Por Diego Olivera Evia:
Una nueva década de agresiones en América Latina
Nuevamente el intervencionismo de EEUU, aplica constantes
sanciones a Venezuela y amenazas a Cuba, una corriente del neofascismo
desarrollada por el presidente bipolar Donald Trump, trata de ahogar los
procesos progresistas, buscando crear una nueva hegemonía del Plan Cóndor o el
Gran Garrote, para ampliar su teoría de los pueblos latinoamericanos, como el
patio trasero, para invadirlo con sus políticas del neoliberalismo y el control
de las riquezas, el petróleo y los minerales de Venezuela, de la misma manera
se está controlando a Argentina, Brasil, Paraguay, Colombia, México, Perú, una
nueva década perdida para los pueblos latinoamericanos.
Las políticas intervencionistas de Estados Unidos, se han
centrado en las elecciones Latinoamericanas, y son financiadas por los partidos
políticos, de derecha obsecuentes a su política, entre sanciones y amenazas
militares. La actual estrategia cuando la derecha no gana elecciones, comienza
un ataque a los países progresistas, aplicando sanciones la judicialización a
través de la Fiscalía y el Banco del Tesoro, instrumentos ilegales para aplicar
su intervencionismo, estamos ante un estado gendarme, con supra poderes, y sus
acciones van contra en contra el progresismo, creando una nueva Dictadura
Mundial de Trump, a nivel regional y global.
La CIA y las organizaciones de seguridad estadounidense,
hacen campaña en favor de sus intereses, financiando a partidos o movimientos
empresariales de esos países, para ello creó en 1983 la Fundación Nacional para
la Democracia, (en inglés: National Endowment for Democracy, más conocida por
sus siglas en inglés NED). La idea de estas estructuras busca el control global, utilizando la USAID,
como mecanismo para manipular a los jóvenes, como lo quisieron aplicar en Cuba,
sin resultado, pero sí lograron ampliar sus políticas en Venezuela, a atreves
de la oposición venezolana, con sus acciones terroristas, para crear una crisis
política y económica.
Hoy en América Latina se ha podido comprobar que en esta nueva
década del Siglo XXI, la intervención del Pentágono en la
judicialización y mediatización, como la intervención de bases militares
gringas, han sido los canales de intervenciones en contra de proyectos
progresistas, en vista de la incapacidad de partidos de derecha para vencer en
elecciones. El uso de las sanciones extra territoriales, son los mecanismos más
efectivos, como la amenazas y sanciones a funcionarios públicos, creando un
vacío político, Trump amenaza directamente a Cuba y Venezuela, como dictaduras,
desconociendo las elecciones de estas naciones, usando su frase “contra el
socialismo”, y por su puesto su versión fascista, racista, en su ideología de
supremacía Blanca.
Una nueva década de agresiones en América Latina
La nueva era de un fascismo neoliberal, son parte de una
nueva realidad de un Continente, subyugado por la doctrinas imperiales, el
control de las mayoría de las economías de América del Sur han asumido, las
normativas de la trasnacionales de Monsanto y Bayer, los químicos y la semillas
transgénicas, han creado una agricultura con graves efectos para el ser humano,
la tierra se empobrece en minerales, los ríos se afectan con los químicos, esta
es la nueva filosofía de alimentar a
millones, pero solo son efectos criminales, la Soja, los vegetales
brillan en los supermercados, pero llevan en su interior efectos graves, desde
cáncer, hasta malformaciones en niños, que viven en estas tierras y toman agua
contaminada.
Esta nueva realidad se amplía con la presencia de los
militares, que hoy son la punta de lanza del intervencionismo, en la reciente
crisis de una posible intervención a Venezuela, se afloro las acciones y la
sumisión de los países del grupo de Perú, en esta nuevo intento de una
intervención, se sumaron los peores políticos y presidentes, como son Macri,
Temer, Cartes, Santos, con el de Perú Kuczynski, quienes asumen una acción
bélica contra Venezuela, a la vez se ampliara a Cuba en la nueva elección del
presidente, al retiro del presidente Raúl Castro, ya anunciada acciones de no
reconocer de Trump, las elecciones de
estas naciones independientes.
La violencia en estas naciones del Grupo de Perú, agrupa a
los presidentes más violentos y corruptos de Sudamérica, empezando por
Colombia, con una campaña de asesinatos de líderes sociales y ex combatiente de
la FARC, hoy partido legalizado, pero sostiene de una guerra sucia de los
paramilitares y los militares, decenas de muertos y fosas son parte de la
democracia de Santos, además de la ampliación de los envíos de droga a EEUU,
bajo el beneplácito de la CIA y Trump, De la misma manera México con sus miles
de desaparecidos, con tumbas masivas y con un narcotráfico, sin censura por el
gobierno de Pérez Nieto- La acciones policiales de Argentina, son parte de la campaña
de Macri, con asesinados y heridos de gravedad, los despidos masivos, la
entrega a EEUU para armar una base gringa en la Patagonia, como la penetración
de los Sionista israelita, muestran la cara junto a Temer la venta de los
acuíferos a las trasnacionales, un presidente dos presidentes sin moral y
corruptos.
Sería muy largo analizar los graves efectos de Paraguay, con
el gobierno de Temer con la represión y la pobreza, con sus bases gringas,
mientras un Uruguay con un ex canciller al servicio de la CIA y EEUU, ataca a
Venezuela y Cuba, pero se suma a las sanciones, ante el miedo de ser
intervenidos, pero crece la economía transgénica, en la hortalizas, en la Soja, como en la
tierras llenas de árboles de semillas químicas, para abastecer papeleras que no
crean ganancia para Uruguay, esta es una triste realidad de un modelo
progresista, devastado por las ultraderechas.
Hoy los procesos de izquierda sufren derrotas políticas,
ante las derechas oligárquicas, los intercambios y éxitos de la primera década
del Siglo XXI, busco salidas alternativas a la crisis y las propuestas
neoliberales, pero no logro crear una estabilidad y un modelo de desarrollo.
Los intercambios de petróleo de Venezuela, no logro crear una salida, la falta
de propuestas de una economía en Venezuela, permitió a la derecha a crear una
guerra económica, nuevamente la importaciones suplieron, la crisis agraria y la
explotación del ganado vacuno, porcino y avícola que ha sucumbido, ante la
guerra de la Oligarquía, creando una
crisis alimentaria y la insuficiencia de medicamentos, hay que lograr nuevas
propuestas, la corrupción y la burocracia se han convertido, en una traba al
desarrollo de la sociedad venezolana.
diegojolivera@gmail.com
Es esta la realidad en Venezuela, la Revolución Bolivariana pagó la deuda social pero descuidó la transformación de la economía para no seguir dependiendo de la renta petrolera. La crisis del capitalismo rentístico sobrevino sin tener el Gobierno Revolucionario como enfrentarla por que no previó que era necesario transformar el aparato productivo para adecuarlo a una producción autónoma socialista
ResponderEliminarVenezuela,es un país que no produce los alimentos necesarios y suficientes,para su población,aun dependemos de los alimentos importados,lo cual nos hace presa fácil de los monopolios de las empresas productoras de alimentos en el pais,q'aca en Vzla son las trasnacionales.
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