Por Jorge Aniceto Molinari:
En Bolivia se dio un golpe de Estado contra un gobierno
legítimamente constituido. Se argumentó ante el mundo lo que se hace para los
países empobrecidos cuando el gobierno no le es afín a los poderosos, que Evo
Morales extendió en demasía su Presidencia. - Seguramente deberá ser motivo de
análisis de qué pasa con los liderazgos en la izquierda cuando ha comenzado a
escasear el desenvolvimiento programático para encarar la crisis del
capitalismo en el mundo.
Se buscó y se encontró un artilugio legal, y con él y la Biblia, asumió la señora Yanine Añez, pero Evo Morales y Álvaro García Lineras fueron derrocados con la intervención de la cúpula militar, sus vidas corrieron peligro, la intervención de los gobiernos de México y Argentina lograron ponerlas a salvo.
A Evo se le reclamó porque no se jugará y resistiera como de
alguna manera si lo hizo Salvador Allende. Nunca a estos líderes les faltó
valentía, si siempre y a lo largo de su vida su anegación a la causa de la
gente está más que demostrada. Los hechos avalan sus conductas.
Podemos tener diferencias particularmente con Álvaro García
Lineras que es quién ha desarrollado los aspectos ideológicos de la política
por ellos aplicada, sobre todo en lo que ver con el engarce de Bolivia al
mercado mundial en esta etapa de crisis irreversible de la predominancia del
modo de producción capitalista y cuando el centro del capitalismo y del libre
comercio se desplazan a China y su entorno gobernado por el Partido Comunista.
Ahora hay quienes reclaman derechos para los golpistas, los
mismos derechos que ellos negaron a los perseguidos del golpe. Golpe que además
se dio con el accionar directo de la OEA y de dirección del comando sur del
ejército de EE.UU. como viene repitiéndose en varios países del continente
donde la persecución política y crímenes son amparados por estos organismos.
Es una valiosa experiencia en curso que se debe tomar en
cuenta, a la vez que insistimos que todas las corrientes que en América han
abierto caminos de esperanza en la gente están necesitando de un intercambio
para analizar el programa y las acciones necesarias a esta etapa en la economía
mundial.
Nosotros desde la modestia de nuestros conocimientos
seguimos machacando en la necesidad de acordar sobre dos herramientas: la
moneda y los impuestos, las mismas que insinuó Mujica en su discurso de la ONU.
sipagola@adinet.com.uy
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