Por Diego Olivera Evia:
Sin embargo, las entrevistas con 21 estrategas republicanos
y demócratas, que han trabajado en campañas durante los últimos 30 años,
indican que Trump necesitará algunos eventos de último momento en la contienda.
Eso podría incluir un tropezón de Biden en la campaña, sentencias judiciales o
tácticas republicanas que impidan los votos de los demócratas y un proselitismo
republicano que genere electores que quizás no hayan contado las encuestadoras.
Además, según los estrategas, Trump tendrá que integrar a la campaña una disciplina que no ha tenido hasta ahora. Eso significa dar una idea contundente y ordenada de que está mejor capacitado que Biden para reconstruir la economía, mientras intenta resaltar el contraste con su oponente a quien ha presentado como demasiado izquierdista, desde el punto de vista ideológico, como para gobernar el país.
Exitoso.
Los republicanos han tenido éxito en registrar nuevos
electores en estados como Florida y Pennsylvania. Eso podría ser importante
para aprovechar una parte crucial de la estrategia del presidente en 2016:
convencer a estadounidenses blancos de la clase trabajadora que no han votado
antes.
“Quedan pocos días para cambiar la trayectoria de la
contienda”, afirmó Sara Fagen, quien fue directora política de la Casa Blanca
durante el mandato del presidente George W. Bush. “En este momento, la mejor
oportunidad de Trump sería aumentar de manera drástica la votación entre los
electores blancos no universitarios en el Medio Oeste industrial”.
Incluso los demócratas más optimistas señalan que esto es motivo de preocupación.
“Esta vez, los republicanos se han enfocado, sobre todo, en aumentar el electorado”, afirmó Donna Brazile, quien coordinó la campaña presidencial de Al Gore en el año 2000. “En la práctica, los republicanos tienen una mejor operatividad que cualquier cosa que hayamos visto desde 2004”.
Y no solo se trata de los electores de la clase trabajadora. Las encuestas señalan que, en algunos estados, a Trump le está yendo tan bien o un poco mejor con los electores negros y latinos que en 2016 contra Clinton.
Biden presenta competencia en varios estados que Trump ganó
en 2016: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Wisconsin, Pennsylvania y
Michigan. Algunos sondeos también indican que Biden lleva la delantera en
Florida, el cual desde hace mucho tiempo ha sido el territorio que han estado a
punto de ganar los candidatos demócratas a la presidencia.
No obstante, cualquier camino hacia la reelección de Trump pasa por Pennsylvania, Michigan y Wisconsin. Es poco probable que gane sin al menos uno de esos tres estados descontentos de 2016 (y lo ideal es que sean dos), y cada día cambia cuál es el que le ofrece la mejor oportunidad.
La crisis del capitalismo en la Pandemia 2020
El capitalismo está en crisis. La pandemia podría cambiarlo
para siempre, a favor de los trabajadores y los más necesitados.
El covid-19 ha puesto una lupa sobre las muchas
desigualdades de la economía y la sociedad estadounidenses. Millones de
estadounidenses todavía están sin trabajo. Las mujeres y los trabajadores de
minorías se han visto particularmente afectados. Muchas personas no pueden
pagar el cuidado infantil o la tecnología que sus hijos necesitan para el
aprendizaje a distancia en la escuela.
El campo de juego no estaba nivelado antes, y el virus ha
arrojado una nueva luz sobre las deficiencias de los sistemas económicos y
sociales actuales, dijo Paul Collier, profesor de economía y políticas públicas
en Oxford. El Foro Económico Mundial ya ha pedido un «gran reinicio» del
capitalismo.
Es emblemático de la sociedad capitalista actual que grupos
de personas se queden atrás, y es el trabajo de los legisladores tratar de
arreglar eso.
La pandemia expuso las grietas en la red de seguridad social
de Estados Unidos. Entrar a un «Estado de bienestar 2,0» podría estar más en
sintonía con las necesidades de los trabajadores, dijeron los expertos.
«Estamos en un momento en el que el péndulo está [oscilando]
hacia una visión más favorable de lo que puede hacer el gobierno», dijo
Glickman.
Beneficios de desempleo mejor diseñados, programas para
ayudar a las personas a regresar a la fuerza laboral y viviendas más asequibles
podrían ayudar a aliviar la carga de esta crisis para los miembros más débiles
de la economía.
Millones de personas han perdido sus trabajos en la
pandemia, pero los beneficios de desempleo regulares a menudo no son
suficientes para llegar a fin de mes, mientras que los alquileres consumen una
gran parte de los ingresos en todo el país. A medida que la pandemia se
prolonga, el hambre también es un problema cada vez mayor.
Además de eso, los trabajadores en trabajos que en su
mayoría tienen salarios más bajos se han encontrado en riesgo de contraer el
virus en su lugar de trabajo, incluidos casinos, plantas procesadoras de carne
y almacenes de envío.
Pagar para reemplazar los salarios de estos trabajadores no
será barato y probablemente significará que los impuestos tendrán que subir
mientras se mantienen lo suficientemente bajos como para no sofocar los
negocios, coinciden los economistas.
Es una cuerda floja.
Periodista, Historiador y Analista Internacional
diegojolivera@gmail.com
0 comentarios:
Publicar un comentario