jueves, 14 de septiembre de 2017

¿Nos quejamos o le damos?

Por Wuilliam Castillo Pérez (el indio):

Va a estar algo difícil derrotar la guerra económica, si adjudicamos la culpa de la misma al Gobierno revolucionario. Hasta esa aberrada percepción es inducida por la contrarrevolución. Si no investigas los hechos y accedes a la verdad, seguirás esperando que sea el Gobierno el que solucione, reprimiendo la corrupción. Pero como no es el causante, todo esfuerzo del Gobierno se estrellará contra la acción delictiva contra el pueblo, por los  perpetradores, y que no es otro -el causante- que la oposición a través de su aliado:



El sector comercial, financiero, que manipula, el financiamiento, costos, procura intermediación, distribución y venta al consumidor.

¿Qué debe hacer el pueblo, para contribuir con el esfuerzo del Gobierno revolucionario? Bien, sencillamente el ejercicio pleno, de su participación protagónica. Asumiendo su rol de poder originario, en el cual reside la soberanía. Produciendo, procurando, creando y sumándose a la ejecución de la agenda económica, decretada por el Gobierno de Maduro en el decreto de emergencia económica el cual fue renovado.

Si hacemos una inspección, notaremos que el Poder popular no respondió a estas medidas como era y sigue siendo necesario.

En cuatro años de acoso pudimos haber construido muchos núcleos endógenos socio productivos, muchos fundos Zamoranos, muchos marcados y casas de abastecimiento todas manejadas y controladas por el pueblo, pudimos crear muchos consejos comunales y comunas, bien organizadas asumiendo sus propias competencias y muchas cosas más. Pero no lo hicimos, por miedo, o por la flojera mental, que nos dice, que es el poder económico de la plutocracia el que tiene la capacidad económica para asumir la tarea de la producción. Se nos olvidó, o no hemos  internalizado que, en Venezuela y tal vez en el planeta, no existe un grupo de inversionistas que tenga más recursos que el pueblo venezolano.

Bien, esa inacción, y esa espera en estado somnoliento, a que sea el Gobierno quien solucione, es el factor más dañino contra nuestra vida como pueblo. Porque nos hace candidatos a ser dirigidos, controlados y asistidos para poder movernos.
No obstante la misma dinámica del acoso nos ha llevado a quemar muchos cartuchos de la gama de armas Socialistas que tiene la revolución. Hasta vernos en la necesidad, de convocar una Asamblea Nacional constituyente. Por ello tenemos, hoy,  en vigencia y en ejercicio plenipotenciario y supraconstitucional a la Asamblea Nacional Constituyente, para corregir ese desastroso nivel de irresponsabilidad de los antipatria, con la vida del pueblo venezolano.

Allí está, como lo establece el artículo. 347 CNRBV,  para transformar el Estado, crear un nuevo orden jurídico y redactar una nueva Constitución. Pero, aun cuando la ANC, apenas tiene 36 días funcionando ya un sector de la población, comienza a descalificarla, como cumpliendo órdenes precisas de la oposición. Repetimos, así se hace algo difícil solucionar.

Debemos de una buena vez, cambiar radicalmente. Hasta el léxico debemos cambiarlo. Mientras sigamos analizando, para construir soluciones, fundamentados en la aberrada cultura capitalista, todas las respuestas que apliquemos, funcionarán en nuestro detrimento y a favor de la plutocracia. Nuestra fundamentación para corregir los efectos de esta guerra bárbara y brutal debe estar en el paradigma fundamental constituido por la conquista de la Justicia Social, para la humanidad. Toda acción de Gobierno debe resultar en beneficio del pueblo. No, como sucede en el capitalismo. Donde, toda acción de Gobierno indefectiblemente, resulta en beneficio del capitalista.

Creemos, que solo el hecho de cambiar la percepción tradicional de la economía, como un hecho histórico que transversalidad y modifica la vida de los pueblos.

Dicho cambio de percepción nos permitirá acceder, a soluciones definitivamente humanas  y para un  digno convivir de humanos. De ahí, que nos atrevemos a decir que la palabra economía debería sustituirse por la expresión "Satisfacción de las necesidades del pueblo". Es lo más preciso para lograr, que: Nunca más la satisfacción de las necesidades del pueblo" resulten en el lucro del capital privado.

¡Independencia y patria socialista y soberana!
¡Chávez vive!
¡La patria sigue!
! Viviremos y venceremos!

pereznarw@gmail.com 

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