Por Juan Martorano
Ha resultado una tarea compleja, totalizar los resultados de
las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, puesto que estamos
hablando de más de 6120 candidatos y candidatas, y por el formato diseñado por
el Consejo Nacional Electoral no ayuda mucho para ello. Sin embargo, lo haremos
de una manera calmada, serena, para determinar los puntos en donde avanzamos y
pudimos haber tenido algún retroceso, que sería necesario reforzar de cara a
los comicios regionales del próximo 10 de diciembre de 2017.
Sin embargo, nos permitiremos realizar un análisis de
coyuntura, a cinco días de la instalación de la Asamblea Nacional
Constituyente, y los últimos acontecimientos suscitados en la República
Bolivariana de Venezuela.
La instalación de la Asamblea Nacional ha sido, como se
diría en el argot taurino, cortando “rabo y oreja”, a propósito del
recibimiento ante este cuerpo supraconstitucional del oficio del Tribunal
Supremo de Justicia, que en Sala Plena, aprobó el antejuicio de méritos en
contra de la doctora Luisa Ortega Díaz, para ese entonces, Fiscal General de la
República.
Una vez conocida esta decisión, y por propuesta del
constituyentista Diosdado Cabello, se procedió a la destitución de la doctora
Luisa Ortega Díaz como titular del Ministerio Público, y se designó en su lugar
al doctor y defensor de Derechos Humanos, Tarek William Saab.
Pero, es importante destacar, que los camaradas del Partido
Comunista de Venezuela, en rueda de prensa de fecha 31 de julio de 2017,
advirtieron que el fascismo tratará de escalar en la violencia en el país, y
activará una serie de ataques y asesinatos selectivos.
En ese sentido, el propio Jefe del Estado, el Presidente de
la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en encuentro con
los constituyentistas, advirtió sobre la preparación de una agresión económica,
política, diplomática y hasta militar, por parte del gobierno estadounidense en
contra de nuestro país.
Algunos indicios sobre la preparación de ese zarpazo,
denunciado tanto por el PCV como por el propio Primer Mandatario Nacional, lo
podemos encontrar en el hallazgo del cadáver, el pasado miércoles 2 de agosto
de 2017, del periodista del semanario “El Nuevo País” José Daniel Hernández, en
las inmediaciones de la Universidad Central de Venezuela (siendo él estudiante
de la Universidad Santa María), y el ataque con bomba a la embajada del reino
de España en nuestro país.
Llama poderosamente la atención de cómo el ex presidente de
Colombia, Álvaro Uribe Vélez, desde un foro en Cartagena, el mismo día que fue
removida para poder proseguir el enjuiciamiento a la doctora Luisa Ortega Díaz,
pidió la intervención de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela,
ante “la actual crisis que afronta el hermano pueblo de Venezuela”.
Asimismo, la hoy destituida Fiscal General, en sus primeras
declaraciones, señaló que “no le preocupaba su destino en el cargo, sino el
destino del país a partir de este momento”. (Resaltado del articulista).
Veinticuatro (24) horas después, se suscita el ataque
paramilitar al Fuerte Paramacay en la ciudad de Valencia. ¿Casualidad? ¿Qué
sabía Uribe Vélez o la doctora Ortega Díaz que nosotros ignoramos?
El fascismo ha
convocado a un nuevo “trancazo”, que pareciera más bien un llamado retórico que
una acción real de agresión. Sin embargo, como ellos mismos señalaron que
estaban en una “redefinición de su hoja de ruta”, no podemos bajar la guardia
ni descuidarnos, así que estemos muy atentos y prevenidos.
De acuerdo a lo que se pudiera observar, pareciera que la
oposición venezolana jugará a “dos bandas”, es decir, participar en los
comicios regionales a escenificarse en nuestro país el próximo 10 de diciembre
de 2017, y a su vez, continuar la vía insurreccional y sediciosa que iniciaron
en el país desde hace más de cuatro meses. Ya el lapso de postulaciones para
las elecciones a gobernadores, gobernadoras, diputados y diputadas a los
Consejos Legislativos estadales se ha aperturado, pero, si bien es cierto que
casi todos los factores de la oposición han manifestado públicamente su intención
de participar en los referidos comicios, sin embargo, su inscripción, y por
ende, su participación real y efectiva en los mismos, es una verdadera
incógnita por parte de estos factores políticos. Por lo menos señalo esta
tesis, para el momento en que escribo y puedan salir publicadas estas líneas.
Tampoco podemos obviar las afirmaciones del general
MacMaster, quien es uno de los asesores de seguridad del presidente
estadounidense Donald Trump, y con quien el diputado opositor a la Asamblea
Nacional Julio Borges se reunió para pedir la injerencia de ese país a
Venezuela, señaló, una vez electa esta Asamblea Nacional Constituyente. Señaló
Mac Master que esta Asamblea Nacional Constituyente será “un punto de inflexión
sobre la situación que vive Venezuela”. ¿A que se referirá MacMaster con esto?
Sin embargo, esta Asamblea Nacional Constituyente ha
iniciado sus sesiones adoptando decisiones clave. Además de la ya mencionada en
párrafos más arriba, ha aprobado dos acuerdos en aras de la paz y la
estabilidad del país. Dictó un decreto constitucional sobre el funcionamiento y
convivencia de este cuerpo supraconstitucional con el resto de los poderes
constituidos, incluso con la posibilidad de remover a funcionarios o
funcionarias de la Administración Pública y del Estado que pretenda obstruir su
funcionamiento, y comprometer la paz y el funcionamiento de las instituciones
democráticas en nuestro país.
La segunda, tiene que ver con la aprobación de la primera
ley constitucional, donde se le da competencias y atribuciones a la Comisión
por la Justicia y la Verdad, que preside también la constituyentista Delcy
Eloina Rodríguez Gómez.
El tiempo de duración de hasta dos años de la Asamblea
Nacional Constituyente tiene una lógica: la Asamblea Nacional Constituyente de
1999, fundamentalmente se dedicó y asumió la tarea de redactar una nueva
Constitución para que se pudiera refundar el Estado sobre bases sanas; esta
Asamblea Nacional Constituyente asume la tarea no sólo de blindar y mejorar las
actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sino la ciclópea
tarea de transformar el Estado y crear un ordenamiento jurídico adecuado a las
circunstancias políticas, económicas, sociales, culturales y hasta espirituales
que actualmente vive nuestro país.
Todo esto dependerá de las tareas y de la capacidad de
respuesta que nuestra Asamblea Nacional Constituyente pueda dar, por eso ese
tiempo de duración, que ha ocurrido en otros procesos constituyentes, como por
ejemplo, el Congreso Constituyente de Angostura, el cual duró prácticamente un
año.
Pero también, la pelea es peleando. Tratan de agredirnos, de
asediarnos y ahogarnos, y no lo dudo, vendrán momentos duros y difíciles, pero,
la pelea es peleando, y tenemos una Asamblea Nacional Constituyente con la que
nos defenderemos y protegeremos a los sectores más vulnerables en nuestro país.
Esa es una primera aproximación sobre los acontecimientos
más recientes en nuestro país. Pendiente de los próximos artículos, donde
profundizaremos algunos de los tópicos señalados en este artículo.
¡ Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos
legaron siguen!.
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
j_martorano@hotmail.com
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