sábado, 22 de julio de 2017

Una constituyente es para transformar, construir

Por Julio Escalona Ojeda
¿Una Asamblea Nacional Constituyente para la simple negación, para la venganza?

La constituyente es para construir, impulsar, transformar… No sólo para negar o decir contra. El acento debe estar en las propuestas capaces de hacer pensar-haciendo-creando, sobre la base de otras prácticas que generen esperanzas: soluciones para la vida de los venezolanos, de la humanidad, de la naturaleza, aquí y ahora. 
Definitivamente negamos cuando afirmamos. La simple negación no supera el campo de lo negado. Incluso, puede ocurrir que lo refuerce. Transcendemos lo negado cuando logramos superarlo mediante una afirmación que propone, que transforma, que da esperanzas y logra construir nuevas realidades y movimientos sociales. Una negación continuada que no dé origen a un proceso de construcción, termina pervirtiéndose y corrompiéndose.

Rebelión, renovación, renacimiento. La Asamblea Nacional Constituyente debe tener un equivalente en las asambleas populares en la calle, el barrio, etc. que deben mantenerse activas, debatiendo y proponiendo permanentemente.

La rebelión, la renovación y el renacimiento fueron las tareas que el presidente Maduro le fijo al Congreso de la Patria y también señaló el presidente que ese congreso debería actuar como poder constituyente y dijo claramente que la rebelión tocaba al poder constituido, incluso al PSUV.
Pero ocurrió que finalmente el Congreso de la Patria quedó sometido al poder constituido pues regional y localmente quedó bajo la dirección de los gobernadores y los alcaldes. No puede ocurrir algo parecido con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

La  ANC debe ser otra historia. Sin duda, el gobierno estará bien representado en el seno de ella y eso es lógico. Lo que no puede ocurrir es que la ANC pueda ser controlada desde dentro por el chavismo gubernamental. Los gobiernos y los partidos tienen una tendencia prácticamente natural a controlarlo todo. Por el bien del pueblo, de la patria, de la región latinocaribeña y por supuesto, del gobierno y del PSUV, no puede ocurrir que esta magna asamblea quede hegemonizada por una corriente sectaria. Si alguien debe tener esto en cuenta, es la población al depositar su voto.

Debe tratar de escoger una asamblea equilibrada. Dando por descontado que el chavismo será mayoría, se debe garantizar que no haya una hegemonía que imponga intereses burocráticos. Por el contrario, debemos intentar que los intereses legítimamente populares sean los que marquen la pauta. Ello requiere que la población se mantenga en la calle, que las asambleas populares rodeen las asambleas de diputados cada vez que sea necesario generando ideas, propuestas, cuando sea necesario censuras. Una ANC sin calor de pueblo puede terminar siendo un peligro. Eso debemos saberlo.
Ni simbólicamente ni en los hechos la ANC puede ser percibida como una prolongación de 18 años de gobierno chavista

La ANC debe ser símbolo de rebelión, renovación y renacimiento, debe marcar un antes y un después. En los 18 años de gobierno ha habido aciertos, sin duda, pero también serios errores como la burocratización y la corrupción. La población se ha ido obstinando de esos fenómenos y si presume que la ANC pueda ser expresión de esas tendencias, la abstención puede levantarse no sólo como un mal presagio para la ANC sino para el futuro de la patria y como ya dije, para la región latinocaribeña y para el mundo.

La dirección del PSUV y el presidente de la República tienen la palabra. Es mucho lo que está en juego. No se trata simplemente de disolver la actual Asamblea Nacional y ajustar cuentas con la violencia opositora y el golpe de Estado continuado con el que la dirección opositora mantiene en jaque a la sociedad venezolana. Para poder superar a la dirección opositora hay que ver más allá de la necesidad de conservar el poder. Es necesario que ese sea el poder del pueblo y el presidente Maduro lo ha dicho y debe contar con que los movimientos sociales y todos los venezolanos patriotas por ese camino lo vamos a respaldar, pero también cuando sea el caso, lo vamos a criticar.
El poder del pueblo no se puede estancar. Es un movimiento social, intelectual, social y espiritual
El principio es que el poder del pueblo se está transformando permanentemente: inventando, creando, soñando, criticando, emplazando… Si el poder del pueblo se detiene, si se estanca, el poder constituido se independiza y puede transformarse en poder absoluto.

Como sabemos, detrás de esa dirección opositora está el gobierno de EEUU, que actúa en nombre del capital internacional que ambiciona expropiar a los pueblos y al planeta, de todas las riquezas creadas a través de milenios y colocarlas bajo el dominio del mercado internacional, a costa del asesinato espiritual y físico de la humanidad y la muerte de mares, ríos, fauna y el rumor vital de las aguas y los vientos, que puede afectar hasta las voces irredentas de nuestros antepasados.

Todo esto está en juego en el proceso de la ANC. No es una competencia entre grupos de poder. Si individualidades o grupos de poder la ven así y eso se impone, probablemente perdamos una oportunidad que pueden pasar décadas para que se repita. La lucha seguirá, pero probablemente en medio de la sangre derramada, que puede ser la savia que alimente un período durante el cual vivamos un eclipse de la luz de la libertad. 

Dos espacios: el territorial, el sectorial y el voto independiente de los ciudadanos
El espacio territorial conformado principalmente por los municipios, lo conocíamos tradicionalmente. Este fue el ámbito principal de los partidos políticos en el cual los movimientos sociales y las personas generalmente quedamos invisivilizados.

Fue un gran acierto del presidente Maduro incluir en las bases comiciales la conformación de los espacios sectoriales y afortunadamente el Consejo Nacional Electoral (CNE), los aprobó. En dichos espacios los movimientos y grupos  populares pudimos hacer postulaciones con independencia de los partidos y del poder constituido.

Por ese camino muchos como yo, sin partidos, sin “maquinarias”, sin dinero, pudimos salir a la calle y recoger firmas para postularnos por diversos sectores sociales. Ayudándonos solidariamente entre nosotros, logramos que decenas de ciudadanas y ciudadanos nos postuláramos para ser candidatos a la ANC, que mediante el sistema anterior jamás hubiésemos tenido esa posibilidad.
El PSUV, después que fuimos postulados por el CNE, nos ha acompañado a algunos, en ciertos casos, independientemente de que cada quien siga haciendo su campaña con sus propias fuerzas. Lo agradecemos y esperamos que esa sea la actitud que se mantenga para que resulte de las elecciones, la conformación de una ANC plural, que pueda expresar distintas corrientes y que no sea percibida ni lo sea en los hechos, como algo homogéneo, por un solo carril.

La caotización, destrucción de imaginarios solidarios, de la vida compartida avanza
El proyecto neoliberal no es una simple política económica. Es un proyecto de vida que tiene como soporte el mercado cuando este va sustituyendo a la vida social por la vida económica fundada en la competencia y el ser humano va siendo sustituido por “el homo economicus”, un individuo “maximizador” de sus opciones a costa de lo que sea, racional en sus decisiones y egoísta en su comportamiento.
Por eso la política imperial, que es la política opositora, tiene como fundamento la destrucción de los imaginarios solidarios, de la vida compartida y la va sustituyendo por la violenta destrucción de los vínculos vecinales, familiares, convirtiéndonos de seres humanos en animales llenos de miedo, de pánico.

La escasez es una necesidad. Esta puede ser superada por la cooperación solidaria, pero el miedo, la violencia y el terror van neutralizando los valores espirituales y morales profundos pues allí nace la semilla creadora, la cuna, la espiral que asciende hacia los cielos, desde donde brota el amor altruista, que consiste en dar sin esperar nada a cambio. El amor altruista es el padre y la madre de la solidaridad, es la unión de lo femenino y lo masculino, de todos los géneros, de todas las miradas y las manos que se extiende siempre dando porque la mano que da nunca está vacía.

En los tiempos actuales el gran capital, hegemonizado por el capital financiero y el pentágono, como brazo ejecutor, es enemigo de la paz y si no lo detenemos nos conducirá a la guerra nuclear
Este es un tema que he trabajado ampliamente. En particular, pueden buscar en un ensayo que aparece en mi libro Geopolítica de la Liberación, publicado por El Perro y la Rana.

La dirección opositora, que está subordinada al gran capital, que es internacional por definición. Por eso propicia la violencia y depende de la violencia. Ante la ANC, tenía la opción de participar en ella o abstenerse formalmente,  que es una manera de participar. Pero la abstención significa apelar a la vía pacífica y constitucional y respetar el gobierno del presidente Maduro y la constitución de 1999. Pero ellos lo que quieren.

Pero como he dicho, ellos rechazan la abstención porque es un camino pacífico y legal. Prefieren la violencia como lo dijo Requesens, en EEUU, gobierno que maneja a quienes harán la consulta el 16 de julio, que sería la cumbre de la desestabilización y la ingobernabilidad que han desatado, culminaría con escasez, inflación-especulación sin límites, atracos, secuestros, violaciones con bandas paramilitares y delincuenciales atropellándonos cotidianamente. Este es el plan y debemos evitarlo o de lo contario ellos ganarían mientras la gente se pelea por un pedazo de pan.
Sobre el llamado plebiscito que se está convocando para el 16 de diciembre estoy haciendo otro artículo que publicaré luego.

La constituyente no hará milagros. Si no derrotamos el boicot, ella podría no realizarse o no alcanzar el 50% de los votos ¿Influirá la medida tomada con Leopoldo López a debilitar ese plan? Soy de los que espera que así sea.

La labor del gobierno y algunas opciones de la constituyente y el bolívar-oro
El presidente Maduro hace esfuerzos supremos para sacar adelante al gobierno y al Estado. Hay excepciones como el ministro y el ministerio Agricultura y Tierras y otros funcionarios que trabajan. Yo me pregunto. Otro sector gubernamental ¿Dónde está?

Me hago otras preguntas: La ANC, ¿permitirá que se continúe transfiriendo renta petrolera a transnacionales y a empresarios, con máscaras de productores, pero en verdad son especuladores que desvían las transferencia estatales de renta petrolera hacia cuentas bancarias internacionales desde donde hacen excelentes negocios que les permiten aparecer en la lista de los grandes millonarios del mundo? ¿Los funcionarios públicos que participen directa o indirectamente en estos negocios, no son también traidores a la patria?
¿No podrá la ANC por ese camino, seguirle la pista a los 20.000 millones de dólares que se fugaron de Cadivi? ¿A los 60.000 millones que denunció el propio presidente de la república? ¿Propondrá la constituyente que la corrupción sea un crimen contra la nación y el pueblo y se garantice la incautación de los bienes adquiridos por los corruptos? ¿Se tomarán medidas para derrotar el contrabando y la especulación enjuiciando a los que desde los barcos con  importaciones subsidiadas, faciliten su desvío a canales privados que los conducen al contrabando, al acaparamiento, al bachaqueo corporativo? ¿Vienen políticas monetarias que restablezcan la estabilidad del bolívar?

¿Tras ese objetivo no tiene sentido ir desvinculando al bolívar del dólar mediante la creación del bolívar-oro, con la ventaja que nos da el que Venezuela no tiene que salir a comprar oro en el mercado internacional por cuando nuestro país es productor de oro y así como las reservas de petróleo nos dan una gran fortaleza, no podrían nuestras reservas de oro ser un tremendo respaldo para nuestra moneda, pues adicionalmente podemos influir en el mercado mundial del oro? ¿No podríamos entonces, de verdad verdad hablar de soberanía, pues podríamos garantizar nuestra soberanía monetaria, financiera y fiscal? ¿En este punto no vale la pena acotar que la corrupción en niveles altos sería un enemigo clave para lograr los objetivos mencionados?

Sigo con las preguntas: ¿Se construirán viviendas o un modo de vida? ¿Revisará  la ANC los planes de producción que se elaboraron en 2016 y los resultados de hoy? ¿Será posible que quienes nos postulamos de manera independiente, pero solidarios y chavistas, marchemos hacia la Red Golpe de Timón, centrados en fundamentos espirituales y morales? Esta no es una propuesta electoral, es decir, simplemente para la coyuntura electoral. Es sobre todo para lo que pueda venir. Lo que viene debería encontrarnos por lo menos con un mínimo de unidad, por lo menos de acciones coincidentes. Nadie perdería su perfil ni su autonomía. Sólo que podríamos marchar juntos por lo menos en algunas iniciativas. Como le aconsejó Marx a la I Internacional: práctica común y reflexión sobre esa práctica común. Una manera de unir teoría y práctica.

escalonaojr@gmail.com

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