sábado, 29 de julio de 2017

Venezuela Los trabajadores rechazaron el paro convocado por la oposición

Por Geraldina Colotti

“No pasarán, no pasarán. No al paro, Sí a la constituyente”. Mientras escribimos, son casi las siete de la mañana en Venezuela. En los principales destinos de la metropolitana que llevan a los trabajadores viajeros en la capital, mujeres y hombres se registran con el puño alzado, gritando el slogan contra “el paro cívico de 48 horas” convocado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD): un nuevo apelo a la huelga general. Rechazan la violencia de la “Mud-Klusklan”.


 La referencia es a los chavistas quemados vivos por grupos extremistas, descritos como “pacíficos manifestantes en lucha contra la dictadura” por la inmensa mayoría de los medios internacionales. Un servicio en la TV pública ha hecho correr las imágenes de los más de 20 linchamientos como el de joven afro venezolano Orlando Figuera con la canción de Nina Simone, que canta Strange Fruit, dedicada a los homicidios del Ku Klux Klan en los Estados Unidos.

Ahora habla el dirigente sindical Francisco Torrealba, candidato a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que se votará el 30. Un voto que las derechas quieren impedir a toda costa, fuertes por el apoyo de los Estados Unidos, de los medios y de la “comunidad internacional”. Al paro de 48 horas, seguirán “72 horas de acciones a decidir”. Las mediaciones con la parte más moderada de la oposición están todavía en curso. En el sitio donde nos encontramos, la habitación de al lado estaba ocupada por el expresidente Zapatero, que guía el grupo de los negociadores por cuenta de la UNASUR.

Pero, la embajada de los Estados Unidos en Caracas, ha emitido un comunicado en el que aconseja a los ciudadanos residentes en Venezuela de “tomar medidas preventivas apropiadas”, y de “procurarse agua y comida necesaria para 72 horas”. Trump quiere usar el puño de hierro: con otras sanciones y con el financiamiento a la subversión interna. Hasta qué punto tiene el camino libre la CIA. El gobierno ha desplegado un gran plan preventivo, el Plan Zamora, las Fuerzas

Armadas han reafirmado la legalidad a la Constitución y al gobierno legítimo. “Aquí están los trabajadores: para decir a Freddy Guevara, quien no ha trabajado nunca, para decir a la Mudkusklan que también este paro será un fracaso” grita al micrófono Torrealba. Freddy Guevara es el vicepresidente del Parlamento (de mayoría opositora), militante de Voluntad Popular. En estos días ha declarado de “sentirse honrado” de dirigir “la resistencia” (los grupos extremistas que dirigen la violencia desde hace tres meses). “Estamos trabajando en todos los sectores, desde el transporte a las fábricas de construcción -añade Torrealba- Conscientes de que la clase obrera tiene un rol protagonista en la Revolución Bolivariana, votaremos el domingo para construir la paz: La Constituyente sí va”.

En los centros mediáticos de los periodistas independientes llegan las correspondencias de las otras fábricas, de los centros productivos auto gestionados de los otros Estados de Venezuela: Anzoátegui, Portuguesa, Guayana... Es sólo la mañana, pronto para hacer un balance, dentro de poco se verá cuantas puertas lanfor se quedarán cerradas.

Durante la noche, en muchos ejercicios comerciales han aparecido escritos amenazantes: “Si abres, sabemos dónde vives”. Los habitantes de las zonas “siniestradas” por la violencia extremista deberán votar en los otros centros más seguros. Aquellos del este (las zonas ricas de la capital, epicentro de las protestas) acudirán sobre todo al Poliedro, un grande espacio que hospeda eventos y espectáculos.

Tibisay Lucena, la Presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha dicho que “los centros cerrados son solamente 18 y que no podrán hospedar otras consultas electorales”. Ayer han sido arrestados algunos individuos que han asaltado los centros de voto. En las “guarimbas” del 2014, las derechas han tratado de incendiar la casa de Lucena (que estaba enferma de tumor pero continuaba a trabajar entre una quemao y otra) al grito de “arde, bruja, arde”.

En uno de los slogans para la Constituyente, un creativo de la escuela de Circo que se exhibe en los semáforos, hace un número de equilibrismo con las antorchas y dice: “el fuego es arte, sirve para jugar, sirve para la vida, no para asesinar. La Constituyente sí va”.

Afirma convencida la joven Marnellys: “Esta Revolución es feminista, libertaria, comunitaria. Con la Constituyente profundizaremos estos temas. Las derechas tienen la misma agenda del 2002, pero ahora tenemos más conciencia. Un país no se construye secuestrando las personas, bloqueando calles. Venceremos con la paz, reforzando la autogestión, las Misiones y las Grandes Misiones”.

Nadie niega que los problemas existan: disfunciones, burocratismos, peligros o experimentaciones no hechas. “Pero no podemos resolver los problemas matándonos entre nosotros con una guerra civil, sólo porque existe quien quiere meter mano a nuestros recursos”, dice David Paravisini, candidato a la Constituyente por el sector de los pensionados. “Nuestras diferencias, también antagónicas, debemos probar a discutirlas añade-. La constituyente es un proceso amplio que pone en juego las propuestas de la sociedad, no de los partidos: pero sin retroceso. Cuando ha llegado Chávez los pensionados eran sólo 320.000, hoy somos 3'200.000. Si las derechas regresan, como en Brasil, las pensiones y el trabajo serán los primeros objetivos a golpear”.

Ayer hemos ido a la Feria del Libro, en curso en Caracas en esta semana de eventos por los 450 años del nacimiento de la capital. Hemos encontrado escritores, editores independientes como Amílcar Figueroa (Trinchera) o Giulio Santosuosso (Galac), artistas como el pianista Leonel Ruiz, que ha estado en gira en Italia con el concierto “Mere mere con Pan Caliente”. “Esta es la creatividad de Venezuela” dice mostrando los puestos en el Parque Carabobo. “Está el grupo de cineastas que protesta contra el hambre vistiendo Prada, pero estamos también nosotros”, dice un joven rapero. Y está también la cineasta Lilian Blazer, muy activa en las redes sociales “para convencer a los amigos opositores” a votar por la Constituyente.

Traducción Gabriela Pereira

sgeral@mst.org.br


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