miércoles, 25 de noviembre de 2020

Se destiñen Trump y Giulianni como una señal de que ya no le tomarán el pelo a los estadounidenses

Por Rolando Prudencio Briancon: 

¿Cómo se puede interpretar la señal que curiosamente tanto Trump y su abogado personal Rudy Giuliani han vivido estos días? 

Trump apareció luciendo un tono menos claro de su rubicunda cabellera que acostumbraba peinar, al extremo que él mismo admitió que "Dejar el tinte es una victoria"

En cambio la otra señal fue la del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, quien durante una rueda de prensa, cuando afirmaba que una empresa "chavista" (Smartnatic Dominion Vote), es la responsable de influir en la votación desfavorable que obtuvo Trump, comenzó a transpirar dejando entrever un chorro negruzco de sudor que se deslizaba por su rostro, proveniente de su rala cabellera. 

Estos detalles casi desapercibidos para los medios tradicionales; sí son captados gracias a la hiperactividad investigativa de los ríspidos cibernautas, que no perdonan el menor detalle, como en este caso, el el del aspecto de ambos personajes.

Pero más allá del recojo de estas evidencias inevitables por parte de los acuciosos e implacables internautas, no dejan de ser éstas señales para los ciudadanos norteamericanos, que todo ese discurso de la grandeza americana (make América great again, fue el estelar eslogan de Trump) con el que pretendió convencer a la opinión pública de que fue un "enviado" para esa obra, ha comenzado a decolorarse. 

Y el evento más nítido de la falacia de su disfrazado discurso de "hacer grande América", se dio cuando Trump ninguneó los ataques racistas contra la gente de color, que cobró la vida de varios ciudadanos afrodescendientes, a manos de policías blancos estadounidenses. 

Ha sido pues éste encubridor episodio del racismo supremacista que lo ha apoyado Trump, el que desde ese mismo momento se producía la cuenta regresiva para que se dé su derrota de ser reelecto. 

Y es que si en algo los estadounidenses concuerdan es que el racismo no puede convertirse en un arma política que atente a su Unión, y que la misma no es otra que la clave de la grandeza de los EE.UU.; ésa que Trump ha querido que la asimilen los estadounidenses, pero a partir de una nueva oleada de rabiosa segregación racial, que incluso induzca a una guerra civil de su país. 

En cambio, su abogado Rudy Giuliani cumple el papel de abogado del diablo, que debe darle la razón en todo a su cliente, hasta en esa disparatada coartada del Fraude "chavista" con el que quieren tomarles el pelo a los estadounidenses.

Podríamos concluir entonces que dios los ha creado, y es el diablo el que los ha desteñido. 

rolandoprudenciobriancon@gmail.com 

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