Por Diego Olivera Evia
Las clases medias arribistas de América Latina
La realidad de América Latina ha variado en la segunda
década del Siglo XXI, los efectos de los proyectos alternativos y progresistas
han sufridos los embates del capitalismo neoliberal, los gobiernos de Barak
Obama y ahora de Donald Trump, han buscado una salida muy similar al golpe de
Chile en 1973, donde el odio y el modelo fascista se apodero de las clase
medias, utilizando a grupos desclasados y marginales para aplicar la violencia
irracional. Los nuevos mecanismo de subversión, son ahora los congresos donde
las mayorías derechistas, a través de la mentira y la manipulación han logrado
despojar, de sus cargos a presidente como Zelaya de Honduras, Lugo de Paraguay,
a Dilma de Brasil, esta última despojada de su cargo sin pruebas, para que subiera
el corrupto y farsante Temer, ahora si cuestionado por la justicia como
delincuente y ladrón.
Los millones de dólares de EEUU, invertidos por la Central
de Inteligencia Americana (CIA), como la USAID, han creado en Latinoamérica una
difusión de las clases medias y altas, como mecanismo de subvertir el orden y
crear grupos de choque, al mejor estilo de la Alemania Nazi, donde los hijos de
los alemanes, eran capaces de traicionar a su familia y entregarla a las hordas
fascistas.
Estos hechos se han repetido en la Italia de Benito
Mussolini, con sus camisas pardas y en España con el franquismo, hoy esas
experiencias son parte de una nueva realidad, en América Latina definida como
el patio trasero de los Estados Unidos, en una visión racista de los pueblos latinoamericanos,
donde el objetivo es crear una sociedad de antivalores, donde el capital y los
modelos neoliberales han creado un brecha en las clases sociales, para dividir
a los latinoamericanos en la búsqueda de controlar los recursos naturales de la
región.
Es imposible no visualizar que los mecanismos creados por
EEUU y sus socios de la OTAN, de usar a grupos terroristas, como han sido las
revoluciones denominadas naranjas, como el ejemplo de Ucrania con grupos
fascistas y una violencia criminal, lograron golpes para desestabilizar a
naciones de la antigua URSS, como crear una nueva realidad en la Europa
oriental.
El fenómeno de la creación del denominado estado Islámico,
conocido como ELI o Dahes en árabe, creado y armado por EEUU, después de la
destrucción de Iraq, donde el gobierno de Obama, como la canciller de su
mandato Hilary Clinton, con el apoyo del sionismo israelí, crearon una nueva
crisis mundial en el Medio Oriente, con efectos colaterales en Europa, con
atentados violentos de odio, usando el decapitación de seres humanos árabes y cristianos, estos
grupos han creado casi un millón de muertos, solo el Siria más de 400 mil
personas.
Este tipo de violencia es parte del modelo imperialista, que
se ha desarrollado en el Mundo, no solo en América Latina, sino en el Oriente
las crisis con Corea del Norte, los ataques y la mentira sobre Rusia se ver a
esta nación como una amenaza, bloqueando las fronteras con la OTAN, de la misma
manera con China y su desarrollo económico, también medio oriente es parte de
su geopolítica, ahora la crisis con Catar y la guerra de Arabia Saudita contra
Yemen, de la misma manera el genocidio contra los palestinos de Israel y los
ataques de Turquía al pueblo Kurdo, con asesinato y violencia estos son los
efectos de Obama y Trump un mundo de terror y genocidio.
Las clases medias arribistas de América Latina
La nueva realidad de América Latina con los planes violentos
de las derechas, ha creado una nueva realidad, luego de los avances de varias
naciones con propuestas alternativas al capitalismo neoliberal, en casi un
década de desarrollo medio, surgen los ataques de la burguesía y los
capitalistas, siendo su arma principal los sectores arribistas de la clase
media, un sector de la sociedad sin patria, ni bandera. No conciben a los
sectores sociales y populares como parte de la sociedad burguesa, el avance del
arribismo de pequeños empresarios o funcionarios públicos, se creen un casta y
sueñan que los ricos los recibirán como iguales, pero no pasan de ser de medio
pelo, sin valores éticos ni morales.
La violencia de estos sectores ha sido el instrumento de la
derechas, el uso de la mentira, el control de los medios de prensa
capitalistas, para crear falsos positivos, asesorados por la USAID y la CIA,
han creado la imagen de nuevas revoluciones de colores, un eufemismo de la
realidad, las imágenes de estos grupos violentos son parte del esquema
desestabilizador. El odio y el racismo es parte de esta guerra de cuarta
generación, donde el lumpen, los delincuentes, los sicarios y paramilitares,
además los narcotraficantes son los ejecutores de los asesinatos, esta realidad
se ve en Colombia, México, ahora en Venezuela, Bolivia, Ecuador, entre otros
países, donde los cacerolazos y ahora los asesinatos son parte de esta nueva
estrategia imperialista.
La falta de moral de unos arribistas, que sueñan se parte de
la alta burguesía, son factores anti populares, la falta de valores de estos
grupos o desclasados, porque no son pueblo, ni ricos, muestran la inmoralidad
como parte de sus denominadas marchas “pacificas”, los grupos terroristas cada
día más sofisticados y ridículos como caballeros andantes, con sus escudos, con
millonarios gastos, se suman a mujeres casi desnudas, con sus pechos al aire,
como el uso de niños como escudos o armadores del coctel molotov, personas
tirando heces fecales o botellas agua congelada, y ver a estos inmorales mandar
a los hijos de los otros a la muerte, mientras los suyos están en EEUU o
Europa.
No olvidar los orígenes fascista de estos grupos, que
desprecian a los afro latinoamericanos, a los indígenas, a los asiáticos, y
todas las etnias diferentes a los anglosajones, como EEUU y Europa,
lamentablemente no reconocen que nuestro continentes es de zambos y mestizos,
muchos con un pasado afro o indígena, como decía el poeta Nicolás Guillen de
Cuba, “Ayer me dijeron negro, pero el que me decía era tan negro como yo, tan
blanco como tú te vez, pero tu abuela te
llama negro, sácala de tu cocina a tu mama Inés”.
Lo peor en la sociedad humana es el arribismo, el fascismo,
el odio como mecanismo de frustración, de una sociedad disociada, donde la vida
no tiene valor, el oportunismo como forma de vida, donde ves a los denominados
izquierdistas apoyando al capitalismo, a EEUU, no tienen patria, ni bandera,
nada respetan de los símbolos patrios, niegan a los próceres de sus países y
prefieren alabar a los Yankes con sus remeras o franelas, son una burda copia
de un burgués, son la esencia de la
mentira y la falsedad de sus triunfos, son un mala copia de la sociedad humana.
diegojolivera@gmail.com
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