Por: Manuel José Montañez lanza
Desde los años 80 del siglo XX, los “Tanques de Pensamiento”
o intelectuales orgánicos norteamericanos, vienen revisando todos los conceptos
ancestrales y decimonónicos que sobre la Democracia heredamos y que los griegos
dejaron como legado político a la humanidad. Aristóteles, Platón, Sócrates y
otros, construyeron la idea de la DEMOCRACIA como gobierno de las mayorías.
En ese sentido y no obstante que el mundo occidental
(incluso otras regiones del planeta), adoptaron dicho precepto, incluida la
propia sociedad norteamericana; no obstante, el referido concepto fue más luego
alterado tal que se convirtió en un constructo elitesco en el sentido de crear
mecanismos de control político del aparato burocrático del Estado desde la
perspectiva liberal y más luego, neoliberal.
Al respecto, cada pueblo, nación o país, fueron creadas
modalidades electorales con sus propias particulares; señalándose, que el menos
democrático de ellos hoy por hoy, es el sistema gringo de elección en tanto
que no sólo es electoralmente hablando primario, sino representativo; es decir,
se obvia la participación directa y protagónica del pueblo que como modelo
garantiza el sistema político venezolano.
Hoy en día para los ideólogos norteamericanos, no basta con
que un gobierno sea legitimado porque la mayoría de la población así lo quiso.
Es preciso, según ellos, que dicho gobierno esté acoplado, consustanciado, con
la agenda de la política exterior de los Estados Unidos (económica, política y
militar), y quien no cumpla esa premisa, inmediatamente será calificado de
Estado Paria, Forajido, etc., montándole más luego, un expediente ante la
comunidad internacional que les garantice posteriormente, su intervención.
Dicha Escuela se inició en la Administración del
expresidente Ronald Reagan, perfeccionándose más luego con la administración
del expresidente Bill Clinton a través de la denominada Doctrina Albright y
continuada seguidamente, por los demás gobiernos que les sucedieron hasta la
actual presidencia del Sr. Barack Hussein Obama.
Para los gobiernos norteamericanos (en la post guerra, luego
de la Segunda Guerra Mundial), los países en sus áreas de influencia se
legitiman (sean o no democráticos), en tanto y en cuanto estén acoplados a sus
preceptos geopolíticos, geoeconómicos y geoestratégicos.
Hoy por hoy, no basta que se sea legal en el sentido que los
mecanismos comiciales no sean cuestionables, es preciso, que sean gobiernos
liberales -capitalistas- que defiendan los intereses de la burguesía en tanto
clase dominante.
Todo este planteamiento tiene un sustento político militar
con base a su nueva visión doctrinaria de la Seguridad Nacional y su expresión
Geopolítica, modificada con posterioridad a la derrota recibida en la guerra de
Vietnam; viéndose seguidamente obligados a llevar a cabo Guerras de Baja
Intensidad hasta la de Sexta Generación, en virtud no solo por un problema de
orden económico -son muy costosas-, sino en la necesidad de eludir las
presiones de los mas media quienes con base a la “Doctrina del Aislacionismo”,
terminan cuestionando vía opinión pública, la cantidad de bajas que produce una
intervención directa. No está demás señalar que con esta actuación, también
buscan burlar el DIP vigente.
En ese sentido, buscan dejar en manos de sus sigüines
internos, las acciones de guerra sucia o a través de mercenarios por ellos
entrenados y financiados para seguidamente intervenir por otros medios no
contemplados en el vigente Derecho Internacional.
Concluyendo, la deslegitimación -desde la perspectiva
conceptual de ellos- es una premisa moderna de injerensismo o intervención
indirecta respecto de los asuntos internos de las naciones (por ello lo primero
que ordenan es desconocer y atacar las instituciones comiciales), con lo cual
se violentan principios fundamentales contemplados en el Derecho Internacional,
como Soberanía y Autodeterminación de los Pueblos.
Debemos recordar las palabras del ex presidente W. Bush en
la ONU antes de intervenir en Irak, violentando y desconociendo todos los
principios fundamentales del Derecho Internacional Público vigente: … “Quien no
esté conmigo, está en mi contra y es nuestro enemigo”…. Propuesta que continuó
su sucesor Obama, en todo el mundo quien a su vez deja la mesa servida contra
la República Bolivariana de Venezuela (al ratificar el Decreto que nos califica
de ser un peligro para su seguridad nacional y la agenda de la política
exterior norteamericana), de manera que el nuevo inquilino de la Casa Blanca,
tenga las condiciones objetivas para continuar el injerensismo y por qué no,
incluso invadir nuestro país (al parecer ya están preparados para ello), si sus
sigüines finalmente no logran cumplir el mandado de desconocer la voluntad del
pueblo venezolano bajo la sombra del terrorismo fascista y tumbar el gobierno
legítimamente constituido de Nicolás Maduro Moros, antes de que se concrete la
convocatoria constituyentista, cuyo fin último es, profundizar la democracia e
imponer la paz en nuestro país.
(*) Politólogo e Internacionalista venezolano
Magíster en
Seguridad y Defensa
monlan2001@gmail.com
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