viernes, 14 de julio de 2017

EEUU – Pentágono La utilidad de la guerra

Por Néstor García Iturbe

Hace pocos días escribí un artículo relacionado con una empresa que vende generadores eléctricos y que aprovechando la situación que se ha creado sobre Corea del Norte, trataba de infundir terror a la población estadounidense y hablaba de la posibilidad de que el país asiático lanzara una bomba atómica que afectara las principales redes eléctricas de Estados Unidos.



Según los expertos que daban sus criterios, tanto de la CIA como del Pentágono, las redes eléctricas podían considerarse el talón de Aquiles de la sociedad estadounidense, pues al faltar ese tipo de energía el país se paralizaría, no se podría establecer comunicación entre las personas, no habría luz en las casas, los televisores no funcionarían, tampoco las computadoras,  los celulares, ni las bombas que deben llevar el agua a las residencias, no funcionaría el aire acondicionado ni los refrigeradores y así,  un sin número de equipos y servicios, que los estadounidenses no están acostumbrados a que les falte.  SERIA EL CAOS.

Al parecer esta idea de la empresa que trata de vender sus generadores eléctricos, ha sido copiada por otros, inclusive funcionarios del gobierno que están utilizando  “el peligro Coreano” para tratar de resolver presupuestos y compras propias de una situación cercana al estado de guerra.

De acuerdo con los informes emitidos por las fuerza armadas rusas, que nadie duda tienen experiencia en este asunto de los misiles, los militares rusos descartaron que el proyectil que probó Pionyang fuera un misil balístico intercontinental, debido a que estimaron que la altitud de vuelo del Hwasong-14 fue de 535 kilómetros y su distancia alcanzó 510 kilómetros. El Ministerio de Defensa de Rusia argumentó que esos datos de vuelo, corresponden a las características táctico-técnicas de un misil balístico de alcance medio, lo que significa que nunca llegaría a Estados Unidos.

El Mando del Pacífico de EE.UU. también valoró que Corea del Norte lanzó un misil balístico de alcance medio basado en tierra y no un misil intercontinental. Además, las fuentes militares norteamericanas explicaron que el proyectil voló 37 minutos antes de caer en el mar de Japón.
A pesar de toda esta información, donde se descarta que Corea del Norte haya lanzado un misil balístico, quizás porque aún no han llegado a tenerlo, en el Pentágono se hacen planes de pruebas, simulacros y nuevas compras relacionadas con el famoso “escudo antimisil”  que se plantea en estos momentos no está en condiciones  de enfrentar un ataque norcoreano.

La lista de compras que está preparando el Pentágono incluye el mejoramiento de los sensores, radares y misiles interceptores que formando parte del famoso escudo, se encuentran en Alaska y California. Las últimas pruebas realizadas con estos misiles, según la publicación Político, han dado un resultado bastante lejano al 100 por ciento de eficiencia.

El director  del programa de no proliferación del este de Asia, Jeffrey Lewis, planteo que en el nivel operativo y técnico en que se encuentra el escudo en estos momentos, si los coreanos del norte enviaran hacia Estados Unidos todos los misiles que tienen, es posible que pudieran derribarse la mayoría de ellos,” Eso lo determinaría, si tenemos un buen día o un mal día.”

Phil Coyle que trabajó en el Pentágono como Jefe de Pruebas y Análisis de Armamento, planteó que Estados Unidos tenía más eficiencia en destruir   misiles de corto y mediano alcance, que viajan a menos velocidad y en la atmósfera, lo cual es muy distinto cuando el misil viaja a 15,000 millas por hora y por el espacio, especialmente si el enemigo sabe cómo engañarte.

El Pentágono trata de aprovechar la situación, no importa que el peligro este distante, ahora es cuando  nadie se atreverá a  negar o cuestionar los fondos solicitados.


sarahnes@cubarte.cult.cu

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