Por Rolando Prudencio Briancon:
Desde luego que para nada estoy comparando al presidente Evo
Morales con libertador Simón Bolívar; pero sí estoy asemejando la actitud de
quienes hoy se solazan sosteniendo que el mandatario Evo Morales se quedó sólo
apoyando a su par venezolano Nicolás Maduro en la reciente cumbre de las
Américas; con aquella ingratitud y abandono en el que terminó el libertador,
después de haber libertado del yugo español a naciones como la nuestra a la que
entrañablemente la consideró su “hija predilecta”.
Y es que sería; desde cómodo hasta desleal que la “hija
predilecta” del libertador se desentienda de la delicadísima situación que
acaba de atravesar, y atraviesa aún la cuna del libertador, como ha sido desde
el propio desconcertante decreto que la declara una “amenaza para la seguridad
de los EE.UU.”; hasta toda la violencia vivida el año pasado cuando se quemaba
gente viva por “parecer chavista”.
Decía que el apoyo del presidente Evo Morales; no sólo es
por todo lo que Venezuela ha vivido;
sino por el trato ofensivo y humillante que se le ha intentado dar a la
presencia del presidente Maduro, a quien inicialmente se lo invitó, y luego,
por presiones de los emisarios de Trump (Tillerson y Kurt Tidd), deshonrosamente
se dejó sin efecto la invitación, advirtiéndole que no sería bien recibido en
la Cumbre.
Esa es la razón por la que el presiente Evo Morales entiende
que ante éstas ofensas contra la “hija predilecta”del libertador; él no puede
actuar como los demás presidentes
-exceptuando al canciller de Cuba- que han preferido mantener un acobardado
alejamiento en su respaldo al gobierno venezolano, y en otros casos de una congraciada condena, por agradar al
gobierno yanqui.
Y es que entre otras
de las razones por la que el presidente Evo Morales no puede tener esa amilanada
actitud, es también porque él, en carne propia sintió aquel desprecio, cuando
siendo diputado fue expulsado del parlamento el 2002 (igual a lo que se hizo
con Cuba en los 60 expulsándola de la OEA, y hoy contra Venezuela de la 8va
Cumbre de las Américas). Vale decir que en carne propia el presidente Evo
Morales sabe que por más desprecio que se destile contra alguien, es la verdad
la que tarde o temprano se encarga de resarcir la reputación que se quiso
mancillar.
Y si alguien también sintió la ingratitud y la deslealtad en
carne propia fue el libertador Simón Bolívar, que acabó en el más completo
abandono después de su generosa gesta de liberar a cinco naciones de la corona
española. Y es que tal vez parte de la grandiosidad de seres como el libertador,
sea todavía tener que cargar ese desagradecimiento, como el que hoy Evo debe
soportar la crítica que le apuntan el haber quedado “aislado” apoyando a
Venezuela. Claro que también es una verdad que: “El mejor acero se funde a
mayor temperatura”.
Pd. Y veremos también; cuán asilada queda Bolivia, cuando el
Tren Bioceánico empiece marchar, que es un proyecto promovido por el presidente
Evo Morales, y por el que varios países están “haciendo cola” para ser tomados
en cuenta. Si en la vida todo cambia.
prudenprusiano@gmail.com
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