Por Verónica Zapata:
El viernes 19 una delegación del autoproclamado presidente
interino de la República Bolivariana de Venezuela, Juan Guaidó tomó posesión de
“forma oficial” de la embajada de dicho país en La paz, Bolivia. De la terraza
de la residencia desplegaron un cartel con la imagen de Juan Guaidó al grito
de: “Viva Venezuela libre” donde se podía leer: “Juan Guaidó legítimo
presidente de Venezuela”. Otra pancarta anunciaba: “Aquí cesó la usurpación.
Gobierno legítimo de Venezuela”.
El acto de posesión del nuevo embajador autoproclamado de
Venezuela en Bolivia tuvo lugar en el hall de la residencia de la embajada de
Venezuela con la presencia de un pastor y de los medios de comunicación. Se
imploró a Dios bendecir al nuevo embajador autoproclamado de Venezuela y con
una frase amenazante a las democracias de la región sostuvieron: “Rogamos a
Dios que desde Bolivia se irradié la libertad en América del Sur”. Finalmente
cortaron la cinta e ingresaron a la residencia.
El acto se realizó con la complicidad de la Guaidó
boliviana, Jeanine Áñez, segunda presidenta en autoproclamarse en la región,
pero la única que logró concretar un golpe de estado en Bolivia el pasado 10 de
noviembre del 2019, y se autoproclamó presidenta con la biblia en la mano, en
un parlamento vacío y con un militar colocándole la banda presidencial. También,
envió a sus diplomáticos autoproclamados a Buenos Aires, que fueron repudiados
por la colectividad boliviana.
Durante el 2019 no casualmente en Argentina previo al golpe
de estado en Bolivia, un perfecto desconocido como lo fueron Jeanine Áñez y Juan
Guaidó se autoproclamó “presidente de la colectividad boliviana” en Baires,
este hecho sería un chiste si no hubiera sido apoyado por el macrismo. Ese
acontecimiento fue una anticipación caricaturesca, pero de fuerte valor
simbólico de los planes de EU para Bolivia.
Los que si fueron acontecimientos solventes que avizoraban y
marcaban el rumbo que tomaría Bolivia, fueron los innumerables intentos de
golpe de estado fallido en Venezuela y en Nicaragua los últimos años, sobre
todo el 2019. El recrudecimiento y la profundización del bloqueo a Cuba con la
Ley Helms- Burton. Todas señales que no fueron tomadas en cuenta en su
dimensión en un país, el más apetecible de la región para el imperio, por su
riqueza económica y sus recursos naturales, y por ser un proceso sin
precedentes en la región parido producto de más de 500 años de lucha desde las
entrañas del continente por los verdaderos dueños de estas tierras, los pueblos
originarios.
Recordemos que los primeros en revelarse a la corona
española fueron los líderes indígenas Túpak Katari, Bartolina Sisa, Túpak Amaru
y Micaela Bastidas, quiénes impulsaron las independencias en el continente,
pese a su exclusión de la historia. El golpe de estado en Bolivia fue un golpe
al indio, y eso incluye ser un golpe al litio, no están disociados ambos
conceptos porque la defensa de los recursos naturales es una bandera de lucha
indígena que tiene más de 500 años.
Previo al golpe de estado, en Bolivia se pudo corroborar el
ingreso masivo de ciudadanos venezolanos al país para hacer campaña contra Evo
Morales y adiestraron a los grupos paramilitares con su experiencia
“guarimbera” con intentos frustrados de golpes de estado en Venezuela. A su
vez, ingresaron a la Argentina ciudadanos venezolanos para apoyar la campaña de
Macri de quién recibieron beneficios migratorios que ningún otro migrante de
otra nacionalidad recibió. De esta manera, la derecha internacional trabajo
articuladamente en la región principalmente en los países donde hubo elecciones
presidenciales el 2019, Argentina, Bolivia y Uruguay.
periodista y psicóloga boliviana.
zapataveronica513@gmail.com
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