Por Luis Britto
García
-“Señor. ¡Dichoso el
ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la Soberanía
Nacional para que ejerza su voluntad absoluta!”
Así abre el Libertador su Discurso ante el Congreso de Angostura el 15
de febrero de 1819.
-Dichoso el pueblo
que es convocado para ejercer la Soberanía Nacional, no sobre minucias, sino
para transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y consagrar un
cambio trascendente, como por ejemplo, la declaratoria de propiedad social de
los bienes de producción.-Afortunada la ciudadanía a la cual, para preparar su
acertada manifestación de voluntad, se ha librado de la escasez artificial retirando previamente el negociado de los
dólares preferenciales a la docena de oligopolios que montan empresas de
maletín, importan basura o esconden y venden con sobreprecio lo que importan.
-Feliz el venezolano que, antes de elegir constituyentistas,
vea rigurosamente sancionados a quienes robaron los 60.000 millones de dólares
destinados a importar bienes básicos, a quienes dejan que escape por las
fronteras el 40% de lo que el país produce o importa.
-Bienaventurado el pueblo que comprende que si vota por los
mismos que negocian con su hambre, perderá la propiedad de la Nación sobre la
industria de los hidrocarburos, la gratuidad de la enseñanza superior, las
prestaciones sociales, los beneficios de las misiones, la inmunidad de
jurisdicción que impide que Venezuela sea juzgada y condenada como reo por la
OEA, por el CIADI o por cualquier otro tribunal extranjero, la prohibición de
instalar bases militares extranjeras en nuestro territorio, la norma que pauta
que las conquistas sociales son irreversibles, el derecho a la información veraz
y oportuna, la igualdad de la mujer, por mencionar sólo algunas de las conquistas de la Constitución de1999.
-Prudente el elector que conoce que tras una Constituyente
viene una relegitimación de poderes, en la cual una votación imprudente o una
abstención resentida podrían poner en manos de los enemigos del pueblo, no sólo
el Poder Legislativo, sino también el Judicial, el Moral, el Electoral y el
Ejecutivo.
-Sagaz el elector que consciente de lo que se juega, juzgue
indigno de entrar a una Asamblea Constituyente o a cualquier recinto
público a todo aquél que haya apoyado la
instauración de una dictadura que derogó la Constitución de un plumazo, el
secuestro del Presidente electo; el enjuiciamiento de ese Presidente legítimo
por cortes penales foráneas, el sometimiento de Venezuela a tribunales o juntas
extranjeras, la privatización de PDVSA o
la asignación a una clase, casta o etnia del control absoluto y exclusivo sobre
los recursos naturales que pertenecen a todos los venezolanos.
Prudente quien exija a los constituyentistas que elijan
suscribir cartas firmadas con su
renuncia para el caso de que apoyen o dejen pasar sin oponerse cualquiera de
los actos de Traición a la Patria antes mencionados.
Sabio quien comprende que constituyente reconoce poderes que se han conquistado en
los hechos, no hace poderes que la falta de ejercicio ha deshecho.
Colectivo Patria viva insurgente
alemur47@yahoo.com.ar
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