martes, 11 de julio de 2017

Control presupuestario y socialismo

Por Humberto Trompis Valles

Una de las debilidades de los gobiernos izquierdistas y/o “progresismo latinoamericano” de última generación en este continente, ha sido su dificultad para proponer directrices políticas que apunten a pulverizar el status de la modernidad capitalista reinante y abrirle cauces a la transición al socialismo. En tal sentido, el denominado “socialismo del siglo XXI”, antes que proponer medidas anticapitalistas, ha servido para atornillar el ethos liberal. Pareciera que los dirigentes políticos de la izquierda nuestroamericana, estuvieran presos de las visiones idiopoliticas de la Segunda y de la Tercera Internacional de trabajadores, las cuales pontificaron la necesidad histórica de agotar la vía capitalista,  como requisito teleológico para avanzar al socialismo. Así, uno de los más radicales exponentes actuales del pensamiento crítico latinoamericano como Álvaro García Linera,  nos propone sin escrúpulo alguno que la salida al subdesarrollo de este subcontinente es el llamado “capitalismo andino-amazónico”1 La consecuencia de esta miseria política no se ha hecho esperar: el progresismo latinoamericano vive sus horas menguadas, al estar siendo abandonado electoralmente por las grandes masas desposeídas de la región.


Este desmadre político de nuestros  gobiernos izquierdistas, afinca su razón de ser en una incuestionable miseria teórica de sus dirigentes, manifestada en un desconocimiento supino a los grandes aportes científicos del dueto Marx–Engels. Indubitablemente, esa dirigencia ha carecido, desde sus primeras apariciones históricas en estos linderos, de una teoría de la transición al socialismo que sustente las grandes determinaciones que harán posible darle solución de continuidad a la acumulación de capital. En otras palabras estos dirigentes siguen apresados por las tenazas de la modernidad y/o posmodernidad.

En atención a lo expuesto y con el expreso fin de abrir la discusión sobre la urgente teoría de la transición al socialismo, proponemos el control presupuestario por parte de las clases trabajadoras tantos en empresas públicas como privadas,  por cuanto semejante medida se traduciría en los siguientes beneficios idiopoliticos para el sujeto de la revolución:

1.-Ayuda a develar el misterio del plusvalor que ha sido uno de las herramientas ideológicas del capital para subsumir el trabajo obrero.
2.-Suministra a la clase  trabajadora la tasa de explotación a la que ha sido sometida por el capital público y/o privado, develando la desigualdad y la injusticia cometida por una clase empresarial dedicada a producir valores de cambio.
3.-Pulveriza uno de los resortes en los  que se afinca la división social del trabajo y su expresión jerárquica. El manejo presupuestario ya no sería individual-burocrático, sino social y democrático participativo.
4.-Es el expediente idóneo para develar las tramposerías empresariales que se utilizan para despedir trabajadores y para esquilmar fiscalmente a los estados receptores de inversión extranjera directa.
5.-El control obrero del presupuesto aporta herramientas para incursionar con éxito en la conservación del medio ambiente.
6.-Suministra a las clases trabajadoras insumos para pelear  por que la fuerza de trabajo se pague  a su valor histórico de mercado.
7.-Mediane este expediente se quiebra definitivamente el “secreto comercial”, como fórmula del capital para invisibilizar  el plusvalor extraído de los obreros.
8.-Este control educa a los trabajadores en el oficio de ejercer la política con conocimiento de causa.
9.-En las empresas públicas es el antídoto perfecto para combatir la corrupción administrativa.
10.-En el caso de la universidades públicas, el control presupuestario por parte de docentes, administrativos y obreros, seria la medida revolucionaria que encauzaría definitivamente estas Casas de Estudios hacia el cambio epocal socialista.
11.-En los casos de las empresas públicas este sería un poderoso expediente para sanearlas e impedir que sigan funcionando como suministradoras de insumos baratos para el capital privado.
12.-En un país como Venezuela, donde el presupuesto público es el útero de la acumulación de capital, este control obrero del presupuesto, develaría de manera impepinable,  el carácter  parasitario de la burguesía venezolana.

Vistas así las cosas, el control obrero de los presupuestos públicos  privados, insurge como la medida política que desde dentro del capitalismo, apunta a establecer varios de los grandes  fundamentos de la futura sociedad anticapitalista como son:a.-la distribución equivalencial del excedente económico; b.-la liquidación de la división social del trabajo; c.-la democracia participativa y protagónica y, d.-el manejo obrero de los medios de producción. Ni más ni menos.

DEUDAS HEURISTICAS
1.-Álvaro García Linera. El “capitalismo andino-amazónico”
https://www.lemondediplomatique.cl/El-capitalismo-andino-amazonico.html

htrompizvalles@gmail.com


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