martes, 27 de junio de 2017

Qatar y la relación con la coyuntura Venezuela

Por Carlos Ellis 
Nueva etapa de conflicto surge en el Golfo Pérsico

Entre 1980 y 1988 se desarrollo la guerra Irán-Irak, impulsada por EE.UU. Desde la fecha,  este país desplego su flota naval en todos los  países del Golfo Pérsico con los sucesos en las guerras siguientes, invasión Irak-Kuwait, Irak-EE.UU-OTAN, Siria, entre otras, menos en Irán, esto con la finalidad de proteger las exportaciones de petróleo, así como dar continuidad al conflicto entre los países de esta región para tomar control y posicionamiento sobre los grandes reservorios hidrocarburiferos, en su mayoría pertenecientes a la “Organización de Países Exportadores de Petróleo” (O.P.E.P) donde Arabia Saudita cumplidor de los lineamientos norteamericanos tiene la supremacía.


 Cabe destacar que la economía mundial depende en gran medida del petróleo que transita en salida por el “Estrecho de Ormuz” salida del “Golfo Pérsico”, 17 millones de BPD, la cual representa el 56% de la producción del cartel petrolero, así como miles de millones de metros cúbicos de gas que surten a Europa.
El conflicto surge luego de la visita de Donald Trump a Arabia Saudita en inicios de este mes, donde participaron representantes del lobby petrolero, grupos de poder ligados a la industria armamentista, así como representantes de organismos castrenses de los países de la región.  Las decisiones de esta reunión no tardaron en ejecutarse; los gobiernos de Arabia Saudita como principal agresor, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, libia, Yemen, Malvidias y Bahréin rompieron relaciones diplomáticas con Qatar acusándolo de financiamiento al terrorismo cuando el propósito de la sanción es por el acercamiento a Irán.

Hay que tomar en cuenta lo siguiente, en dicha reunión se plantea la creación de una OTAN árabe, Estados Unidos posee la mayor base militar de la región en Qatar, Irán  controla el “Estrecho de Ormuz” por su extensión geográfica,  entrando en un nuevo ciclo de aislamiento con esta disputa, e Israel preparado para atacar. La diplomacia debe prevalecer, los ojos del mundo esperan que así sea, en agosto del 2008 el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad advirtió de un posible ataque por parte de Estados Unidos e Israel la cual expreso lo siguiente”…quieren  hacerlo, pero conocen nuestro poder. Saben que llevaríamos a cabo una respuesta muy decisiva”

 Este panorama apunta a una sola vertiente; un nuevo conflicto que puede pasar de diplomático a una confrontación bélica en la región,  pugnada por una posible invasión de Arabia Saudita sobre la capital Doha; esto sumado a la situación de  Yemen en el “Estrecho de Bad-El-Mandeb” la salida del petróleo que proviene de la otra costa arábiga y países  africanos, inexorable es la perturbación en el transito de petróleo y en consecuencia  un cambio drástico en la fluctuación de los precios al alza. Se podría pensar en un barril que oscile entre los 65 y 70 dólares para mediados del mes de octubre.

Esta realidad con relación a Venezuela, pudiera dar un cambio a su al panorama actual; genera una obligada restructuración en la aplicación y continuidad de la “Guerra no convencional” aplicada y dirigida por el mismo lobby internacional  y la oposición venezolana, siendo el factor determinante el tiempo (obligados a acelerar el plan).  Con el incremento del precio petróleo, el nuevo sistema cambiario “Dicom”, las 2.5 millones de hectáreas en siembra, la efectividad en los “Comité Locales de Abastecimiento y Producción” (CLAP) dan para el inicio del 4to trimestre (septiembre-octubre) una ventana para contrarrestar los efectos de dichas intenciones. En este orden de idea EE.UU. debe asegurar un suministro de petróleo más cercano y confiable mientras no se cristaliza el escenario de conflicto planteado para el Medio Oriente, la invasión a Qatar por parte de Arabia Saudita y el conflicto EE.UU. e Israel con Irán.

 Venezuela,  se encuentra amenazada y es notable el  cumplimientos plenos al objetivo intervención extranjera o guerra civil por parte de la oposición,  obligados siempre a asegurar la operatividad de las refinerías  así como de la “Faja Petrolífera del Orinoco” para la cobertura de  la cuota norteamericana. Desde el  “Decreto de Obama” el proceso de aislamiento internacional económico, político y financiero, la fractura del “Mercado Común del Sur” (MERCOSUR),  la pugna de la OEA por la intervención,  el tratado de cooperación OTAN-Colombia, el actual entrenamiento militar en la triple frontera Colombia-Perú-Brasil y en le Mar Caribe, el desarme y desmovilización de la FARC, el anuncio de  la salida del territorio nacional de  las norteamericanas General Motor, Firestom y Colgate-Palmolive que tienen representantes en la escena donde se plantea y toma deserciones en materia militar-intervencionista (el senado norteamericano).

La constante búsqueda de la aprobación internacional solicitando la “ayuda humanitaria” por parte de la oposición venezolana y ONG, el envío por parte de  Colombia de  800 mercenarios de guerra a Irak, estos perciben un salario en dólares y el Gobierno iraki cancela a Colombia por esos artículos de guerra para un tiempo establecido en el contrato, siendo posible  el mecanismo usado contra Venezuela como se hizo en Libia por la frontera con Egipto y se realizo en Siria con relación a la frontera  turca, entre otros.

Todos estos factores dan una aproximación a los posibles escenarios que pudieran surgir producto de la dinámica que gira en torno al petróleo, donde Venezuela  cumple un rol determinante en el equilibrio geopolítico y geoeconómico mundial; la realidad  es que  siempre lo ha cumplido, solo que dio un cambio desde 1999 en su rol geoestratégico fundamentado en este recurso, en consecuencia,  el conflicto transitorio que lo embarga en la actualidad y por la cual se debe estar alerta.
carlosellis1@gmail.com

Twitter: carlosellisc

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