Por Carlos Luna Arvelo:
Después de superado el escollo del 6D la dirigencia del
chavismo, a la luz de los resultados, más allá de las defensas y de los
aplausos tiene tareas inexorables por delante. Seguir refutando la legitimidad
de los resultados alcanzados en las elecciones tiene tan poco sentido como
dedicarse a celebrarlos olvidando el explosivo contexto social en que se
culmina este año 2020.
Cuando el chavismo logró derrotar magistralmente la violencia opositora guarimbera del 2018 con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el gobierno de Nicolás Maduro logró un incuestionable reconocimiento y señal de fortaleza. La arremetida imperial no se hizo esperar y todos conocemos como se desarrollaron los acontecimientos.
Ahora, ha sido estratégica y digna de reconocimiento, la
habilidad y destreza de la dirigencia chavista para persuadir a sectores
opositores moderados de participar en las elecciones parlamentarias. Con ello
se ha dado la estocada definitiva a los factores opositores de la ultraderecha
intervencionista aliados al imperio para liquidar cualquier vestigio de Patria
y soberanía en nuestro suelo.
Pero para superar los desafíos que se avecinan no es
suficiente con el concierto de “viejas élites” cuarto republicanas. Habrá que
ser bien muy valientes para reconocer el “fracaso de políticas y medidas” y
creativos y decididos para asumir los desafíos de la economía considerando los
intereses de las mayorías, más allá de élites de viejo y nuevo cuño.
Si la dirigencia del chavismo apenas se engolosina con la
victoria y el mero rescate del Parlamento este 2020 y no asume “con firmeza,
audacia y valentía el tema de la economía”, en palabras de R. Iturriza, estamos
perdidos. Si la economía cada vez sigue quedando al libre albedrío,
ingobernable, bajo la conducción de “manos invisibles”, la mayoría que el
chavismo ha sabido garantizarse en el terreno electoral, no pasará de ofrecer
futuras victorias “pírricas”.
La dirigencia psuv ha dejado claro que entiende y asume los
desafíos electorales venideros, el presidente Nicolás Maduro, como cabeza
incuestionable de dicha dirigencia expresó una vez conocidos los resultados
electorales del 6 D: “vienen nuevas batallas y como siempre tenemos que renovar
el espíritu de la organización”
Pero dónde más se espera que la dirigencia sea capaz de
asumir los desafíos es en el terreno económico, considerando a las mayorías
afectadas por la terrible crisis, que, desde hace varios años, de manera
sostenida, incluye a más y más venezolanas y venezolanos.
carloslunarvelo72@gmail.com
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