Por Carlos E. Lippo:
Como es sabido por muchos, la empresa Google es una
subsidiaria de la multinacional gringa Alphabet Inc., cuya especialización son
los productos y servicios relacionados con Internet, software, dispositivos
electrónicos y otras tecnologías. Su principal y más conocido producto es el
motor de búsqueda de contenidos en Internet que lleva su mismo nombre, pero
ofrece también muchos otros productos y servicios como el correo electrónico
llamado Gmail, sus servicios de mapas Google Maps, Google Street View y Google
Earth, el sitio web de vídeos YouTube y otras utilidades web como Google Libros
o Google Noticias, el navegador web Google Chrome y la red social Google+,
todos ellos de carácter gratuito, lo que les garantiza una inmensa cantidad de
usuarios a nivel planetario.
Según su propia publicidad cuenta con más de un millón de
servidores y centros de datos operativos a todo lo largo y ancho del planeta,
lo que le permite ser capaz de procesar más de 1.000 millones de peticiones de
búsqueda diarias, haciendo de su motor de búsqueda el sitio web más visitado a
nivel mundial; así mismo, desde comienzos del 2016 el correo electrónico Gmail
cuenta con más de 1.000 millones de usuarios activos al mes.
Edward Snowden, consultor tecnológico estadounidense que
trabajó para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia Nacional de
Seguridad (NSA) y Julian Assange, periodista y activista de Internet de origen
australiano, fundador, editor y portavoz del sitio web WikiLeaks, quienes
después de haber difundido miles de documentos secretos de los Estados Unidos
han demostrado saber “algo” de ciber espionaje han declarado en numerosas
entrevistas que tanto el correo Gmail, como el buscador de Google son las más
importantes fuentes cibernéticas de información utilizadas por las agencias de
inteligencia del imperio.
En relación a Gmail ambos han señalado que sobre el mismo
opera un nuevo patrón tecnológico de espionaje que permite interceptar todos
los mensajes cursados al igual que sus anexos (fotografías, audios, videos,
etc.), de un determinado país, para almacenarlos en gigantescas bases de datos,
de las que posteriormente se extrae la información cuando es requerida. La
interceptación se ve enormemente facilitada por el hecho de que todos los
servidores de dicho sistema de correo electrónico están localizados en el
territorio de los Estados Unidos.
En relación a Google, el motor de búsqueda más grande del
planeta, Julian Assange, en entrevista
con el periodista Jorge Gestoso (1), dijo que cuando uno hace una búsqueda en
Google, éste lo registra permanentemente, agregando que “Google te conoce mejor
de lo que te conoces a ti mismo. Google recuerda lo que estuviste buscando hace
dos días, hace tres horas. Google sí lo recuerda, te conoce incluso mejor que
tu mamá”. Esa información es almacenada por Google, pero también es
interceptada por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), al pasar por Estados
Unidos, según Assange.
Según información
divulgada por los diarios “The Guardian” (Gran Bretaña) y “The Washington Post”
(USA), el acceso de los analistas de las agencias de seguridad a los datos
confidenciales de los usuarios de estas aplicaciones de Google, al igual que a
las de las otras grandes empresas de Silicon Valley, es posible gracias a un
programa secreto de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU., cuyo nombre
código es PRISM (2), en el cual han estado trabajando desde el año 2007.
Los mismos diarios dicen haber han tenido acceso a un
documento en Power Point que al parecer fue utilizado para entrenar a los
agentes de inteligencia sobre las capacidades del programa PRISM. El documento
estipula "la recopilación (de la información) directamente desde los
servidores" de Google y de los principales proveedores de servicios de
Estados Unidos. El citado programa
permite a la agencia acceder a los datos de cualquier usuario de Google, dentro
o fuera de EE.UU. Imposible pensar que un programa de tal naturaleza y alcance
pueda ser ejecutado sin el conocimiento de Google y más aún, sin su expresa
colaboración.
Sin embargo, el gobierno del imperio ha tratado por todos
los medios de encubrir a Google, como lo demuestra un fallo de la Corte de
Apelaciones del Distrito de Columbia, Estados Unidos, que apoya la decisión de
la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de no publicar los documentos que
prueben o refuten los vínculos de la Agencia con Google (3).
A pesar de ello, viene a ser un hecho comprobado el que las
agencias de inteligencia del imperio tienen libre acceso a los datos de todos
los usuarios, a nivel mundial, almacenados en los servidores de Google y de las
más importantes corporaciones tecnológicas de los Estados Unidos.
A quienes esta última aseveración pueda parecerles un tema
de literatura de ficción, generado por alguna mente Orwelliana, debería bastarles
con conocer la defensa de la eficacia del PRISM, hecha en su momento por la
Administración Obama, través de James Clapper, su Director Nacional de
Inteligencia, el más alto cargo del espionaje en el imperio, quien en un
comunicado llegó a afirmar sin pudicia alguna que, conforme a la legislación
estadounidense, el sistema sólo es utilizado para obtener información de
ciudadanos extranjeros que residan fuera de Estados Unidos (4). Como diría un
abogado: a confesión de parte, relevo de pruebas.
Esta última confesión tiene necesariamente que producir una
extrema inquietud en nuestra región, más aún si se toma en consideración que
según Raúl Zibechi (5), escritor y activista social de origen uruguayo, el 80%
del tráfico internacional de datos de América Latina, aún entre países
limítrofes, pasa por Estados Unidos, esto es, el doble que Asia y cuatro veces
el porcentaje de Europa, así como también que el 99 % del tráfico de Internet
desde Sudamérica es controlado desde Washington. En este punto considero necesario
llamar la atención sobre la urgencia de evitar que en muchos de nuestros
organismos y empresas públicas, aun en aquellos que cuentan con sus propios
sistemas de correo, se siga utilizando Gmail para transmitir información
sensible sin encriptar, sólo por la comodidad que representa su amplia
capacidad de transmisión. ¿Quién podría saber cuánta información estratégica
habremos entregado involuntariamente al imperio por esta vía?
Antes de comenzar a tratar en detalle el tema de Google como
censor de contenidos de Internet bajo la tutela del imperio, debo decir que
Google siempre ha tenido gran vocación por censurar ciertos contenidos que
juzga lesivos a sus intereses; en demostración de ello pasaré a relatar los
siguientes hechos: durante un tiempo en el que la página www.ensartaos.com.ve
tuvo que ser alojada en un servidor de Google, ante la negativa de las empresas
que prestan este servicio en el país, era frecuentemente bloqueada sin motivo
alguno, con la “excusa” de que difundía contenidos antijudíos y con lenguaje
obsceno. En descargo del equipo editor de dicho portal, del cual tengo el
orgullo de formar parte, debo decir que sólo atacábamos al “sionismo”, jamás al
“judaísmo”, y que lo que Google llama en este caso lenguaje obsceno no es más
que el uso de algunos “venezolanismos” de esos que en algunos casos son más
descriptivos que 10 palabras. La defensa a ultranza del sionismo se explica por
sí solo, sin embargo no deja de sorprender la falsa pudicia de una empresa que
a través de su servicio YouTube difunde abiertamente contenidos pornográficos
de distinto tipo.
También ha establecido desde siempre cierto tipo de censura
en los portales web alternativos de carácter revolucionario existentes en
nuestro país, manipulando descaradamente hacia la baja los reportes sobre la
cantidad de lecturas de algunos contenidos que juzgan lesivos a sus intereses,
por medio de Google Analytics, o manipulando por medio de la herramienta de
búsqueda “related:” que sirve para mostrar portales relacionados con uno cualquiera
solicitado; en efecto, si con esa herramienta Usted intenta buscar
www.laiguana.tv , que es uno de los portales alternativos revolucionarios de
más audiencia en el país, no obtendrá ningún resultado, mientras que si los
obtendrá conwww.lapatilla.com y con www.caraotadigital.net , que son portales
de la contrarrevolución venezolana con ubicaciones muy parecidas a aquel según
el ranking de Alexa (6).
No obstante, lo que ha convertido a Google en un vergonzante
censor cibernético global aplicado activamente a la defensa del imperio, es la
implantación de un nuevo algoritmo de búsqueda anunciado a fines del mes de
abril (7), con el falso propósito declarado de dificultar que sus usuarios
podamos acceder a lo que ha llamado información de “baja calidad”, tales como
“teorías de la conspiración” y “noticias falsas”, porque ya sabemos en atención
a qué criterios subjetivos determinaría Google cuales contenidos representan
una “teoría de la conspiración” y cuáles noticias son falsas, en estos tiempos
del imperio de la “pos verdad” o de la “pos mentira”, como la ha llamado
Fernando Buen Abad.
El algoritmo en cuestión logra que aquellos contenidos que
expresen puntos de vista políticos que la compañía considera objetables sean
desplazados de las primeras páginas de resultados de cada búsqueda,
dificultando el acceso a aquellos contenidos que no le convengan, hasta lograr
de hecho “desaparecerlos”.
Aquellos que como nosotros somos antimperialistas
convencidos y confesos podríamos dar fe de la efectividad del nuevo algoritmo
de búsqueda, que nos ha puesto a navegar a través de páginas y páginas de
Internet cuando utilizamos los mismos criterios y trucos para la búsqueda que
habíamos venido usado desde hace años. Si pone en duda este planteamiento,
trate Usted de buscar información sobre las Maniobras Navales UNITAS LVIII,
fase del Atlántico, que como es costumbre habrán de celebrarse entre los meses
de noviembre y diciembre del presente año y sobre las cuales la armada del
cipayo país anfitrión ya debe haber subido infinidad de contenidos, con el
rastrero propósito de congraciarse con el amo imperial y hacer alarde de sus
relaciones con él.
Una evidencia importante de que Google está aplicando una
verdadera censura política es aportada por una denuncia de David North (7),
director de la Junta Editorial Internacional del World Socialist Web Site
(WSWS), según la cual en los últimos tres meses después de su anuncio de
intentar bloquear las “noticias falsas”, ha caído significativamente el
posicionamiento global de tráfico de un amplio abanico de organizaciones
izquierdistas, progresistas, contrarias a la guerra y a favor de los derechos
democráticos.
A pesar de todo lo señalado en estas notas resulta más que
evidente que el ciberespacio sigue siendo aún un campo en disputa en el que
actúan con ventaja las fuerzas del imperio y de todas las élites empresariales,
políticas, religiosas y militares del mundo aliadas a él, que tratan de
controlarlo y moldearlo de acuerdo a sus intereses y visiones mercantiles y militaristas,
pero también están presentes
actores que se oponen al
capitalismo depredador proponiendo proyectos alternativos y promoviendo la paz
y la democrática popular. Combatir en este auténtico campo minado y lograr
quebrar la hegemonía del imperio y sus fuerzas asociadas es tarea inaplazable
de todos aquellos que creemos que un mundo mejor es posible.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!
(1)
http://alainet.org/active/58171
(2)
https://actualidad.rt.com/actualidad/view/96688-nsa-google-facebook-apple-eeuu
(3)
https://mundo.sputniknews.com/spanish_ruvr_ru/2012_05_14/Google-servicio-de-inteligencia-seguridad-relaciones-estados-unidos/
(4)
https://elpais.com/internacional/2013/06/07/actualidad/1370564066_752776.html
(5)
http://www.rebelion.org/noticias/2017/6/227948.pdf
(6)
https://www.alexa.com/topsites/countries/VE
(7)
http://www.radiomundial.com.ve/article/nuevo-algoritmo-de-google-limita-el-acceso-portales-de-izquierda
celippor@gmail.com
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