Por Bruno Lima Rocha:
Brasil, por desgracia, no está exento de la evasión de
divisas. En el ranking de 2012, nuestro país ocupaba la vergonzosa de cuarto
mayor volumen de depósitos en el exterior. Así, en tesis, tendríamos que
rescatar cerca del 28% del PIB en stock, un monto alrededor de R $ 570 mil
millones de reales. Es decir, uno de cada cuatro reales que circularían aquí
dejó de alimentar la economía real, no generan ni empleo vivo y tampoco carga
tributaria para ser disputada a través de políticas públicas. Estos valores están
en "jurisdicciones especiales", también conocidos como "paraísos
fiscales" y operan en el límite de la legalidad.
Por más amoral e indigno, no se podría formalmente acusar de crimen sin las pruebas materiales del acto criminal, bajo el riesgo
de tener que responder a un proceso millonario, con severos daños al modesto
patrimonio de quien acusa. Los agredidos supuestamente estarían indignados con
la "desconfianza". Entonces, sin "acusar", constato lo
obvio en las evidencias subsiguientes, ante la última revelación de los
depósitos de autoridades y multimillonarios en el extranjero. No será sin duda
el último "escándalo", y menos aún la primera revelación de algo
sistémico y ordinario como "excepción".
Los multimillonarios y sus empresas matrices, del
"norte hegemónico" y en el eje anglo-sajón (EEUU y aliados) cometen
permanente evasión fiscal y de divisas. La caída de ingresos es visible, siendo
que la carga tributaria, incluso en el "centro del sistema" termina
recayendo sobre salario y consumo, incidiendo en cascada en asalariados y
jubilados, siendo probable la evasión fiscal y envío de recursos de forma
sospechosa incluso en la Unión Que se ha revelado en otro
"escándalo", este de los Lux Leaks, siendo que PricewaterhouseCoopers
la principal operadora del fraude
La isla de Bermuda (gov.bm) es un territorio ultramarino
británico, y aunque tiene cierto estatuto de autonomía, obedece a las reglas
del gabinete de la primera ministra y puede sufrir intervención del gobierno
londinense. Es considerada una "jurisdicción especial" del Reino
Unido, dependiente en el aspecto de defensa y relaciones externas, además de
operar como una lavandería del imperio. Las revelaciones contenidas en los
llamados Paradise Papers una de entre varias oriundas.
La clave de interpretación de esta nueva
"revelación" es la presencia de un abogado y ex oficial del imperio
británico, Reginald Appleby, que abrió una oficina legal en la isla de Bermuda,
donde el mismo era visto como autoridad máxima. Se puede entender que la empresa
Appleby (applebyglobal.com) como Transnacional (TNC) de servicios financieros
acompañó la expansión de la llamada "industria offshore" y opera en
una red de más de 60 oficinas afines vinculadas, tiene más de 470 profesionales
legales - especializados, obviamente, en derecho tributario internacional y las
arriesgadas operaciones que se derivan - estando en diez sedes físicas, todas
«paraísos fiscales». Su matriz global es en Bermuda, pero tiene oficinas en las
Islas Vírgenes Británicas, Cayman, Guernese, Hong Kong, Isla de Man, Jersey,
Mauricio, Seychelles y Shanghai.
Los Paradise Papers, un esfuerzo investigativo a través del
Consorcio Internacional de Periodistas (icij.org), son parte de los Offshore
Leaks Database, recogiendo más de 500 mil personas jurídicas reveladas en los
Papas de Panamá y Bahamas Leaks (2016), Offshore Leaks (2013) contar
investigaciones regulares. En la fuga de Appleby Bahamas surgen tres figuras
prominentes en Brasil: los ministros de Hacienda Henrique Meirelles y de la Agricultura
Blairo Maggi, además del más rico brasileño en el planeta, Jorge Paulo Lemann y
sus socios, Marcel Telles y Beto Sicupira, controladores de la 3G Capital. De
forma cruzada, la 3G -que pertenece a los hombres que ocupan la posición 1º, 3º
y 4º mayores billonarios del país- tiene participación en veinte empresas
ubicadas en paraísos fiscales de la región, además de Bermudas, Cayman y
Bahamas. Es interesante observar que en el sitio oficial (3g-capital.com) la
empresa tiene sedes físicas en Nueva York, Río de Janeiro y São Paulo, y no en
las islas arriba citadas. En el portal bermuda-online.org es posible localizar
cientos de empresas con sedes offshore en la isla y también los "líderes
mundiales" con cuentas abiertas en esa jurisdicción.
Los números de nacionales no son proporcionales a los
nombres descubiertos. A diferencia del volumen de cuentas de brasileños
encontrados en el Swiss Leaks (HSBC Suiza, revelados en 2015), constaban 6606
cuentas secretas de brasileños en el país; en Panamá Papers (revelaciones de la
empresa Mossack Fonseca - mossfon.com en 2015) localizaron 1707 beneficiarios.
Antes de esas dos revelaciones, era común que surgieran depósitos en el
exterior a cada escándalo o investigación federal, como en la CPI del Senado
investigando el Sistema Financiero nacional y el favorecimiento con
informaciones privilegiadas a los mayores especuladores (físicos y jurídicos)
siendo alertados de la devaluación del real ante él, dólar. En la ocasión
fueron castigados los bancos de inversión Marka (presidido por Salvatore
Cacciola) y FonteCindam (presidente Luiz Antônio Gonçalves), siendo que el
primero poseía cuentas y empresas de tipo "offshore-onshore" en
Uruguay.
Las dos instituciones financieras anteriores fueron las
únicas a sufrir sanciones, pero la CPI constató la actuación de otras afines y
tomadores de decisión a ambos lados del mostrador (empresas y Estado). Esta
complementariedad, donde el ministro actual era el banquero o el CEO de ayer y
podría llegar a ser el gerente del hedge fund o director de organismos
internacionales de mañana materializa tanto la teoría de las puertas giratorias
en la formación de una élite dirigente brasileña transnacional izada como
también ejemplifica la captura del Estado por intereses privados, y específicamente
financieros y especulativos.
La élite financiera y dirigente de los bancos, fondos de
inversión y desgraciadamente, también de la autoridad monetaria nacional, no
forman la excepción sino una regla a escala mundial. Con mayor o menor
intensidad, así como el sistema financiero invierte su concepción lógica proporcionar créditos, ahorro interno y garantías productivas - y drena
recursos para una ganancia de rentabilidad muy superior al de la economía real,
lo mismo ocurre cuando estos individuos y sus empresas, así como las
Transnacionales de control parcialmente pulverizadas con capital abierto en
algunos países operan con holdings y trustes ubicados en "jurisdicciones
especiales".
Si hasta los años '80 del siglo XX una de las grandes
reclamaciones en América Latina (y en Brasil en específico) además de la
estanflación y la deuda externa era la absurda remesa de ganancias poco o nada
gravada para las matrices de las TNCs; hoy el cuadro es aún más espeluznante.
blimarocha@gmail.com
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