Por Norma Estela Ferreyra:
Uds. se estarán preguntando, porqué elegí un billete como la
foto que ilustre este artículo. Si se fijan en el reverso del billete que
Cambiemos, con autorización del presidente Macri, hicieron imprimir, veremos
que está el mapa de Argentina dividido en dos, donde la Patagonia se ve como
otro país. Después de leer este artículo, entenderán por qué.
Por décadas, jóvenes oficiales del ejército israelí,
camuflados como turistas y mochileros, han estado estudiando, mapeando y
viajando por toda esta vasta, rica y escasamente poblada región, planeando… o
¿preparando el futuro? Esto no es nada nuevo. Hace 26 años, el 5 de enero de
1986, el principal periódico de Argentina, La Nación, publicó un artículo bajo
el título ‘Estudian el asentamiento de una colonia judía en Santa Cruz’, citando
a israelíes que estudian el área, quienes manifiestan “este es un proyecto
largamente acariciado”. Se afirma que éstos “realizan un relevamiento de la
zona, para estudiar el clima, la flora, la fauna y las riquezas potenciales del
lugar
La furia emergió en Chile luego de que un grupo de
“mochileros” israelíes prendieran fuego al bosque virgen del Parque Nacional
Torres del Paine en la Patagonia. ¿El sospechoso? Un tal Rotem Singer, quien
estaba “turisteando en la Patagonia” con otros “mochileros” israelíes. Éstos
insistieron en su inocencia en declaraciones a la radio militar de Israel. Las
autoridades chilenas, no obstante, lo detuvieron, e incluso el presidente
Sebastián Piñera manifestó su preocupación.
La Patagonia es la vasta, inmensamente rica, escasamente
poblada, área austral de Sudamérica, extendida desde el Océano Atlántico al
Océano Pacífico. Compartida por Argentina y Chile, la Patagonia ha sido por más
de un siglo un objetivo claro de la élite de poder global, siendo catalogada
como su futuro “refugio”. Existe evidencia de que intereses extranjeros quieren
apropiarse del sur austral.
Mientras observamos el desastre que han hecho de nuestro
mundo, aquel “futuro” puede que esté al otro lado de la esquina. Apuntada por
el Movimiento Sionista Internacional, esta silenciosa toma de la Patagonia ha
progresado dramáticamente en años recientes; no a través de la guerra y la
invasión, sino mediante adquisiciones territoriales, infiltración económica,
quintas columnas israelíes, apoyo mediático global y posicionamiento
geopolítico. Por décadas, los israelíes han estado “surcando” sistemáticamente
esta región gracias a la extrema flexibilidad de los gobiernos sucesivos de la
Argentina, todos extremadamente permeables y sumisos a la influencia sionista.
Esto quedó evidenciado en septiembre de 2003, cuando el entonces Comandante en
Jefe del Ejército argentino, Roberto Bendini, fue obligado a renunciar por un
escándalo mediático alimentado por el lobby sionista local de la DAIA
(Delegación de Asociaciones Israelíes Argentinas), luego de que Bendini
expresara su preocupación por la presencia de oficiales israelíes haciéndose
pasar por “mochileros inocentes”. Nuevamente el periódico La Nación del 30 de
septiembre de 2003, explicó que “en cuanto a los israelíes, importa advertirlo:
que los hay en la Patagonia, los hay. Se mueven en grupos, son jóvenes y hablan
entre ellos en hebreo. Una buena parte viene de la milicia. Acaban de quitarse
el uniforme del ejército israelí."Existe entonces una razón justificada de
preocupación entre argentinos y chilenos. Especialmente cuando se considera que
el padre fundador del sionismo internacional, Theodor Herzl, escribió en 1896
en su libro ‘El estado judío’ (en un capítulo con el importante título,
‘¿Palestina o Argentina?’) cosas como “Debemos elegir, ¿Palestina o
Argentina?... Argentina es, por naturaleza, uno de los países más ricos de la
Tierra, con un inmenso territorio, población escasa y clima moderado. La
República Argentina tendría el mayor interés de cedernos parte de su
territorio…”.
Avancemos al año 2002, cuando, como reportamos en un
reciente artículo de RT, Argentina colapsó sufriendo su peor crisis financiera
y The New York Times sugirió que el país debía vender la Patagonia para pagar
su deuda soberana. En Argentina también están muy activas personalidades como
Eduardo Elsztain, el terrateniente más grande del país, quien “resulta ser” el
socio local del magnate y especulador judío-norteamericano-húngaro George Soros
(directivo del Consejo de Relaciones Exteriores y la Comisión Trilateral).
Elsztain posee grandes extensiones de tierra a lo largo de la Patagonia y
también “resulta ser” director ejecutivo del Congreso Mundial Judío y un activo
militante del movimiento sionista Jabad Lubavitch. Elsztain no está solo en
acumular millones de hectáreas de tierras argentinas usando sus miles y miles
de millones de dólares en dinero. Se asocia informalmente con Carlo y Luciano
Benetton, Ted Turner de CNN y TNT, Douglas Tompkins (eco-billonario
estadounidense que posee tierras especialmente en Chile), Joseph Lewis (el
propietario británico de Planeta Hollywood), Daniel Lerner de Walt Disney
Enterprises, Ward Lay dueño de las famosas patatas fritas, e incluso el ex
Secretario del Tesoro de George W. Bush y director ejecutivo de Goldman Sachs,
Henry Paulson, a través de la ONG The Nature Conservancy.
Pero los sionistas no están solos en esto. El matutino The
Telegraph de Londres acaba tituló un
artículo, recomendando que “un submarino nuclear sea enviado a las Islas
Malvinas para ilustrar la furia británica por la decisión de países
sudamericanos de prohibir la entrada a sus puertos de embarcaciones que porten
la bandera de las islas”, agregando que “Gran Bretaña debiera… realizar
ejercicios militares en respuesta a la ‘agresiva’ decisión de Argentina, Brasil
y Uruguay de cerrar sus puertos a navíos que enarbolen la bandera ‘ilegal’ de
las Islas Malvinas”, ocupada por Gran Bretaña desde 1833 y convertida en
poderosa base militar nuclear frente a la Patagonia y Antártida desde la guerra
por las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido. El Telegraph concluye
diciendo que “nadie debiera tener dudas sobre el compromiso del Gobierno
británico de apoyar esta área, la cual involucra una vasta extensión de
potenciales aguas ricas en minerales en el Atlántico Sur”.
¿Necesitamos recordar a los lectores que Gran Bretaña ha
sido el principal motor del movimiento sionista, desde que su Declaración
Balfour de 1917 trazó el camino que llevó a la violenta creación de Israel en
1948, por bien financiadas organizaciones terroristas como Irgun Zvai Leumi,
Stern y Hagganah?
¿Están las élites preparándose para apoderarse de la
Patagonia de una buena vez?
Una cosa es segura: ni la Argentina, ni Chile, ni ningún
otro país en Sudamérica, quiere ver a la Patagonia convertida en una nueva
Palestina. El mundo ha visto suficiente terrorismo sionista en aquellas
tierras.
Fuente: Adrian Salbuchi para RT
normaef10@hotmail.com
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