Por Profesor Pablo Salvatb:
Todo parece indicarlo así, estimado lector y lectora.
Continuando la saga que hemos presenciado el año pasado a nivel internacional, éste se prevé
igualmente plagado de hipocresía,
mentiras y peligros. Tanto la verdad de
algunos hechos, como el derecho internacional, son algunas de las principales
víctimas. Por cierto, que esto suceda así, le importa muy poco a las elites de
poder mundial y nacional. Un ejemplo: usted se enteró de las palabras que J.
Luis Zapatero, expresidente del gobierno español, y uno de los mediadores internacionales del
diálogo entre el gobierno bolivariano y
la oposición venezolanos, emitió después de que esa oposición desistiera de
firmar un acuerdo que estaba ya listo en República Dominicana.
Una oposición que se comporta ya de una manera vergonzosa en
política: bastó una llamada del presidente de Colombia, al jefe de la
delegación opositora, para que ellos no firmaran. Pero, cuánto ha sido distribuida y leída la
declaración de Zapatero en los medios de comunicación, explicando su posición y
lo sucedido en los diálogos de Dominicana?.
Los grandes medios, en clara alianza con el Complejo
Financiero-Militar-Industrial como bien lo llamó el profesor Claudio
Naranjo, no tienen interés ni en la
verdad de los hechos ni en una solución negociada de los conflictos. Por
cierto, no solo en lo referido a los sucesos venezolanos, sino también respecto
a lo que está pasando en Siria o entre
Israel y el pueblo palestino. Lo que se da en llamar pomposamente la “comunidad
internacional” es un engaño, y solo representa la opinión de la Casa Blanca, de
los gobernantes europeos (y ni siquiera de todos ellos), o de las empresas
transnacionales, pero se hace pasar como si fuera la opinión del conjunto de la
humanidad.
Paradojalmente, la imposición de una globalización
neoliberal – a partir de la desaparición del campo socialista-, comandada desde los gobiernos de los USA, ha terminado por liquidar las mejores
expresiones del difícil y doloroso
logro de una comunidad internacional,
comenzando por las mismas Naciones Unidas.
En verdad, no sorprende
tanto la militarización y violencia del único imperio subsistente y sus
aliados (OTAN, UE, OMC, etc. ) , cuánto
la pasividad, la obsecuencia, hasta el servilismo, de las elites de poder
político-financiero de nuestros países. Casos y ejemplos habrían muchos. Uno,
que pasó rápidamente desplazado en los medios, fue la posición encontrada entre
la mayoría de países de las NNUU y la del gobierno estadounidense respecto a su
pretensión de trasladar la capital de
Israel hacia Jerusalén. A pesar del
desacuerdo -ahora sí-, verdaderamente mundial contra esta medida unilateral del
principal socio del Estado israelí, consignada en la abrumadora votación en
contra en el seno de NNUU, el gobierno de Trump sigue adelante con su política
de complacer a los sectores guerreristas del estado israelí, sin importarle las
consecuencias que ello pueda traer para la paz en Medio Oriente.
Sin embargo, quizá el caso más flagrante de aplicación de doble estándar y de embuste intencionado de parte de la
pomposamente autollamada “comunidad internacional” y sus socios, tiene que ver con el trato dado a las
elecciones presidenciales hondureñas, en comparación, claro, con el trato que
se le da , por años, a las elecciones en Venezuela. Le sugiero revise las informaciones respecto
a Honduras, por si tiene dudas.
En las elecciones hondureñas, la mayoría de los observadores
internacionales, además de la oposición
que se consideró ganadora, coincidieron en la necesidad de repetir las
elecciones para asegurar un resultado no
sujeto a irregularidades, dudas y reclamos.
Estos reclamos provocaron grandes protestas del pueblo hondureño, las
que fueron duramente reprimidas, con resultado de varios muertos en ellas.
Y, sin embargo,
contra la opinión de buena parte de los mismos hondureños, y de los
propios observadores internacionales; a pesar de la dura represión y violencia,
se dio curso a una reelección espuria del actual presidente hondureño. Y, uno
puede preguntarse: cuál fue la reacción de la OEA, la UE y los otros organismos de esa llamada
“comunidad internacional”? Fue suspendido Honduras de alguna de ellas, a pesar
que repetía un patrón que tiene como precedente el “golpe blando” contra el ex
presidente M. Zelaya? Ha amenazado el gobierno estadounidense con invadir ese
país si no se restituye lo que ellos llaman
de manera altanera “su
democracia”?
El Grupo de Lima ha
desconocido la validez de esas “elecciones”?
Nuestros afamados cientistas políticos –prestos siempre para vituperar
al gobierno venezolano- han levantado la
voz al respecto en los medios? Han importado los muertos puestos por el pueblo
hondureño? Sin embargo, al mismo tiempo,
a base de mentiras y acoso de diverso tipo, no se deja vivir al gobierno
venezolano y su gente, a pesar de que su sistema electoral ha sido calificado
por el mismo expresidente J. Carter y su
fundación, entre los más fiables y
seguros a nivel mundial.
El mismo Grupo de Lima –que sigue tristemente los dictados
de Washington y la UE-, encabezado por un presidente del Perú que, a duras
penas se salvó de ser destituido, o por otros, como el golpista Temer en Brasil (que tiene si, escuche bien, un 5%
de aprobación de parte de su población) pretenden justificar una intervención
militar en un país soberano como Venezuela, olvidando la triste y dolorosa historia de las intervenciones vividas no
hace muchos años en nuestro continente, para favorecer –como no- a los
poderosos de siempre.
Hace mucho tiempo que
no se veía un entreguismo tal de las elites de poder en nuestra América, justo
cuando habíamos tenido unos años de claro reforzamiento de un latino
americanismo plural. Para reforzarlo, el enviado del sheriff del norte hace una
gira solo por algunos países, siendo el centro Colombia (donde hay bases militares estadounidenses) para tener al “patio trasero” en orden y obsecuente
respecto a Venezuela u otros casos que pudieran surgir. Por cierto, de manera lamentable, nuestra
cancillería también se ha prestado para estas oscuras maniobras.
Usted, estimado
lector/lectora, sabe lo que está pasando en Honduras, post elecciones
fraudulentas? Por qué los medios no nos informan de lo que allí sucede? Para
fabricar mentiras y relatos se compran periódicos, canales de televisión,
radios. Lo importante es que no haya cuestionamiento al orden neoliberal global
bajo el que sobrevivimos. No podemos soslayar
el hecho y sus consecuencias, de que hoy por hoy, el 96% de los medios
de comunicación a nivel mundial están en manos de 6 compañías.
Por eso son los tiempos de la pos verdad y la plus mentira,
porque al parecer, lo único que importa es el dinero y el poder, y ante su altar deben rendirse todas
las opciones posibles e imposibles. Es la política reducida a intereses y
voluntad de poder minoritario, donde no importa el sufrimiento, la exclusión,
las desigualdades, la muerte, sea de los pueblos o de la naturaleza. Una
política que se pretende revestida y
arropada por el manejo prostituido
de grandes voces: libertad, democracia,
derechos humanos.
Por esta nueva situación post caída del “maléfico” Muro de
Berlín, es que no podemos sino vivir
permanentemente en peligro. Nos queda, por ahora, el ejercicio de una ética de
la resistencia y de la conciencia compartido,
si pretendemos legar un
futuro de paz y justicia para las nuevas
generaciones.
psalvat@uahurtado.cl
0 comentarios:
Publicar un comentario