Por Aniceto Molinari:
A propósito de la movilización del agro en el Uruguay,
debemos deducir que existe un cuestionamiento al funcionamiento del Estado, a
imagen de lo que también sucede
generalizado en el mundo.
Si es bueno o es malo para la gente, está muy vinculado al
carácter particular de cada uno de los movimientos políticos, sociales,
gremiales, involucrados, que objetivos pueden proponerse y cuales realizar.
Esto traducido a nuestra comprensión común significa lisa y
llanamente, en que hoy los aparatos burocráticos, que de alguna manera marcaron
el rumbo de la democracia, comienzan a profundizar sus crisis en función de la
marcha de la economía.- Esto alarma porque hasta ahora lo mejor de la humanidad
solo reivindica la democracia a nivel de Estado y por ahora se resisten a tomar
y encarar al mundo y el funcionamiento de su economía tal cual es. Puedo
“elegir” al Presidente de un Estado pero no puedo hacerlo para la “presidencia”
de un conglomerado empresarial multinacional, o para los organismos financieros
multinacionales. Recordemos que la Reserva Federal de EE.UU. es “privada”. El
curso de la economía nos viene dado, no es parte del análisis de la “praxis”
(expresión utilizada por los marxistas para asumir la realidad).
El gobierno del mundo ya no pasa por quien gobierna en un
Estado, sino por quienes lo hacen desde los conglomerados empresariales
multinacionales y son ellos en dura pugna quienes inciden en los que
conforman los gobiernos de los Estados
que en “democracia” la gente “elige”.
En el año 2000, el entonces senador José Korseniak presentó
un proyecto de ley para que cuando una delegación gubernamental del Uruguay
fuera partícipe en distintos eventos en el exterior, expresara la necesidad de
estudiar la aplicación del impuesto a las transacciones financieras especulativas
a nivel universal; nunca fue considerado por nuestro Poder Legislativo, aunque
de alguna manera el entonces Presidente José Mujica en la ONU (setiembre 2013)
fue por el mismo camino, del que luego no se ha hablado (tema tabú). En ese
entonces la observación que realizamos a esta importante iniciativa era que con
la aplicación generalizada de un impuesto de estas características que hacía
que toda transacción debía para ser válida quedar registrada- la actividad
especulativa quedaba gravada en un mayor grado. Lo importante era por lo tanto
introducir un cambio en la filosofía impositiva.
“Las cuentas no nos cierran” dicen productores agropecuarios
“nacionales” uruguayos, y aún analizando rubro por rubro, exigiendo eficiencia,
el manejo de las variables hace que el porvenir de esos productores sea
ingobernable, aún cuando el Estado pudiera hacer lo que reclaman, que en la
mayoría de los casos puntuales es justo. Esta es una diferencia fundamental con
lo que sucede con los complejos empresariales multinacionales que invierten
solo si le es rentable y si no se van y que además se manejan con una canasta
de monedas al margen de las cotizaciones nacionales de las “monedas fuertes” y
sin depender de las autóctonas. Con el agravante de que en la realidad actual
no hay gobierno que pueda prescindir de esas inversiones. Esta tal vez sea una
explicación de por qué las poderosas Asociación y Federación Rural del Uruguay
se han mantenido sin dar un marco organizativo a esta movilización, aún cuando
la acompañan. El hablar de atraso cambiario, es exigir un subsidio
indiscriminado por medio del manejo irresponsable de la moneda y como si ella
no afectara al conjunto de la economía y se pudieran determinar fronteras donde
rigiera su valor.
Además la exigencia de eficiencia supone que quién la exige
también lo deba ser. Todos sabemos que en mayor o menor grado todos los Estados
tienen un funcionamiento ineficiente. El Uruguay lo es, si partimos, para poner
un ejemplo, de su funcionamiento electoral, donde la negativa a instrumentar el
voto electrónico supone un despilfarro de recursos en el que coinciden todos
los partidos.
¿Es el precio de la democracia? NO, es el precio de vivir
desconociendo la realidad económica actual del mundo, y en este caso concreto
que tomamos como ejemplo el despreciar los avances tecnológicos para que
beneficien a la gente. En la salud sucede algo parecido, hoy es posible con un
enlace al documento de identidad tener la ficha de salud de cada uno en forma
digital, y si a eso le sumamos la posibilidad de realizar exámenes, hoy de bajo
costo, que permiten saber las enfermedades que ha tenido cada uno y a su vez
ver la proyecciones de futuras posibles afecciones, tendremos una realidad muy
distinta a la que hoy se planifican en costos cada vez más elevados para este
rubro y en la perspectiva de ser siempre insuficientes.
El programa que hoy se plasma por parte de esta
movilización, la sociedad lo conoce y su aplicación irrestricta supondría una
mayor fractura de la sociedad uruguaya, es necesario negociar punto por punto y
acordar planes conjuntos para mantener el aparato productivo y el entorno
social de los mismos.- No rechazan –los denominados autoconvocados- los
impuestos a los salarios, a las pensiones, y al consumo, se hacen cómplices involuntarios
de la política que se aplica en el mundo contra la gente. Tampoco cuestionan el
costo de los arrendamientos rurales y los costos financieros, la mayoría de
ellos realizados por fuera del sistema bancario. No tendrían por qué hacerlo,
el Gobierno y la Central sindical tampoco lo hacen. El ex Presidente José
Mujica, si ha hablado del tema costo de
los arrendamientos aunque sin una propuesta por ahora para abordarlo. Es lo que
hemos analizado como una grave carencia, desgraciadamente muy difundida en el
mundo y concreta en el Uruguay.
Los Estados (todos), necesitan por lo menos racionalizar sus
presupuestos, de salud, de educación, de seguridad social, en todos ellos el
déficit se acrecienta, y por otra parte surgen para los sectores pudientes, los
de altos ingresos, servicios diferenciados que hacen a la calidad de un sector
minoritario en desmedro del conjunto democrático de la sociedad.
La impotencia del aparato político es muy grave y no existen
soluciones nacionales, que hoy están restringidas a nivel de paliativos.
La actual movilización en el agro uruguayo debería servir
para un debate profundo y honesto de la realidad en que vivimos.
Nuestra sociedad se ha mal acostumbrado a “joder al Estado”,
quién no ha conocido a alguien que siendo un empresario no haya realizado para
su empresa tres tipos de balance, uno dirigido a lo que paga a la DGI (Dirección General Impositiva),
otro con lo que debe pagar al BPS (Banco de Previsión Social) y finalmente uno
para saber la verdad de su empresa. Pagar un salario y para estos fines hacerlo
figurar por el mínimo; quién no conoce trabajos realizados en negro.- El Banco
Hipotecario del Uruguay en los tiempos de la Presidencia de Jorge Polgar, sacó
un préstamo para refacción de viviendas, que si se cumplían con todas las
disposiciones legales (BPS, DGI), era inviable, por lo que se resolvió hacer
ese tipo de préstamo con la garantía correspondiente pero sin especificar los
fines.
Esteban Valenti denuncia el rol de los sindicatos
correspondientes, en el enlentecimiento de las obras de UTE en Punta del Tigre
con el fin de mantener la fuente laboral y hacerle pagar al Estado mayores
costos, con el riesgo de costosos juicios. Luego de todo lo que hemos analizado
podríamos decir: “el que esté libre de pecados que arroje la primera piedra”
No pensemos que esto corregido –que sería muy importante
hacerlo- es suficiente para transformar una realidad de la economía cuyos
signos fundamentales son la evasión y elusión fiscal, los paraísos y la emisión
sin respaldo de la moneda, junto con ello el endeudamiento siempre creciente,
la fractura en la calidad del trabajo, poco muy bien remunerado y mucho mal
remunerado. El capitalismo ya no está en condiciones de hacer otra cosa, su
tiempo histórico de predominancia como modo de producción está ya muy acotado y
recurre a estimular las lacras y los vicios sociales, a estimular la guerra con
todos sus actos de perversión.
Mucho se ha hecho en los gobiernos progresistas en el
Uruguay como bien lo detalla el senador Charles Carrera (**), pero ello no es
suficiente para detener el sangrado permanente de productores que renuncian a
seguir en las condiciones actuales quedando el agro cada vez más a total
disposición de lo que son las inversiones de las multinacionales, y sobre las
cuales el gobierno tiene 0 influencia en cuanto al rumbo que pueda tomar su
política.
El gobierno como lo ha manifestado debe negociar y analizar
caso por caso, con ello ganará tiempo y podrá diferir conflictos, pero sepamos
que en la agenda política deben estar inexorablemente los cambios a nivel
impositivo y monetario que permitan privilegiar la eficiencia por sobre el
burocratismo estatal, y eso no lo puede hacer ningún Estado por separado. A su
vez las centrales sindicales solidarias internacionalmente, no tienen programa
a ese nivel, como si la economía no hubiera sido pasada a ser gobernada por los
complejos empresariales multinacionales. Hay que reivindicar la capacidad de
proponer programas en beneficio de toda la sociedad, que ya no reconoce
fronteras. Los medios materiales, los tecnológicos, son ya más que suficientes,
la tarea es concretar la voluntad política que nos impulse en la superación de
esta dolorosa etapa crítica.
El debate:
Un compañero inclaudicable de toda la vida, de los que habla
Bertolt Brecht, me envía una nota precisamente la que comento del senador
Charles Carrera.
Esta fue mi respuesta:
No se da cuenta o no quiere darse cuenta de la crisis actual
que vive el mundo, y que inexorablemente cuestiona todos los avances que el
Frente ha logrado en la coyuntura. Hay en el campo y en la ciudad sectores que
están en un proceso de no rentabilidad -se ahogan - en beneficio siempre de las
grandes inversiones, que a su vez tienen cada vez más limitaciones en el mundo
y acuden a incentivar la guerra.
El Frente ha aprovechado la coyuntura pero ha acrecentado
los vicios burocráticos del Estado, que empezaron por el problema de los
casinos hasta los actuales con la basura, pasando por Pluna, etc.etc.
Esto no quiere decir que otro lo pueda hacer mejor; quiere
decir que hoy salta a la vista la confrontación entre quienes producen con
miles de dificultades -por supuesto- que no son todos y de repente ni siquiera
la mayoría, y un aparato estatal tremendamente burocratizado.
Esto en política tiene consecuencias.-
Montevideo, 19 de enero de 2018.-
(*) Los “auto convocados” reunidos en Durazno (23/1/18), han
ratificado su plataforma que tiene toda
la estrechez lógica de sus intereses
particulares –no podría ser de otra forma-, nota: no es casual que los voceros
sean periodistas; el desafío es ahora para el Gobierno, el de explicar con
claridad su política y gestión económica y abordar la solución de los problemas
puntuales y concretos.
(**) La nota está en internet.
sipagola@gmail.com
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