Por Daniela Saidman
Andrés lanza dentro de una botella las palabras. En medio de
los trinos informáticos 140 caracteres dedicados se parecen a un hallazgo en
pleno naufragio. Es verdad Andrés, tengo rato sin escribir. Quiero decir, como
decía Gelman, he estado "al borde de una silla desfondada, mareada,
enferma, casi viva", resistiendo, por eso el silencio.
Resistir es mantener la alegría pese a todo, anudarse a lo
tibio y a lo bueno, temblar ante la belleza del amanecer o una mirada, dejarse
acariciar sin miedo, vivir como se piensa, amar aunque no sepamos el final o
sabiéndolo amando de cualquier modo. Resistir es esto que hacemos todos los
días los muchos que hemos elegido el futuro. Resistir es resistirnos al olvido,
al fuego, al miedo, al silencio y al odio. Resistir es también esperar y sobre
todo, es esta certeza de que mañana estaremos cantando juntos, es esta
esperanza cierta.
dsaidman@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario