intervención humanitaria, terminología hoy famosa para cubrir los horrores de
una guerra, como en Somalia o Kosovo.
Ahogados por esta guerra económica, cientos de miles de
venezolanos decidieron emigrar a los países de la región o a los EEUU (23).
Este proceso migratorio se convirtió en un pretexto para atacar al gobierno y
despertar el espectro de una intervención humanitaria. Qué más da que la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación no
considere reales problemas de malnutrición en Venezuela en su último informe
2017 (24), qué más da que Alfred De Zayas, experto independiente de las
Naciones Unidas para la promoción de un orden internacional democrático y
equitativo, haya declarado: "He comparado las estadísticas de Venezuela
con las de otros países, y no hay una crisis humanitaria. Sí, hay problemas de
abastecimiento y escasez pero para quienes hemos trabajado decenas de años para
las Naciones Unidas y que conocemos la situación de países de Asia, África, e
incluso de las Américas, sabemos que la situación en Venezuela no constituye en
modo alguno una crisis" (25). El tema de la crisis humanitaria va ser
alimentado por toda una serie de ONG con objetividad dudosa (26) y retomado por
todo el sistema mediático mundial para legitimar el oxímoron de una
intervención militar «con fines humanitarios».
Justificándose por la crisis económica de su vecino, el
gobierno brasileño ordenó un despliegue militar en la frontera con Venezuela
(27). Colombia, por su parte, decidió construir campamentos para refugiados en
las ciudades fronterizas. El presidente colombiano Juan Manuel Santos envió
incluso miembros de su gobierno... a Ankara, para aprender de la gestión por la
administración turca de la afluencia de refugiados sirios que huyen de la
guerra en su país (28).
Si no se trata de negar la magnitud del proceso migratorio
de los venezolanos, afectados por las consecuencias del bloqueo y la guerra
económica, la reacción de los países vecinos y de la administración
estadounidense nos parece indicar que estamos más cerca de preparativos de
guerra que de una simple gestión migratoria. A título de contraejemplo, cuando,
a comienzos del siglo XXI, un 15% de los ecuatorianos tuvieron que huir de la
miseria en la cual las políticas neoliberales los habían sumido, ningún Estado
pensó a exigir una «intervención humanitaria» en Ecuador. ¿Y qué decir de
Grecia donde la mitad de la población vive fuera de las fronteras de la
República Helénica? ¿Existirían unos medios coherentes para pedir el bombardeo
de Atenas?
Poner nuestros cerebros en estado de alerta
A medida que se acercan las elecciones presidenciales, yla
probable victoria de Nicolas Maduro, la presión mediática va a intensificarse.
Este desbocamiento se realizará a las cuatro esquinas del planeta, al mismo
tiempo, con los mismos argumentos, y sobre todo con las mismas fuentes de
información. Éstas proceden o de ONG financiadas por los EEUU, o por el prisma
de la triangulación de una información nunca comprobada. El desencadenamiento
de fake news que se anuncia en la elección presidencial en Venezuela - que,
recordémoslo, no será reconocida por ciertos países- tendrá por objetivo
provocar un choque en la opinión pública, y así impedir toda manifestación de
solidaridad contra las medidas punitivas que les seguirán. Paradójicamente, los
que se atreverán a poner en duda la doxa mediática entonces serán linchados en
nombre de la democracia y la libertad de expresión.
Debemos negarnos a que nuestro cerebro sea tomado como
blanco por los ataques y los misiles mediáticos. Defender Venezuela en la
tormenta programada, no es solamente afirmar nuestra adhesión con los
principios de respeto de la soberanía democrática y de la no injerencia; es
también rebelarse contra los atentados a nuestra integridad mental, no aceptar
ser cómplice del conflicto anunciado y reafirmar nuestro derecho a ser
informados de manera honesta y equilibrada.
(17) Una búsqueda de los términos "narcodictadura"
o "narcorégimen" en Google trae resultados sorprendentes. Estos
términos fueron introducidos en los medios después de una gira política de
líderes de la oposición. Varios medios españoles, colombianos, guatemaltecos,
argentinos o ecuatorianos se hicieron el eco de esta fórmula utilizada por
Miguel Henrique Otero en unas entrevistas (esta persona es el dueño de un
periódico venezolano de oposición) en 2017. Un año después, mientras la
"narcodictadura" cayó en el olvido mediático, fue Antonio Ledezma que
rehabilitó el termino en los medios. Ninguna cobertura mediática que acusa a
Venezuela de ser una "narcodictadura" ha podido presentar ningunas
pruebas serias sobre estas acusaciones.
(18) "Etats-Unis: le fils du président du Suriname
lourdement condamné" RFI, 12/03/2015, http://www.rfi.fr/ameriques/20150312-etats-unis-fils-president-suriname-lourdement-condamne-desi-bouterse-dinoet
"Trafic de drogue en Mauritanie : onze personnes incarcérées dont le fils
d'un ex-président", Jeune Afrique, 05/02/2016, http://www.jeuneafrique.com/depeches/300279/societe/trafic-de-drogue-mauritanie-onze-personnes-incarcerees-dont-fils-dun-ex-president/
(19) Ver el video de la intervención de Antonio Ledezma en
https://www.voanoticias.com/a/antonio-ledezma-reunion-vicepresidente-mike-pence-cumbre-americas/4347460.html#player-set-time=0.00001
(20) Patrick Saint Paul, "Antonio Ledezma : «Il faut
une intervention pour renverser Maduro»", Le Figaro, 23/02/2018,
http://www.lefigaro.fr/international/2018/02/23/01003-20180223ARTFIG00339-antonio-ledezma-il-faut-une-intervention-pour-renverser-maduro.php
(21) Documentos desclasificados de EEUU desvelaron que el ex
presidente de este país, Richard Nixon (1969-74) había pedido a su
administración de "hacer chillar la economía chilena" con el objetivo
de derrocar al presidente socialista Salvador Allende. ("to make the
economy scream" to prevent Allende from coming to power or to unseat
him.")
(22) Pacualina Curso, "Sanciones", Últimas
Noticias, 01/04/2018,
http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/sanciones/
(23) Las cifras de la emigración venezolana traen intensos
debates y especulaciones por parte de numerosas ONG. Sobre este tema ver:
Falacias e imprecisiones sobre la migración venezolana, Misión Verdad,
02/03/2018,
http://misionverdad.com/LA-GUERRA-EN-VENEZUELa/falacias-e-imprecisiones-sobre-la-migracion-venezolana
(24) Organización de las Naciones Unidas para la
alimentación y la agricultura, "El estado de la seguridad alimentaria y la
nutrición en el mundo 2017" http://www.fao.org/3/a-I7695s.pdf
(25) "No hay crisis humanitaria en Venezuela, dice
experto de ONU", Telesur, 20/02/2018,
https://www.telesurtv.net/news/Experto-ONU-Alfred-de-Zayas-Venezuela-20180220-0053.html
(26) Sobre este tema ver Maurice Lemoine, "Bonnes et
mauvaises victimes au Venezuela", Le Grand Soir, 18/02/2016,
https://www.legrandsoir.info/bonnes-et-mauvaises-victimes-au-venezuela.html, o
Romain Migus et Eva Golinger, La Telaraña Imperial, Caracas, ed. CESE, 2008.
Disponible en http://www.romainmigus.com/2013/06/la-telarana-imperial.html
(27) "Éxodo de venezolanos obliga movilización militar
en fronteras de Brasil, Colombia y Guyana", Yahoo noticias, 12/02/2018, https://es.noticias.yahoo.com/exodo-de-venezolanos-obliga-movilizacion-militar-en-fronteras-de-brasil-colombia-y-guyana-142004472.html
(28) Mariana Escobar Roldán, "Colombia alista campos de
refugiados para venezolanos", 28/08/2018, El Colombiano, http://www.elcolombiano.com/colombia/colombia-alista-campos-de-refugiados-para-venezolanos-EN7186336
N de la T: * Operación Causa Justa: La Invasión
estadounidense de Panamá de 1989 fue un operativo militar del ejército de EE.UU
llevado a cabo entre el miércoles 20 de diciembre de 1989 y el 31 de enero de
1990 cuyo objetivo era el de capturar al general Manuel Antonio Noriega,
gobernante de Panamá, quien era requerido por la justicia estadounidense
acusado del delito de narcotráfico, como también neutralizar las Fuerzas de
Defensa de Panamá. El operativo fue denominado Operation Just Cause(Operación
Causa Justa) por el comando militar de EE.UU, y dejó aproximadamente un saldo
de 3.000 muertos.
El viejo topo
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