La nueva guerra fría y América Latina
Años después del final de la Segunda Guerra Mundial comenzó
una Guerra Fría, sin enfrentamientos militares armados, entre Estados Unidos y
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La guerra fue por lograr la
hegemonía económica y política a nivel internacional. Cada grupo tenía sus
seguidores: los países que aspiraban a tener un gobierno socialista y los que
continuarían o establecerían regímenes capitalistas. Los países beligerantes
durante la guerra fría, se agruparon en un frente bipolar, los occidentales
capitalistas con Estados Unidos a la cabeza y la OTAN como alianza militar y
los socialistas con la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia.
La guerra fría se llevó a cabo utilizando presiones y
acusaciones de unos contra otros.
También brindando todo tipo de solidaridad a los movimientos
que seguían esas doctrinas político-económicas. Este tipo de guerra propició
una carrera armamentista entre ambas potencias y una lucha por alcanzar el
triunfo en la carrera espacial. La misma duró por cerca de cuatro décadas hasta
la caída de la URSS.
Consideramos que hoy día, se repite la guerra fría entre Estados
Unidos y América Latina.
Durante décadas recientes, hemos visto el ascenso al poder
de nuevos gobiernos progresistas llamados de izquierda en América Latina. Estos
gobiernos se instalaron en Brasil, Argentina, Paraguay, Venezuela, Uruguay,
Bolivia y Ecuador.
El ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha manifestado
que una "nueva guerra fría" amenaza a los gobiernos de izquierda de
la región latinoamericana y "trata de aniquilarlos" con la ayuda de
métodos de desestabilización política.
Como reacción, Estados Unidos ha propiciado presiones,
golpes de estados, guerras de desinformación, escasez artificial de mercancías
de primera necesidad, políticas económicas represivas, como el caso contra
Venezuela, apoyo económico a movimientos de derecha, la criminalización de la izquierda,
la creación de escuadrones de la muerte, el fortalecimiento de la
Agencia Central de Inteligencia en estos países, el aislamiento y condena de
esos gobiernos y la militarización de América Latina. Estos gobiernos han
instalado políticas contra el neoliberalismo. Las políticas neoliberales
implantadas en Nuestra América por Estados Unidos, recrudecieron la pobreza y
aumentaron las ganancias de las corporaciones transnacionales.
En términos políticos Rusia trata de consolidar su
influencia en la región latinoamericana, mientras que la República Popular de
China aumenta vertiginosamente su presencia económica en esa región. De hecho,
países como Chile ya comercializan más con China que con Estados Unidos.
En el caso cubano, Rusia condonó el 90% de la deuda de Cuba
contraída con la antigua Unión Soviética. Con Venezuela y otros pases firmó
pactos de cooperación. Los conflictos en Georgia, Urania y Crimea, Siria y
Afganistán, han producido grandes tensiones entre Rusia y Estados Unidos que
afectan a todo el mundo.
La ultraderecha viene entronizándose en la región con el
apoyo de Estados Unidos. Basta mencionar a la Argentina de Macri, el Brasil de
Temer, la Colombia de Santos y el México
de Peña Nieto.
¿Será que la situación del imperio se calentó?
carlosperezmorales@hotmail.com
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