Por Daniela Saidman:
[DESDE LA OTRA ORILLA]
Uno, dos, tres, un sorbo de café y los ojos hacia la línea
del horizonte que se enciende. ¿Cuándo amanece? Cuando queda atrás el último
murmullo del silencio o ¿cuándo las luces una a una empiezan a prenderse? Uno,
dos, tres… las ventanas de los grandes edificios se iluminan. Al principio
pocas, como luceros del alba. ¿Pondrán al fuego la cafetera? ¿Alistarán los
uniformes escolares? ¿Harán el amor? ¿Darán un beso de buen día a los niños?
¿Mandarán el primer mensaje con buenos deseos? ¿Suspirarán por los amores no
correspondidos?
Cuatro, cinco, seis… llega la mañana, rauda como una promesa
de amor recién inaugurada. Tenemos la vida por delante, como si naciéramos una
y otra vez. Salgo a la calle a estrenar el día. Los compañeros de las primeras
luces, ¿compartirán la misma ilusión con la que salgo a buscarte? Cuatro, cinco, seis…
dsaidman@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario