Por Jaled Ali Ayoub Bazzi
El mal, lamentablemente es universal, existente, milenaria y
dolorosamente inmortal, habita igualmente como el bien, en los genes de todos
los terrícolas racionales y en ocasiones los irracionales. El modus operandi
del mal, empieza con las intenciones malignas, por ello siempre se colocan a la
delantera, aventajando a sus semejantes,
quienes confían de la buena fe del prójimo. Las inhumanas acciones, se basa en las manipulaciones, cobardías y
traiciones, mientras la inmensa mayoría del mal, son simples desechos, en donde
su amo, a principio lo codicia, luego lo envicia, después lo utiliza y
finalmente lo desecha. Los amos multinacionales de ahora, eran unos
insignificantes delincuentes, cansados de confrontarse entre sí. Se fortalecieron cuando unificaron sus
fuerzas e intereses, hacia un solo objetivo. Desfilaron disimuladamente y
escurridizamente a través de miles de generaciones, por todo el planeta. En
este preciso instante, sus riquezas y esclavos, aumentan al paso de los
minutos.
El endeble razonamiento de la inmensa mayoría de los
terrícolas racionales, desconoce y
rechaza esta realidad, por el contrario, son fieles y celosos a sus posiciones,
encarnadas en simples instrumentos o piezas desechables, con sinfines de
categorías y nivel social. Las constantes violaciones a las conciencias, más
las continuas manipulaciones a las justicias, los mantienen lejos de la razón.
Conducidos encantadamente hacía un abismo desconocido, infectada y viciada por
todos los pecados capital, contagiados
con rabias y euforias,
y cuando finaliza su jornada, llegando al status del abandono, comenzara
a ver la vida de diferente perspectiva. Pasarían generaciones para volver a
tener otra oportunidad, como la que resiste la revolución bolivariana, tener al
enemigo de la eternidad y humanidad de frente y no como de costumbre, en donde
cobardemente actúan de espalda, ya que es, su modus operandi. Escudados con sus
producciones de la sin fines, de banderas falsas.
El mal, jamás se sofocara, siempre insistirá hasta lograr su
objetivo, saquear y esclavizar. El bien
solo tendría dos claras y muy opuestas opciones a escoger. El primero la
inmensa mayoría lo abrazan, sean conscientes o inconscientes, de poseer las
cuatro características de un EJEMPLAR esclavo, viviendo encantado y disfrutar
hasta donde pueda costear. 1) Dependiente, 2) Temeroso, 3) Viciado 4)
Obediente.
La segunda opción, muy pocos la toman, resistir al mal conlleva
a las constante amenaza o confrontación
de los poderes establecido, odiado o envidiado por la mayoría, catalogado de
loco o valerosos, abandonado y repudiado por todo, inclusive amigos y
familiares; eso sería la dura sacrificio que conlleva la rutina diaria, de un
miembro o dirigente de la resistencia. La vida cotidiana será del pasado, las
libertades se limitan, los chantajes llueven y las amenazas de apresarlo es
latente. Con tantas presiones, impotencias y cansancio, muchos allí se
descarrilan a la otra opción, aislando se dentro de sus propias conciencias, en
donde sus corazones y la razón se encuentran intactos, a favor de la
resistencia, pero el cuerpo contrariado, es obligado a evolucionar y ser el nuevo enemigo, de sus ex compañeros del bien.
Finalmente, utilizan el ultimo recurso, se cierra las salidas a lo que persisten en
el sueño de la libertad, la amenaza de asesinato es real y si no cede, la
muerte será su destino. En esta precisa circunstancia, se separan los
honorables hombres de los simples masculinos, la mayoría no aguantan la
presión, se diluyen cuando tendría que escoger
entre sus vidas, en el caso nuestro la república bolivariana,
comodidades y bienestares, lo colocan por encima del honor. Excusándose en contra la ideología, que ellos
mismos seguían y fundaron. La cobardía
lo acobija, la codicia lo a ciega, la insignificante vida que salvo
momentáneamente, lo atormentara eternamente y en silencio, por la deshonrada
posición que tomo. En cambio quienes permanecen resistiendo, serán abandonados
y repudiados más que nunca, literalmente se quedan solo, conservando sus
libertades, autonomías e independencias. La resistencia en contra el mal, es
indefinido e infinito, tendrían que
resistirlo por todas las generaciones, inclusive hasta la eternidad. El mal,
jamás, nunca descansara, es insaciable, luciferino e infinito.
Un ejército de diez mil hombre, supuestamente musulmanes,
rodeó en el desierto de Irak, a una caravana compuesto de 72 personas, en su
mayoría mujeres y niños inclusive nieto del
Mensajero Muhammad (P). El comandante del ejército le impuso, al nieto del profeta (P)a Imam
Hussein (AS) (El Rey De Los Mártires), aprueba el califato de Yazid, y él, le
recompensara con riquezas, castillos y joyas, de lo contrario si lo niega, os
matare. E allí donde el honor confronta
la codicia. El imam Hussein (AS) se encontraba con sus hijos, sobrinos todos
menores de edad, inclusive un recién nacido, hermano y amigos del profeta,
todos fueron martirizados por este ejército supuestamente musulmán, comandado
por la oligarquía de entonces.
Quedándose último de pie, antes
de martirizarse, El Imam Hussein, (AS) le respondió al cobarde comandante.
Cito:
Usted me viene a amenazar de muerte, acaso no sabes que la
muerte para nosotros es cotidiana y el martirio es nuestro honor.
Quién conserva el honor, por encima de su vida, comodidad y
bienestar, seria colega de honorables hombres como, el Negro Primero, Bolívar,
Sucre, Chávez, el Che, Gaitán, Allende y otros.
jaledaliayoub@hotmail.com
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